1 cumpleaños, 1 pastel y 1 nota [Y. JEONGIN, AU]

I

Narrador omnisciente

Mira las tiendas a su alrededor mientras camina rápidamente, sintiendo la fresca brisa de la primavera tocar sus brazos. Es de noche, así que las calles están iluminadas por las farolas y las luces de los autos pasando alrededor. A pesar de encontrarse en la parte central de Busan, con todos los negocios y tiendas más importantes o reconocidas, hay poca gente por la calle camina. En primer lugar: porque es día de semana. Y en segundo lugar: porque ya todos quieren volver a su casa cuando son las nueve de la noche.

En el caso de Jeongin, no es así, pero se debe más bien a que lo obligaron a estar allí.

Va a matar a los chicos cuando los vea. No hay mejor opción. Venían preparando el cumpleaños de Hyunjin desde la semana pasada; crearon un grupo sin el chico, dijeron lo que harían todo el día para volverlo feliz, y después pensaron el plan para que fuera sorpresa. ¿El problema de todo esto? Le dejaron a Jisung encargarse de buscar la torta.

Está bien, él formó parte de la decisión. Pero viéndolo en retrospectiva, ¿cómo es que ninguno de ellos pensó dos veces cuando le dijeron a Jisung que él debía comprar la torta? El resultado de su falta de atención fue un Jisung enviando un mensaje por el grupo diciendo que se había olvidado en comprarla, terminando con Jeongin yendo al centro a comprar porque todas las tiendas alrededor de la casa de Hyunjin están cerradas, porque es día de semana, y porque todos quieren estar en sus casas antes de las nueve.

Así que ahí está él, sintiendo su teléfono vibrar debido a los mensajes de los chicos. Probablemente le están diciendo que se apure, ya que idearon un plan rápido para que Hyunjin no llegara a casa y se encontrara con la sorpresa que le prepararon.

"Todo está saliendo magnífico..." Masculla en tono sarcástico, mirando los letreros con rapidez. Está tan preocupado de maldecir a los chicos en su cabeza, cuando ve un dibujo de un pastel en uno de los letreros, y se detiene abruptamente "¡Oh!"

Camina hacia la tienda, deteniéndose justo afuera observando que hay fila para poder entrar. Vuelve a inspeccionar la calle donde se encuentra para saber si habrá otra tienda de pasteles cerca que no tenga una fila. Sin embargo, aquella parece ser la única.

Se mete las manos en los bolsillos, impaciente. Hacen pasar a la señora de adelante, y él también se adelanta un paso. Decide mirar los pasteles puestos en la vitrina para poder pedir rápido y que solo deban entregárselo.

Hay de chocolate, frutilla, arándanos... Cheesecake... Galletitas... Todo eso decorado prolijamente, algunos con perlas y otros con figuras y palabras encima. El mero hecho de ver todo el trabajo que implica aquella decoración le hace tocarse su oreja con nerviosismo; encontró una tienda, sí, pero ¿cuánto costarán los pasteles allí? Se ven caros. Y Jeongin apenas tiene la cuota que le pasaron los chicos, que no es tanto porque ninguno de ellos trabaja.