DÉJAME SABER QUIEN ERES

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La noche había sido toda una locura. Mi cabeza tenía mucho que asimilar. Nos quedamos dormidos en el sofá con Neska. Tenía una pesadilla y Can me despertó para que me diera cuenta de que no era real.

-Sia, Sia, despierta cariño, despierta.

-Can, Can... _ya no podía hacer nada para parar mis lágrimas_

-Cariño estás conmigo tranquila, ¿vale? Era una pesadilla. Estás aquí conmigo.

-Nunca va a salir de mi mente, esto no me va a dejar tranquila, me perseguirá el resto de mi vida.

-Vamos tranquila, estás conmigo, no te va a pasar nada, no lo voy a permitir.

Solo podía abrazarlo y acurrucarme en su pecho.
Me cogió en brazos y me llevo a la habitación, se me dejó de pie delante de la cama, me puso sus manos en mi cara, me miraba fijamente...

-Amor, confías en mi?

-Si.

-Quiero que estés segura de lo que dices, ¿de verdad confías en mí?

-Si Can, confío en ti.

Entonces empezó a besarme, cogió mis manos e hizo que le quitará su camisa, luego que lo tocara, seguía besando el por el cuello y un suspiro salió de mis labios, creo que él pensó que iba por buen camino, y así era, me quito mi camisa y entonces yo bajé mi cabeza.

-No dejes de mirarme, no dejes de tocarme, no dejes de besarme...

Poco a poco se fue deshaciendo de toda nuestra ropa y nos acostamos en la cama.

-Eres un sueño, no quiero que tengas miedo, esto es solo para ti, para que te quites tus miedos.

-Can desde aquel dia... No he podido estar con nadie.

-Vamos a llegar hasta donde tú quieras, no quiero que te sientas obligada a nada.

Tenía una mano en mi cuello y fue bajando hasta acariciar mi pecho, mientras besaba y chupaba el otro, siguió bajando su mano y mi respiración iba aumentando, ya su mano estaba en mi parte me íntima, cuando empezó a jugar con sus dedos, pequeños gemidos salían de mi boca.

-Grita, si quieres no te reprimas. Disfruta.

-Me da vergüenza.

-Quiero que grites. _dijo en un tono más alto mientras introducía un dedo dentro de mi_

-Ahh!

-Así amor, no te calles...

Se puso encima de mí, y notaba su erección, levantó un poco mi cintura para poder entrar dentro de mi. Mis nervios estaban a flor de piel y el lo sabía, lo notaba...

-No cierres los ojos mirarme. _me decía mientras me penetraba_

Sus movimientos al principio eran suaves, pero fue intensificando

-Eres solo mía ¿lo sabes?

-Si

-Solo mía! Dímelo, quiero que me mires y me lo digas _me dijo entre jadeos_
-Soy.... Ahh! Soy tuya Can soy tuya.

Sus embestidas cada vez eran más fuertes y rápidas.

-Quiero que te corras conmigo y que grites mi nombre para que te des cuenta de quién te está haciendo el amor. Vale?

-Si, si...

-Vamos amor correte, correte conmigo....

-Ahh! Can Caan Caaann!

Hundió cara en mi cuello para recuperar la respiración con normalidad, mientras me daba besos en el cuello.

-¿Estas bien? ¿Te ha molestado algo?