" seran socios"

21 1 0
                                    

Habíamos llegado a Londres, a casa de mi madre, era grandes muy grande, tenia 2 empleadas y jack el chofer, tenía una sala inmensa, Todas las paredes eran blancasa, los sillones eran negros con cojines rojos, todo perfectamente limpio, al lado izquierdo habia un gran arco que daba al comedor de ocho puestos mesa de vidrio y sillas blancas y un florero lleno de rosas en el centro había una gran puerta que dirijia a la cocina, era amplia, ya estaba acostumbrada a mi pequeña cocina en mi apartamento, pero la verdad la cocina no era lo.mio me defendía pero era muy torpe por eso prefería quedarme quieta, al lado derecho de la sala estaban las escaleras subimos y entre a la que siempre había sido mi habitación, tenia una cama doble con tendido blanco y cojines morados, las paredes eran blancas y tenían decoraciones moradas, a la derecha esta el mirador con puertas de vidrio y cortinas moradas, decidí descansar ya que mañana era lunes mi primer día en la compañía.

...

"Mía duerme ya, mañana tendrás que estar a las ocho en la compañía, para presentarte ante Antonia y Sebastian (eran la pareja que eran socios de mi mamá), espero que estés puntual, buenas noches" dijo esta retirandose de mi habitación, me puse mi pijama de osos me cepille mis dientes y me amarre el cabello en una cola, y me diriji a dormir, no sin antes mirar mi celular, Juan no había visto mi mensaje era extraño.

Al otro día...

Me desperté antes que mi despertador sonara, creo que era demasiado temprano, antes de seguir durmiendo mire la hora en mi celular, eras las 7:30... Esperen QUEE, las 7:30, tenía que estar en la compañía a las 8 en punto y tardaba 15 minutos en llegar osea que tenia exactamente 15 minutos me pare de la cama y me diriji al baño en 5 minutos estaba fuera de el, tome el primer vestido que vi, uno rosado claro ajustado al cuerpo, me tenia que poner tacones así que mire unos plateados altos y me los puse, seque mi cabello y deje mis ondas naturales que caían perfectas en mis hombros, me puse un poco de maquillaje y salí de la casa eran las 7:55, no era posible, en 5 minutos tenia que estar allá, en estos momentos odiaba que el despertador no hubiese sonado, me monte a mi pequeño auto blanco y me diriji a la empresa, estaba como una loca al volante sino mi madre me mataría.

...

Estacione el carro, eran las 8:13, esto solo me pasaba a mi, corrí como loca por toda la empresa buscando el salón de reuniones donde me había citado mi madre pero no encontraba nada, ví a un chico caminando solo era alto, era musculoso, su cabello están muy bien peinado y sus ojos eran café oscuro igual a su cabello.

"Oye, disculpa" dije detrás de este chico para tratar de llamar sus atención, y lo logre este volteo hacia mi.

"Si?" me quede boba, era muy atractivo, pero bueno en estos momentos tenia que pensar en otras cosas.

"Disculpa soy Mía, estoy buscando la salon de reuniones, me podrías decir donde queda" dije un poco apenada, veía como el me sonreía de una forma extraña, se veía tan lindo así.

" soy Kar, me imagino que eres la hija de la señora Victoria, te debe estar esperando, ven yo te llevare" dijo este dirigiéndose al ascensor, subimos al el, y vi que hundio el quinto piso, bueno era el ultimo.

"Gracias, disculpa la molestia" dije algo tímida

"No hay problema...así que eres la hija de mi jefe, te han dicho que eres hermosa" dijo este mirándome con una sonrisa, me sonroje por completo parecía un tomate, solo le Sonreí ante su comentario.

Llegamos al quinto piso, el me indicó cual era el salón y corrí lo mas rápido que pude pero como tanta perfección no era posible caí como una plasta en toda la puesta del salón esta se abrió, y pude ver como todos me miaraban con el ceño fruncido, me levante algo apenada, de verdad que era torpe,

"Disculpen la demora" dije mirando a mi madre, a Sebastian y a Antonia, y esperen había un chico junto a ellos, de verdad que mi madre trabajaba con chicos hermoso, este tenia los ojos azules grisosos, su cabellos caía desordenado en su frente, tenia una piel perfecta, era de mi tono trigueño, era alto y muy acuerpado, tenia un buso negro, un pantalón negro y unos converse negros, parecía un emo, pero era perfecto, en su buso se alcanzaba a notar sus brazos con perfectos músculos, pero había algo que no me cudraba este me miraba serio y curioso, como si estuviera viendo cada detalle de mi cuerpo, eso me intimidaba.

" por fin llagas, ahora si podemos empezar" dijo mi madre para que tomáramos asiento.

Max

Estábamos esperando a la hija de la señora Victoria, la verdad era que no era para nada puntual, ya estaba empezando a desesperarme, sentí cuando la puerta se abrió, diriji mi mirada hacia esta y vi a una chica hermosa en el piso pidiendo disculpas mientras se paraba, quería reírme de ella pero su belleza no me lo permitía, era la mujer mas perfecta que he visto, su cabellos caía en unas perfectas ondas, sus ojos miel que le daban un toque de ternura a su cara y ni hablar de su vestido, le quedaba tan ajustado que podía ver sus curvas, podia ser otra de mis chicas, no creía en el amor, solo pasaba noches con ellas y ya, si alguna me gustaba pasaba dos noches con ellas y cambiaba, el amor no era lo mio, siempre uno sale lastimado, solo duran unos momentos de felicidad después alguno tiene que salir lastimado, y por eso no pensaba volver a pasar.

"Max ella es Mía Smith mi hija, Mía el es Max Steven el hijo de Sebastiano y Antonia" escuche decir a Victoria yo solo la mire serio, había algo en ella que me hacia pensar que era diferente pero estoy seguro que caería como las otras, ella me mostró una linda sonrisa, por Dios si que era linda.

"Chicos Victoria, Antonia y yo decidimos que ustedes dos se hagan cargo de esta compañía, nosotros tenemos que viajar mucho y estar pendientes del resto, estaremos con ustedes aquí ayudándolos pero ustedes se harán cargo de todo, así que... Serán socios"  dijo mi padre, me quede paralizado pensé que yo era el único no sabia que era con ella.

"Pero no sabia que tenía que compartir con ella" dije mirando a mi padre con. Ceño fruncido

"Madre pensé que era yo sola" escuche decir a aquella chica, Mía, al parecer tampoco le gustaba la idea.

"Chicos los dos se acabaron de graduar, Mía tiene 19 y tu Max tienes 20 están perfectos para asumir la gerencia juntos, la decisión esta tomada" los dos fruncimos el ceño, pero no había nada que hacer tendríamos que trabajar juntos, esta bien que ella fuera hermosa, pero no quería compartir mi puesto con una chica, no quería.

Nota:
En la foto Antonia, madre de Max

Una historia para recordarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora