Destinados.

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Katsuki había ido a arreglar asuntos de la manada y recién había llegado a la mansión , pero primero se dirigió a la área de sirvientes a buscar a momo, extrañamente le gustaba estar ahí.

-¡Ey, tú!-Le hablo a un beta que pasaba- ¿Donde está momo?-pregunto.

-Oh, alfa, la señora se encuentra en los jardines con una amiga me parece- contesto el beta.

-Tsk... Largate...-

-Si...-

Katsuki se dirigía al jardín cuando un peculiar aroma choco con el.
Era un omega en celo y además el aroma más exquisito que había olído en su vida.
El chico cayó al suelo, se disculpo y enseguida corrió.
El olor lo había dejado atontado, el tenía a momo y una pareja marcada, pero aún así ese aroma lo hizo descontrolarse, eso sólo significaba una cosa, había encontrado a su destinado.

Trato de reprimirse e irse, pero el aroma del chico había quedado completamente grabado en su nariz,gruñó de satisfacción y sin darse cuenta siguió el rastro del Omega.

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Izuku se encontraba realizando sus labores como la jefa de limpieza le indico sin embargo, entro en celo y ella lo envío a su habitación.

Se encerraria en su habitación con llave no podía permitir estar de aquella manera tan expuesta, su mejor amigo Kaminari le dijo que lo iría a ver más tarde,sin embargo tocaron su puerta justo después de cerrarla,supuso que era Kaminari y abrió.

Frente a él no estaba su amigo Denki, no, era un alfa y no cualquiera.

Katsuki, el Alfa de la manada, izuku se dispuso a tratar de cerrar la puerta, sin embargo aquel hombre se interpuso para colarse a su habitación y arrinconarlo contra la pared.

-mm...no me haga nada... porfavor...- suplico-

Katsuki olfateó con saña el cuello de aquel Omega, tenía un olor embriagante, increíblemente exquisito.

Cerro la puerta y lanzó al chico a la cama, ni siquiera puso el pestillo, sabía que nadie se atrevería a entrar luego de saber que estaba ahí...
Se concentró en el bello Omega que lloraba frente a él.

Izuku, trato de alejarse de katsuki, pero este lo jalo de los tobillos hacia el para comenzar a desvestirlo a la fuerza.

-"deja de moverte"...-

Izuku jadeo con fuerza y se quedó quieto al instante, katsuki uso su voz de alfa con el, había sido horrible, tenía miedo... sabía que no se detendría no era su primer celo, pero aún así... tenía miedo.

Katsuki había retirado sus prendas una a una hasta que lo dejo en ropa interior, enseguida comenzó a tocar su cuerpo como quería importandole poco que izuku siguiese llorando.
El efecto que la voz de katsuki provocó sobre el se estaba desvaneciendo poco a poco, su cuerpo temblaba.

Katsuki enterró su cara en el cuello de izuku dejando besos de ahí hasta su clavícula, su mano tenía un pezón sensible y lo toquetea a sin parar, izuku gemía entre llanto, independientemente si quisiese o no seguía en celo y su cuerpo reaccionaba, las feromonas de Alfa no ayudaban en nada y comenzaba a embriagarse también.

Katsuki desabotono su camisa y la retiro sin alejarse mucho del Omega bajo él.

-Ah....-

El mismo alfa finalmente bajo los calzoncillos de izuku para tocar directamente su trasero y orificio completamente empapado en lubricante natural, tenía una erección que necesitaba atención urgente de aquel lugar.

Metió algunos dedos con facilidad escuchando a izuku gemir,ya ni siquiera se negaba, estaba embriagado en el placer.

No se molestó en desnudarse completamente simplemente desabrochó su pantalón y saco su erección.

Puso a izuku boca abajo sobre la cama y sin detenerse a pensarlo siquiera lo penetró, su pene resbaló con facilidad gracias al lubricante que escurría a borbones.

El Omega gritó y trato de alejarse, sin embargo este se lo impidió comenzando a moverse.

-Mierda...ah-

Katsuki ni siquiera se molestó en esperar que se acostumbrara se movió con fuerza, el bienestar del Omega no era muy relevante para la mayoría de los alfas.

La sangre resbaló junto al lubricante y bajo por sus piernas hasta la cama.
Katsuki sonrió, este era un Omega virgen, entonces era completamente puro no había sido tocado por otros.

Izuku gemía, al principio había sido horrible y doloroso, pero comenzaba a sentirse bien, su mente había estaba nublada y había dejado de negarse consentrandose en el placer.

Katsuki lamio el sudor en su cuello justo donde iba la marca, no había dejado de moverse, cambio la posición y aumento la fuerza de las embestidas, izuku gimió con más fuerza y el soltaba gruñidos roncos.

Sentía que llegaba al orgasmo, así que siguió, beso los labios de izuku y acalló los gemidos de esa forma, se corrio justo después, mordió el hombro de izuku y así evitar una marca de enlace, mientras el nudo se inflamaba en el interior del Omega.

-Ah...ah...mierda...-dijo viendo al susodicho perder el conocimiento....















Gracias por leer.













Un Contrato de DolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora