DÉJAME SABER QUIEN ERES

NUESTRO DIA SE ACERCA

Dejamos todos los cabos atados en Estambul para poder atender los preparativos de las bodas.
Llegamos a las 7 de la mañana al aeropuerto de Valencia, decidimos alquilar un coche por las dos semanas que íbamos a estar en mi pueblo, para así estar más independientes para todos los pendientes que teníamos que hacer.
Como era todavía temprano quedamos con mi tía para desayunar en una cafetería que nos gustaba mucho ir cuando vivía en España. Cafés, tostadas con mantequilla y mermelada y muchas preguntas de mi tía sobre las bodas, la pobre me ayudaba en lo que podía desde la distancia.

-Por lo que me contáis ya estáis muy avanzados en los preparativos _dijo mi tia_

-Si la verdad estoy hasta yo sorprendido, por que tanto Sia como yo estamos muy liados con el trabajo, y el poco tiempo que tenemos libre lo dedicamos a la boda.

-Pero tampoco podemos relajarnos por que solo quedan 5 semanas y vamos a estar aqui dos, por lo tanto cuando volvamos a Estambul solo quedarán 3 semanas, tenemos el tiempo justo.

-Y lo mas importante? Y los novios ya saben que van a llevar ese día? _mi tía estaba emocionada por el tema del vestido_

-Yo si Ingrid, lo tenía claro. Pero creo que alguien lo tubo más difícil _después de decir eso le di un golpe a Can mientras el y mi tía se reian_

-Uff¡ Perdoname señor Yaman por querer estar presentable el día que me case contigo¡¡ _puse mi carita de puchero y cruze los brazos_

-Amor por mi como si vamos y nos casamos en vaqueros o en pijama, yo lo que quiero es casarme contigo, que seas mi mujer, y yo siempre te veo guapa, además ya sabes que cuando más me gustas es recién levantada, con tus ojitos medio cerrados por que todavía tienes sueño y tu pelo revuelto. _mi tía se levantó para saludar a alguien_

-Seguro? No me mientes? _yo seguía con mi cara de hacer pucheros_

-Es que acaso quieres que te lo demuestre futura señora Yaman? _me susurró al oído y yo le dije que sí con la cabeza mientras le cogía la mano_

Como ya habíamos terminado de desayunar nos levantamos, pagamos y fuimos hasta donde estaba mi tía. Me di cuenta que la mujer y la chica que estaba con ella no dejaban de mirar a Can, como teníamos prisa interrumpí la conversación.

-Tía nosotros nos vamos tenemos muchas cosas que hacer y sitios donde ir, nos vemos más tarde o te llamo.

-Vale cariño, tened cuidado y si necesitáis cualquier cosa llamarme.

-Gracias Ingrid. _Can y yo le dimos un beso para despedirnos_

Subimos al coche y miramos la libreta con todas las cosas anotadas que teníamos que hacer. Lo primero era ir al ayuntamiento a pedir unos papeles mios y luego enviarlos al padre de Can para que lo llevara con el oficiante de la boda de Estambul.

-Oh no¡ No me acordaba¡¡

-De Que no te acordabas Sia?

-De que los martes y los viernes aqui hacen mercado en la plaza del Ayuntamiento y habrá un montón de gente por allí _le dije llevándome las manos a la cara_ Será imposible pasar por allí tranquilamente.

-Pero tenemos que hacerlo Sia, no podemos posponerlo más, se nos está echando el tiempo encima.

-Ok¡Ok¡ Vamos¡ Haber que pasa...

Llegamos al ayuntamiento, pedimos los papeles que necesitabamos y nos los dieron de inmediato, de allí fuimos a correos para enviarlos ese mismo día a Estambul, para así agilizar los trámites de allí. Al salir de allí vimos a una prima mía, le presenté a Can y hablando con ella nos metimos en medio del mercado, por suerte todo el mundo iba a su rollo. Nos fijamos que en una puesto de ropa había una madre con una niña de unos 8 o 9 años que le insistía en que le comprara una camiseta con una foto de Can, no se pero me dio por reír al ver a la situación, y cuando me quise dar cuenta Can estaba al lado de esa niña comprándole la camiseta, pidió un rotulador y se la firmo con dedicatoria, también se hizo unas fotos con la pequeña, que estaba alucinada de ver a Can a su lado, apenas se le despegaba del cuello.
Fuimos a comer a casa con mi tía, y ahora tocaba una parte "jodida" para mí. Hablar con mis abuelos de la boda. La verdad que sin ganas por qué si por mí fuera no les diría absolutamente nada después de cómo se comportaron con mi madre y por lo tanto conmigo, pero yo no soy tan.... mala, vengativa, rencorosa como ellos.
Llegó el momento de la verdad, y toda esa seguridad que tenía desapareció en cuando vi la puerta de la casa de mis abuelos, la manos me temblaban, y mi mente se quedó completamente en blanco

