Capítulo 17: Atrapados

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Si había algo que Shion odiaba era la desobediencia, en especial de las personas que se suponen son responsables, pero que tenían la mentalidad de una nuez, desde que Saga y Afrodita buscaron a los susodichos de Kanon, Aioria, Milo y Deathmask, Shion había entrado en un estado de mal humor peor que una madre al ver las notas reprobadas de sus hijos.

-Esos hijos de la gran puta, definitivamente no aprenden ni mierda –decía Shion alistándose para salir –una orden ¡solo tenían que cumplir una maldita orden!

-Su santidad, logramos ubicar a los caballeros faltantes, están en la base militar de Rodorio, mejor dicho, en el batallón de infantería junto a otras personas que desobedecieron el toque de queda ¿necesita algo más?

-Supuse que estarían ahí, de hecho, pienso divertirme un poco antes de atraparlos –dijo Shion con un aura de molestia y venganza, tomo el teléfono y marco a un buen amigo que le ayudaría a acabar con esos irresponsables.

-El patriarca si está enfadado –decía Afrodita a Aioros quien ya se estaba calmando, después de enterarse que Aioria se habida escapado de su casa, el arquero no dudo en buscarlo hasta por debajo de las rocas, hasta enterarse de que se fue con los demás, violando las leyes del santuario y del mismo gobierno.

-Déjame decirte que estará castigado por mucho tiempo –decía Aioros caminando de un lado a otro –Aioria me las pagara.

-Cálmate, de eso se encargará mi maestro, ellos desobedecieron ordenes serias, y es obvio que deben pagar por ello –dijo Mu –aunque no negare que él está muy enfadado por esta situación innecesaria, nada les costaba quedarse en casa hasta tener los resultados.

-Pero sabes cómo trabajan sus cerebros –contesto Saga –en especial Kanon, ese bastardo es el peor de todos, una mosca o un espectro de Hades tiene más neuronas que mi hermano, Kanon hijo de puta espérate a que te agarre de las greñas –dijo Saga apretando sus dientes y puños.

-Andando muchachos –dijo Shion saliendo de sus aposentos –vamos a buscar a esos idiotas.

-Si su santidad –dijeron todos al unísono.

Tokio –Japón

Mientras Shion y compañía se encargaban de buscar a sus fugitivos, las cosas en la mansión Kido habían dado giros fuertes, por una parte, Shun, Saori y Tatsumi estaba libres del COVID19, sin embargo, Hyoga y Seiya habían sido infectados, cosa que empeoro la situación, Miho y Shunrei seguían infectadas también y requerían atención médica, pues las chicas desde la visita del médico, habían estado con mucha tos y fiebre.

-De verdad sería bueno llevarte al hospital Shunrei –dijo Ikki viendo a la muchacha debilitarse –no es normal que estés así, será mejor llevarte.

-No Ikki, yo me recuperare aquí, ir al hospital sería peor, ya que es un foco de infección –dijo la mujer muy debilitada al punto de desmayarse y ser atrapada por el caballero del fénix.

-Ni de chiste, vamos ahora mismo, le diré a Shiryu que encienda el auto –dijo Ikki cargándola y cubriéndola con una manta –Lagartija enciende el auto, Shunrei se está empeorando –aquello helo al chico de cabello largo quien no tardo en subir las gradas con desesperación.

- ¡Shunrei! ¡Shunrei! –exclamaba con angustia el joven dragon –Ikki tu maneja yo no tengo licencia después del choque.

-Maldita lagartija, andando, viejo calvo iremos al hospital, quedan a cargo de Miho y de las mascotas ósea Seiya y Hyoga –dijo Ikki saliendo del lugar.

- ¡Oye espera tu no me puedes dar órdenes sabandija vieja! ¡Y no estoy viejo! –grito Tatsumi, pero Ikki ya se había ido con Shiryu y Shunrei –demonios, ¡OIGAN USTEDES DOS CUIDADITO SE ESCAPAN! –grito Tatsumi al ver las intenciones de Hyoga y Seiya al intentar salir de sus habitaciones.

-Es que estamos aburridos –dijo Seiya como un niño pequeño hasta ganarse que Tatsumi le lanzara un florero cercano.

- ¡NI MIERDA VAN A SALIR AL FIN ME LIBERE DEL VIRUS PARA QUE USTEDES ME VENGAN A INFECTAR! –grito Tatsumi nuevamente - ¿Qué hice para merecer esto señor mío?

Hospital de la universidad de Tokio

-Le colocamos un suero para controlar la fiebre –dijo una doctora acercándose a Ikki y Shiryu quienes estaban muy angustiados –ella deberá quedarse unos días en la sala COVID19, pero sería bueno que ustedes retornaran a su casa, ya que no podemos tenerlos aquí tratando de cuidarla, ustedes también se pueden exponer, lo más recomendable es también realizarse un examen para descartar que no tienen el virus –Ikki y Shiryu se vieron uno al otro con preocupación, las cosas no salían como esperaban al final, solo quedaba obedecer a los médicos y retirarse de ahí, con la preocupación que les acompañaba.

Batallón de Rodorio –Grecia

Finalmente habían llegado, Shion solo podía esperar ansiosamente el ver a sus caballeros desgastados por el incesante sol y rigor por parte de las fuerzas militares, muchos se preguntarían, ¿Por qué no resisten algo tan sencillo para ellos, si pueden contra dioses?, era sencillo, no iban a usar sus cosmos para aguantar, uno, los iban a atrapar, dos, los militares se hubieran dado cuenta y les hubieran sancionado peor y tres, se les habría olvidado por completo en el preciso momento.

-Comandante Alexander –saludo Shion a su buen amigo militar.

-Shion, mi buen amigo, es una alegría verte hoy por aquí –contesto el comandante estrechando la mano del patriarca –supongo que vienes por tus sabandijas ¿no?

-Así es, pero quiero saber ¿hiciste lo que te pedí? –pregunto Shion con serenidad a lo que el militar asintió –muy bien, llévame con ellos ahora mismo –el comandante asintió y llevo al patriarca únicamente a recoger a los chicos quienes estaban mucho más muertos que vivos –vaya, vaya, vaya miren lo que tenemos aquí a mis caballeros que debían guardar cuarentena pero ahora atrapados por salir en toque de queda –los chicos apenas vieron al patriarca, se pusieron como papel, si el rigor en el batallón fue feo, no querían imaginar lo que les pasaría al llegar al santuario, pues habían sido ATRAPADOS.

Continuara 

Cuarentena DoradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora