Four

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Busan, 10 años atrás.

Jisung corría a través del bosque convertido en un hermoso lobo color caramelo. Amaba esa libertad. Sabía que para las nuevas generaciones, dejar salir su lado animal no estaba de moda, "Era salvaje y antiguo" pero él y su mejor amigo lo disfrutaban totalmente. Seguía corriendo cuando lo sintió, el lobo negro se lanzó encima de él y empezó a lamerlo. Se retorcía en el suelo. Ya no aguantó y le pidió  a Hyunjin volver a su forma humana, ambos lo hicieron. Estaban desnudos pero no les importaba, ambos iban en contra de todos los prejuicios sociales. Un alfa y un omega amigos que se conocían perfectamente, que no sentían vergüenza de ver sus cuerpos desnudos. Corrieron al lago y se metieron al agua, estaba fría pero aún así lo disfrutaron.

–¡Vamos Hyung! Dime que sí, no voy a hacer esto solo.

Jisunggie ya te dije que tu abuela me da miedo, no quiero saber cosas de mi futuro-

–¿No quieres saber si conocerás al hermoso omega con el que sueñas todos los días?

–¿Y si me dice que mi destino es una omega o una beta? No, prefiero no saber.

–Por favor... Yo sí quiero saber pero no lo haré solo.

La discusión continuó aún después de que salieron del agua y se vistieron. La abuela de Jisung era una anciana especial, tenía una especie de don, este se trataba de que podía ver o visualizar a las parejas de tanto Alfas, omegas y betas. El único requisito era que su lobo ya estuviera definido. Jisung con 15 años era un lindo omega y ahora al estar de visita a su abuela sentía mucha curiosidad de como sería su pareja destinada pero no quería sin su hermano Hyunjin. Éste en cambio estaba reacio, soñaba con encontrar un hermoso omega que lo hiciera feliz, alguien con quien compartir su vida y sus logros pero temía que le dijeran otra cosa. A pesar de eso, Jisung fue lo suficientemente convincente y ahora se encaminaban a la casa del omega para ver a la dichosa anciana.

Entraron en la casa y la abuela alfa de Jisung estaba sentada en una mecedora, cuando vió a su nieto y su mejor amigo no tuvo dudas de saber a qué venían.

–¿Quién quiere ser primero?

–¡Yo seré abuela! –Jisung se sentó en frente de su abuela y tomó sus manos.–

–Hijos escuchen, yo no les puedo decir como se llama o en qué momento encontraran a su pareja destinada. Solo les puedo ver y darles una descripción de el o ella, también puede que vea algún hecho relacionado con su pareja destinada. Pero deben tener en claro que la vida tiene múltiples giros y no todo podría salir tal y como yo lo vea, ¿Están claros? –Ambos chicos asintieron.–

La abuela tomó entonces ambas manos de su nieto y le pidió que cerrara sus ojos, ella hizo lo mismo y de pronto su rostro se quedó sin expresión. Hyunjin la miraba un poco asustado.

–Han Jisung, tu pareja destinada es un bello alfa, es mediano, tiene el cabello castaño oscuro, piel pálida, sus ojos son pequeños pero profundos. Es un alfa callado pero inteligente y sensible. ¡Un artista! Y tiene una hermosa sonrisa cuadrada. –Jisung iba a abrir los ojos y soltar la manos de su abuela, ya estaba satisfecho y feliz cuando ella lo apretó un poco más y su rostro se contrajo.– ¡Oh hijito! Tendrás que tener mucho cuidado cuando tengas a tus cachorros, tendrás complicaciones durante el embarazo.

De pronto la anciana lo soltó y Jisung quedó un poco preocupado. ¿Cómo que tendría complicaciones?

–Eso que dijiste abuela...

–Lo siento Sunggie, solo lo visualicé, ya les dije que a veces sucede pero no debes temer, estoy segura que cuando llegue el momento todo saldrá bien. –Jisung sonrió y miró a Hyunjin, quien de convencía cada vez más de no querer que esa anciana tomara sus manos pero su amigo le miraba expectante.

Hyunjin se acercó a la anciana y tomó sus manos.

–Mi querido niño, tu pareja destinada será un hermoso joven omega, será un chico fuerte, inteligente y muy atlético. Con unos bellos ojos color avellana, pecas esparcidas por sus mejillas, un rostro varonil y a la vez de niño. Su mirada te va a cautivar. –Hyunjin estaba feliz. Eso era todo lo que quería escuchar, un omega... Un lindo omega era su pareja destinada, ahora solo debía esperar. Pero la anciana una vez más sujetó sus manos y su rostro también se contrajo.– Tu omega... Veo que una sombra oscura lo acecha, estará en peligro de muerte, si su unión se concreta... Él podría morir.

Hyunjin no entendía bien a lo que se refería la anciana. Esta soltó sus manos y abrió los ojos.

–Jinnie, hijito lo que ví nunca lo había visto antes. No entiendo, se supone que las almas gemelas están destinadas a estar juntas pero en tu caso... Lo que pude ver fue peligro alrededor de ustedes, si se enamoran tu omega podría morir, no puedo ver las razones y lo siento tanto. Jamás me había sucedido esto, no debí hacerlo.

La mujer salió de la habitación dejando a los dos amigos profundamente acongojados y tristes. Esa noche los padres de Jisung y los padres de Hyunjin se reunieron y hablaron con la anciana para que les explicara de mejor manera lo que había visto pero ella no pudo ver más, solo eran sombras, sombras sobre el futuro de Hyunjin y su pareja.

Sus padres trataron de tranquilizarlo, tal vez solo eran tonterías, aunque esa mujer había acertado en cada descripción que en el pasado había hecho.

Esa noche, Hyunjin lloró en los brazos de sus padres y también en los de Jisung. Les pidió que no le dijeran nada a su hermano Minho pues no quería preocuparlo. Él tomaría una decisión, no dejaría que ningún omega se le acercara, no quería poner el peligro a su pareja destinada, no lo permitiría, no dejaría que por su culpa muriera.

El tiempo pasó y con los años los padres de Jin fueron viendo como su hijo se volvía un afla frío y desagradable con los omegas. Por más que trataron de que cambiara no lo lograron y dejaron de entrometerse. Se enfocaron en presentarle lindas omegas y betas, que él rechazaba una y otra vez.

Cuando entró a la universidad un año después conoció a Seo Changbin, supo que la abuela de Jisung no se equivocaba, más todavía cuando le presentó a su dulce amigo omega Han Jisung. Ambos lobos conectaron enseguida y Jisung supo, al mirar esos pequeños ojos y esa hermosa sonrisa, que ese alfa rubio era su pareja destinada.

Hyunjin seguía huyendo de cualquier omega que quisiera acercársele. Tuviera o no las características físicas que la señora Han había descrito. Se podía decir que cayó en una especie de paranoia que lo llevó a una autodestrucción. El antiguo Hyunjin que no le importaba tener como mejor amigo a un omega era ahora un sombrío alfa, rodeado de otros alfas que pensaban que eran una casta superior. Poco a poco se fue alejando de Changbin y Jisung. Conoció a Bangchan y se aferró a él como un salvavidas para borrar completamente el Hwang Hyunjin que alguna vez hubiera existido.

A sus 19 años se olvidó de amar, de sentir y de ser feliz. Sus estudios se convirtieron en su prioridad. Solo a veces en la intimidad de su dormitorio se permitía soñar con aquél omega que había descrito la abuela de Jisung.


Ya no podía seguir dilatando su encuentro con Felix. Ese chico estaba ahí fuera esperando por él, ese hermoso chico que olía maravillosamente bien. De pronto se dió cuenta de que era el único que podía sentir su olor. ¡Eso reafirmaba todavía más su conexión! Ese omega inteligente de alegre sonrisa que logró sacudir intensamente a su lobo y que lo llamaba a protegerlo y cuidarlo.

Hyunjin no era un mal hombre, solo era un hombre que había sufrido con una predicción que a todas luces parecía ser cierta, más aún cuando Jisung casi muere en su reciente parto. Por eso no sabía que hacer. Debía dejar ir al omega pero sabía que si él no le daba el trabajo nadie lo haría. Podría dejar que Minho se lo llevara pero su alfa gruñía cada vez que lo pensaba y lo hacía sentir realmente incómodo. No, él debía tenerlo cerca. No lo podría hacer su pareja pero sí lo cuidaría, no lo podía dejar a la deriva. Debía ayudarlo de alguna manera.

Decidido salió del baño, encontrándose con la mirada asustada y a la vez más dulce que había visto en su vida. Felix lo miraba expectante a la espera de lo que el alfa tendría que decirle.

Seré Tus Pies, Seré Tu AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora