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El caso del tubérculo asesino

«Era una típica tarde en la pequeña tienda donde se vendían frutas y verduras, el dueño de la tienda, un señor de unos setenta y muchos, ochenta y pocos se encontraba organizando algunas verduras para proceder luego a cerrar la tienda por ese día. Mientras tanto la señorita Píngguǒ¹, una manzana grande y roja, daba un recorrido por cada una de las repisas (sin que el dueño se diera cuenta) comprobando que todo estuviera en orden, apenas era lunes y los Mangos policías le habían solicitado apoyo para mantener organizadas a las frutas y verduras».

«La señorita Píngguǒ paso por donde estaban los cocos bien acomodados, el dueño de la tienda ya había cerrado por lo que las frutas y verduras se vieron libres de andar por ahí. Luego de pasar por la zona de los cocos, fue a la zona de las piñas las cuales parecían estar en otro mundo, así que se alejó lo más pronto posible».

«Aquella parecía ser una noche tranquila y relajada, unas cuantas gotas de lluvia chocaban contra la ventana, las frutas y verduras convivían como de costumbre, hasta que escucho un desesperado grito, en la zona de los repollos. La señorita Píngguǒ se apresuró a llegar al lugar en concreto, siendo seguida por otras frutas y verduras, lastimosamente el lugar de los hechos estaba abarrotado por frutas y verduras curiosas que preguntaban a cada rato que era lo que había sucedido».

«Como pudo la señorita Píngguǒ se abrió paso entre las frutas y verduras hasta que llegó al centro de la escena, se trataba de Báicài² un Repollo que si bien era bastante distante, no llegaba al punto de ser engreído, la verdad es que era bastante colaborador con sus iguales y con otras frutas y verduras cuando era necesario. Báicài se encontraba al frente del estante donde estaban sus otros compañeros repollos, completamente deshojado y con la pequeña Fānshíliú³ a su alrededor pidiendo ayuda totalmente histérica, era una Guayaba bastante paranoica que aún estaba verde; las lechugas miraban la escena con pena y susurraban entre ellas, eran las vecinas de los repollos».

«— ¡Oh, Píngguǒ Jiě! —Exclamó la Guayaba aferrándose a la manzana, lágrimas bajaban de sus ojos—. Báicài Gēge fue asesinado, ¡oh, Píngguǒ Jiě es horrible! —la Guayaba no paraba de llorar y temblar».

«— ¿Pero qué haces tú por estos lugares Xiǎo Mèimei⁴? Tú vives junto a los cambures y mis compañeras las manzanas».

«— ¡Sí! —Intervino una de las señoras lechugas y ambas, la Manzana y la Guayaba, alzaron la vista para ver a la señora en cuestión—. Es muy sospechoso que específicamente tú, Fānshíliú, hayas encontrado el cuerpo de nuestro querido Báicài, ¿No habrás sido tú la responsable de este horrible asesinato?»

«Al instante todas las frutas y verduras alrededor empezaron a susurrar, dándole un poco la razón a la señora Lechuga mientras la pobre Fānshíliú intentaba defenderse, negaba repetidas veces y hasta se alejó de la Manzana quién anteriormente la estaba consolando».

«—No es... eso es mentira, todos ustedes saben que por las noches me gusta caminar, solo estaba caminando».

«— ¡Já! Caminando, seguro —esta vez fue un Calabacín el que hablo».

«Píngguǒ que dejó de prestarles atención, se acercó a la escena del crimen que era investigada por los Mangos policías; efectivamente Báicài había sido deshojando y todas sus partes estaban esparcidas alrededor. Píngguǒ frunció el ceño, Báicài fue un buen amigo de ella y a menos que lo hubieran comprado, le parecía una muerte demasiado cruel para alguien que no se metía con nadie».

«Dio una vuelta alrededor con la intención de conseguir alguna pista pero por más que recorrió todo el pasillo, no consigo nada; le preguntó a los compañeros de Báicài si habían visto algo sospechoso pero ellos estaban dormidos hasta que empezó a gritar pidiendo ayuda, también le preguntó a las lechugas pero el resultado fue el mismo. La señorita Píngguǒ estuvo investigando hasta más tarde del amanecer pero no consigo nada, así que tuvo que volver con sus compañeras sin una sola pista del asesino de Báicài Gēge».

Guardería del Patriarca YilingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora