Era una cálida mañana, una rubia cabellera fue iluminada por los rayos del sol a través de su ventana.
Unos pequeños ojos color avellana se abrieron de poco en poco adaptándose a la luz de la mañana.
-Vamos Rosie tú puedes-.La chica se daba ánimos a sí misma para levantar su delgado cuerpo de su pequeña cama.
Unos golpes interrumpieron su agradable mañana, era su padre.
-Roseanne, es mejor que te apresures-.Dijo abriendo la puerta café de golpe. -¿Aun no estás lista?- Dijo el padre molesto -¿Por qué siempre nos haces llegar tarde? ¿Acaso es divertido para ti ver el cómo los clientes se van por tu culpa?-.
- ¿Crees que es agradable para mí saber que me estás vendiendo?-.Dijo la chica tratando de calmar las lágrimas que muy pronto comenzarían a bajar por su mejilla
- No creas que soy tonta, veo como tus clientes se me quedan viendo con malas intenciones mientras en tu cara se hace presente una sonrisa de satisfacción-. Unos ojos de rabia junto lagrimas no se hicieron esperar.
- Vaya, era momento de que te enteraras-.Dijo el padre sin un poco de empatía -Cada día es más difícil tenerte en esta casa, cada día veo quién hizo que su madre muriera.
- Pero - Eso no fue mi culpa-. La chica trató de defenderse.
-Claro que lo fue, si tan solo tú madre hubiera escogido su vida en lugar de la tuya en este momento seríamos felices sin ti- Es mejor que te arregles ahora mismo-.El padre salió de la pequeña habitación de la chica.
La chica se levantó de su cama maldiciendo a su padre de todas las formas posibles hasta entrar a su baño, cada día se veía más agotada y más destruida, ella no tenía ni una gota de autoestima y solo deseaba ser como sus amigas del instituto, ellas eran hermosas y simpáticas, tenían un padre respetuoso y una madre amorosa, algo que ella nunca tuvo.
Poco a poco comenzó a lavar su rostro un poco rojo por su lloriqueo, culpándose por la muerte de su madre, cada día la imaginaba y soñaba con ella aunque nunca conoció su rostro.
Desde que era pequeña su padre quitó todos los retratos que tenía de su madre, así que ella nunca la vio pero imaginaba lo hermosa que era.
Tiempo después ella salió de su habitación para ver a su padre sentado en el sillón, se notaba que la había esperado por mucho tiempo, ya que, se veía más enojado que antes.
- Estoy lista-. Dijo un poco asustada pero nunca perdiendo su postura.
- Vámonos ahora mismo, Roseanne-. Dijo tomando las llaves de su vehículo bruscamente.
La rubia solo lo siguió rápidamente mientras se colocaba sus audífonos para evitar escuchar los regaños de su padre, al llegar se sentó en los asientos de atrás y escuchaba a su grupo favorito, ya que estaba en el radio, por lo cual, se quitó sus audífonos, ella se sentía segura al escuchar sus canciones y más al escuchar sus cálidas voces, ocasionando que esta sonriera, justo en ese momento estaba escuchando "Im fine" esa canción la hacía sentir bien, todo eso desapareció cuando su padre apagó el radio.-Cantan horrible esos tipos, no se porque son tan famosos en este momento-. Dijo riéndose mientras imitaba sus voces.
La rubia se limitó a decir alguna palabra o regaño, ya que no quería pelear más con su padre, ella solo se colocó sus audífonos mientras observaba las cálidas calles de Seúl.
-Llegamos-. El padre se bajo del vehículo por lo cual la chica lo imitó.
-Rosie...La chica se sorprendió demasiado al escuchar ese apodo salir de la boca de su padre.
-Solo no me decepciones como siempre.
Los ojos llenos de esperanza de la chica se volvieron nuevamente llorosos.-No puedo creer que me diga esto.
Ambos llegaron al lugar en el cual su padre había citado a sus clientes, este se sorprendió al ver cómo sus clientes aún no llegaban.
