4 - Pero, no llegaba a verla...

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Podía sentirlo

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Podía sentirlo... estaba en el mismo parque de todos los días. Pero sentía que hoy nuevamente su madre tardaría, aunque tenía la esperanza de que se apresuraria para no empaparse.
Estaba a punto de llover y el parque se veia solitario. El pronóstico anunciaba lluvia y ella salió sin importarle nada. Los del internado no se habían dado cuenta de que salió y creen que esta en su habitación, escribiendo una "carta" para su madre. Cada día escribía una para que se la envíen y sepa sobre su día. Pero el dueño del lugar guardaba las cartas en una caja y las escondía.

Subestimaron esa pequeña por su discapacidad.

La fría brisa comenzo a soplar y poco a poco unas gotas de lluvia no tardaron en caer, frías y lentas.
Aún mantenía su pequeña sonrisa, sin mover ni un dedo... fue empapandose con la lluvia que aumentaba, el viento hacia peor la situación.

<Llegará... lo creo>

Su madre jamás sonrio, ella quería hacerla sonreír al menos una vez...
Levanto la mirada hacia el cielo, y cerro los ojos por unos momentos intentando pensar en cómo hacerla sonreír cuando vuelva.

Escuchó pasos rápidos dirigirse hacia ella, las pisadas contra los pequeños charcos y tierra mojada. Así que abrio sus ojos encontrándose con un hombre mayor, albino de ojos carmesí; le recordó un poco al Ishigami, éste la cubrió con su paraguas.

-¡Oye! ¿qué haces aquí sola? te enfermaras bajo la lluvia -Dijo en un tono preocupante.

Sus pies yacían sucios de barro por los charcos que piso al intentar ayudarla.

-Espero a mi madre... tal vez llegue, al menos hoy tengo esperanzas -respondió con una sonrisa-. Debería salir de aquí, se ensuciara más.

Ambrio sus ojos levemente sorprendido, un recuerdo de las charlas que tenía con su hijo hizo que comience a sospechar quién es ella.

-Pequeña... tu nombre es ¿Ruby? -Se puso de cuclillas sin importarle ensuciarse, mientras la cubría con el paraguas.

-Si, mis dos amigos lo eligieron para mi. Es hermoso ¿no es así? -Asintió con alegría.

Con lastima hizo una pequeña sonrisa y asintió en respuesta.

-Un gusto, me llamó Byakuya Ishigami.

-¿Ishigami? acaso...

-Soy el padre de Senku -comentó con una gran sonrisa mientras le mostraba una foto de ambos que tenía en su billetera, por si llegaba a dudar-. Ven, vamos a mi casa, Senku estará contento de verte. Al menos hasta que se detenga la lluvia, yo avisare al...

-¿Internado? ¡Claro! supongo que mamá no llegará hoy, después de todo está lloviendo. -Acepto sintiendo que podia confiar en él, su mirada lo decía, esa gentileza y calidez... le recordaba a Senku.

Pasos de alegría [Senku Ishigami] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora