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"Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad"

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"Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad"

🌑 Chapter VI. Se desvelan los secretos 🌑

El resto del día Analisse evitó a sus amigas y a los Merodeadores a toda costa. Se encerró en la habitación y no salió hasta que la noche se ciñó sobre ella. Sintió pasos procedentes de las escaleras, y se apresuró a salir de la cama, jsuto en el momento en el que Lily y Marlene entraban hablando alegremente.

- Liss, ¿estás bien? – preguntó Lily tras un pequeño silencio – No has ido a clase en todo el día.

- Estoy bien, Lily, no te preocupes – la pelinegra se acercó para abrazarla – Voy a ir a ver a Madamme Pomfrey, a ver si tiene algo para este horrible dolor de cabeza que me atormente.

Trató de sonar lo más convencida posible, y salió de la habitación antes de que le pudieran preguntar algo.

Se sorprendió al no encontrarse a los Merodeadores en la Sala Común, pero lo agradeció, pues así pudo salir al pasillo sin problema. Rezó interiormente para no cruzarse con nadie, y antes de que se quisiera dar cuenta, ya estaba en la linde del Bosque Prohibido.

Suspiró con alivio y se internó en el mismo. Caminó entre las raícez de los oscuros árboles hasta llegar a un claro, donde los rayos de la luna llena se colaban entre las ramas. Cerró los ojos y abrió los brazos, tratando de disfrutar al máximo de ese momento de paz.

Sintió como la punta de sus dedos hormigueba, en un deseo furioso de sus poderes por salir. Dejó de controlarse y sintió aquella energía, que llevaba días reteniendo, fluir a través de sus manso.

Fue liberador para ella. Por primera vez se sentía de nuevo como en casa. Reprimió el impulso de soltar un grito, y salió corriendo a toda velocidad en la primera dirección que se le ocurrió. Todos sus sentidos estaban alerta, pero al mismo tiempo disfrutaba de lo que la rodeaba.

Pasaba a través de los árboles a una rapidez pasmosa, convirtiéndolos en sombras que se abrían a su paso. De pronto, algo a su izquierda llamó su atención, haciéndola parar de golpe.

Todavía no tenía visión de lo que se trataba, pero con un poco de concentración y olfato, descubrió que se trataba de un ciervo. Camino con sigilo entre las raíces hasta encontrarlo. No parecía un ciervo normal, pues miraba de un lado a otro con nerviosismo.

No percibió su presencia, y eso la hizo sonreír. Estaba claro que no había perdido su estilo. Antes de que el ciervo pudiera darse cuenta, esta se puso frente a él pero, en lugar de huir, la observó con curiosidad y, diría, que desconcierto en su mirada.

Clavó sus brillantes ojos azules en los negros del ciervo, e indagó en su mente. Lo que encontró le hizo dar un par de pasos hacia atrás antes de hablar.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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Analisse [Remus Lupin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora