Analisse [Remus Lupin]

III |

"No somos amigos, podríamos ser cualquier cosa"

🌑 Chapter III. Amigos 🌑

La gryffindor esperaba paciente frente a la chimenea con un libro en sus manos. Poco a poco sus compañeros fueron desapareciendo, hasta que tan sólo Lily quedó a su lado.

- ¿Estás segura de que no quieres venir conmigo?

- Si, Lily, me quedaré un rato más aquí leyendo.

- De acuerdo - respondió la pelirroja, inclinándose para besar la coronilla de su amiga - Pero ten cuidado, que no te coja el frío.

- Vale, mamá - respondió entre risas, sacudiendo la cabeza.

Una vez Lily desapareció en su habitación, Remus bajó las escaleras con calma. Terminó tropezando en el último escalón, al recibir un empujón por parte de Sirius, que le había seguido hasta ahí.

La pelinegra se giró, ligeramente sobresaltada, y se encontró con un colorado Remus, que la observó sin moverse.

- ¿Vienes? - terminó preguntando, con una sonrisa, mientras señalaba un sitio a su lado.

Asintió con nerviosismo y ocupó su lugar en el sofá. Analisse lo observó en silencio durante un rato, sonriendo inevitablemente ante el nerviosismo del chico. Se fijó detalladamente en algunas cicatrices que tenía sobre la piel, y tuve que resistir el impulso de preguntarle por ellas.

Finalmente rompió el silencio, consiguiendo que, poco a poco, el gryffindor se olvidara de donde estaba.

De lo que hablaron aquella noche, Remus no recordaba ni la mitad. Había estado demasiado ocupado observando con detalle el perfil de su compañera. Lo único que le había quedado claro era que, a parte de ser increíblemente atractiva, su interior era aún mejor.

Al día siguiente se despertó con una sonrisa en el rostro, ganándose así las burlas de sus compañeros. Llegó al Gran Comedor y sintió como su corazón se aceleraba al notar la presencia de Analisse ya en la mesa. La observó en silencio y se sorprendió al ver que, siendo tan temprano como era, y habiéndose acostado muy tarde, no había ni rastro de cansancio en su mirada.

Esta alzó la mirada al tener la sensación de que alguien la observaba con fijeza. Le sonrió a Remus de forma ladina antes de volver a centrarse en lo que estaba haciendo. Lupin reaccionó al sentir el codo de Sirius impactando en sus costillas, y terminó por ocupar un sitio frente a la chica.

- Luces hermosa, querida Lissie - la saludó Black, con una mirada picarona.

- Dime algo que no sepa, Black - fue su respuesta, sin alzar la mirada.

Sirius la observó sin perder la sonrisa, pero con un brillo extraño en la mirada. Analisse Varacolaci parecía ser inmune a sus encantos. Y eso no le gustaba. Sin embargo, podía notar el nerviosismo de su querido Lunático cada vez que la chica estaba presente, por lo que se limitaría a hacerle ese tipo de comentarios. Estaba claro que Analisse ya era chica de un solo Merodeador.