-Cariño, estás bien? _dijo Can preocupado_

-Si... No... No lo sé.

-Lo primero tranquilízate, vale. Y lo segundo, pase lo pasé, hagas lo que hagas y decidas lo que decidas, yo siempre te apoyaré, siempre estaré contigo a tu lado, recuerda esto siempre vale amor?

-Can te amo, no se qué haría sin ti. Hace años que no hablo con ellos, hace 15 años que no se apenas de ellos, ni en Navidad, ni cumpleaños, ni nada de nada, igual no les importa que me case, pero yo me siento en la obligación de decirlo.

-Claro que si mi vida! Tu obligación es que les digamos que nos vamos a casar, e invitarlos, y si van o no van eso ya es decisión de ellos. Entramos?

-Si. Acabemos con esto de una vez.

Cuando llamé al timbre de la puerta de casa de mis abuelos, Can no dudó en cogerme la mano fuerte. Mi abuela abrió la puerta y vi su cara cara de sorpresa, des pues de saludarla y nos invitó a entrar en la casa.

-Estamos aquí para deciros que nos vamos a casar. Y que vamos a hacer dos bodas una en Estambul y otra aquí, por qué hay gente que no puede que no puede viajar. _dije con la voz temblorosa_ Por supuesto que vosotros estáis invitados a las dos bodas, después de todo sois mis abuelos, mi familia y me gustaría que esos días estuviéramos juntos.

-Yo, yo no sé qué decir _musitó mi abuela_

-Yo he hecho lo que debía hacer, aquí está la invitación de la boda de Estambul, por qué la de aquí todavía no se han impreso. Yo quiero que estéis conmigo, me encantaría que estuvierais conmigo, pero eso ya depende de vosotros.

-Y tu tío?

-El hermano de mi madre, su mujer y sus hijas también están invitados. Aquí está su invitación. _saque otra invitación_
No puedo decir que por mi parte esté todo olvidado, por qué sería mentir, pero no quiero remover cosas del pasado, mi madre no me enseñó a ser así. Ahora todo está en vuestras manos. _nos levantamos para irnos_

-Sia, te debemos una disculpa, no nos portamos bien con tu madre.

-Es verdad, no lo hicisteis bien, pero ahora ya no hay remedio para eso, espero que el día de mi boda estéis conmigo.

Fui hacia mis abuelos les di un beso y un abrazo, ocultando mis lágrimas, Can también se despidió de ellos se que mi abuelo le dijo algo, pero yo agaché la cabeza y me fui hacía la puerta para salir de esa casa cuanto antes. Subimos al coche, me senté para conducir yo. Minutos más tarde aparqué el coche y bajé.

-Amor, ven? _envolvió con sus brazos y yo rompí a llorar_

-Por que? Porqué tiene que ser así? No he notado ni una pizca de alegría por mí. Nada. A sido todo tan frío. Que te ha dicho mi abuelo?

-Tranquilizate vale? Respira, relájate...

-Can dímelo por favor.

-Me ha dicho que ojalá algún día los perdones y que te cuide.

-Que los perdone... Que me cuides...

-Ehh! Ehh! Mírame! Sia mírame! Tu no eres como ellos, tú eres diferente a ellos, tú eres luz, tú eres bondad, tú eres magia y si te voy a cuidar el resto de mi vida.

-Pero las cosas no tendrían que ser así.

-Lo sé. Pero están así. Y tú vales más y eres más fuerte que todo esto, y si en algún momento estás débil yo te estaré contigo.

-Can, no se qué haría sin ti.