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La semana había pasado entre charlas y juegos, hoy habían sacado la saga de un juego favorito que ambos compartían gusto y decidieron que sería buena idea comprarlo juntos, como una clara excusa para encontrarse, era ahora o hasta que cumplieran dos meses juntos, y realmente preferían un ahora a esperar tres torturasas semanas más.
Se encontraban en la ciudad de Tokio como ya era costumbre cuando se veían, ambos se tomaban de la mano y aún con la multitud de personas que llegaba a asustar al pequeño teñido, estaban en un centro comercial en busca de una buena tienda de videojuegos que no tardaron en encontrar.
Para su suerte el juego que iban a comprar ya estaba a la venta y habían varias copias para no preocuparse, realmente pensaban que tendrían que hacer una larga fila en espera de comprar el juego y luego les dirían que no habían más copias, pero al parecer nadie había localizado aquel pequeño local no muy escondido de videojuegos, ni siquiera Kenma que siempre iba al centro comercial en busca de nuevos juegos lo había visto.
-¿Quieres comprar otro juego?- Pregunto la chica cuando vio como su novio veía con curiosidad los otros juegos que desconocía.
-La verdad sí, ya me estoy terminando de pasar los que tengo y si no fuera por Kuroo, seguramente ya los habría terminado.- Gruño suavemente, quería a su amigo pero lo odiaba cuando le quitaba sus juegos solo por su "bienestar"
-Te ayudo a escoger.- Le sonrió con ternura antes de alejarse a otra sección para ver los juegos que ella solía jugar, sabía que había uno que otro que el mayor de los dos no conocía y tal vez podría gustarle, más de 7 meses conociéndose entre charlas nocturnas tenía sus pros, ella realmente no entendía como era que podían hablar de tantas cosas sin si quiera quedarse sin tema, porque vamos, a ambos chicos les costaba la mayoría de veces poder comunicarse por mucho tiempo con otras personas.
Al final tomo tres juegos en mano y se los acerco al teñido, quien los observo y al final se quedo con dos de esos, ambos pagaron los juegos nuevos que habían comprado y decidieron ir a uno de los parques más cercanos a comer un helado que fue pagado por el chico con rasgos gatunos que siempre solía negarse a que su chica gastara dinero en el.
-Ten.- Dijo pasándole uno de los dos conos a ella antes de sentarse a su lado, comenzando ambos a saborear el frio dulce del helado.
-¿Te cuento un secreto?- Preguntó la de los ojos marrones, mirando divertida a su compañero quien solo asintió con curiosidad. -Cuando te conocí en persona por primera vez, pensaba que ibas a terminar con Kuroo.- Bromeó soltando una suave risa, dejando totalmente fuera de lugar a su novio, quien solo la miraba con su cara de pokerface.
-¿Lo dices en serio?- Se atrevió a preguntar.
-No, bueno... un poco sí, aún siento que Kuroo te robara de mi lado.- Respondió con un pequeño puchero en sus labios, mirando con reproche al adverso.
-Creo que deberías de preocuparte más por la consola que por Kuroo.- Lo había dicho con tanta sinceridad e inocencia que no pudo evitar el hecho de hacer reír a la chica, pobre de su amigo el gatuno, sabía que siempre sufría por la ignorancia de parte de Kenma.