-Vaya, al parecer ellos son más impuntuales que tú-. El padre la vio riendo, eran esas tipos de risas que no te hacían sentir bien, al contrario, te hacen sentir mal.Tiempo después su padre y ella estaban sentados mientras ella jugaba con una servilleta doblándola y formando animales de origami.
- Buenas tardes señor Park, disculpe la tardanza pero mi hijo se retrasó un poco. Dijo apenado mientras extendía su mano.
- No se preocupe, lo entiendo, mi hija es igual de distraída, ¿Verdad que si Rosie?-. Dijo mientras le correspondía el saludo y le daba un abrazo paternal a Rosé.La chica entendió lo que él trataba de hacer pero no podía negar que se sintió como si su vida dejara de ser una mierda y su padre la tratara como su hija.
- Así es padre. Sonrió levemente, aunque ella no confiaba en las personas fácilmente, se sintió como si realmente su padre fuera así de amable con ella desde que nació.
- Tonterías-. Dijo el chico alto que vestía un cubreboca que hacía juego con su sombrero y unos lentes negros.
Su padre solo rodó los ojos y lleno de vergüenza se sentó.
- ¿Esta de acuerdo con lo que hablamos en la mañana?-. Dijo el señor mientras arreglaba su corbata.
- De hecho, lo estuve pensando mucho, ya que ella es mi mayor tesoro-. Dijo mientras arreglaba el cabello de Rosé.La chica solo se quedó callada, de todas formas, ella no podría hacer cambiar de opinión a su padre, tal vez lograría convencer al señor que intentaba aparentar, pero cayó en cuenta de que realmente ese no era su padre.
- Pero llegue a la conclusión de que es lo mejor para ella-. Dijo golpeando discretamente la rodilla de Rosé para que sonriera, cosa que la chica obedeció.
- Me alegra que piense eso, seremos felices de recibirla en nuestra empresa.
La chica seguía sin entender que estaba pasando, pero inútilmente decidió confiar en su padre.
- Seria algo cruel para mi que se la llevarán ahora, pero supongo que es lo mejor, ¿cierto?- Dijo tratando de ocultar su sonrisa de victoria.- Así es -No se preocupe, aquí será tratada de buena forma, incluso nosotros le compraremos un poco de ropa-.
El chico del cubreboca negro vio rápidamente a la chica con un semblante triste, noto como debajo de la mesa el padre de la chica le estaba tocando la pierna como si de una amenaza se tratara.
-muchas gracias señor, le agradezco todo lo que esta haciendo por mi-. Dio una pequeña reverencia.
- Entonces, necesitan llevársela ahora, ¿verdad?-.
- Lamentablemente si, los dejaremos un minuto a solas para que puedan despedirse bien-. Dijo el señor para después levantarse junto a su hijo e irse.
- Ya no aguantaba esto- Quitó rápidamente su brazo que rodeaba a Rosé en forma de abrazo.
Rosé cayó a la tierra de nuevo, todo se sintió tan nuevo para ella, era como si hubiera ido a otra dimensión en la cual su padre era amoroso y protector., lamentablemente esto había llegado a su fin y sus pies volvieron a la tierra.
- ¿Qué me van a hacer? ¿De qué estaban hablando? ¿Una empresa?-.
la chica se veía confundida, estaba realmente destruida, pero ella no permitiría que su padre la viera caer tan bajo.- En la mañana me dijiste que no eras tonta, así que ahora tú tratarás de descifrar que te esta pasando- Dijo el mayor alejándose - Si te preguntan a donde fui, diles que me tuve que ir por un asunto personal-.
La chica se quedó sola en la mesa, ella intentaba unir todos los puntos en su cabeza, lo cual era completamente imposible, después de un tiempo, ella se rindió y se dedicó a llorar.
"¿Por qué?" Era la pregunta que pasaba todo el tiempo en la cabeza de la chica.-¿Estás bien? Una voz gruesa se hizo presente en esa mesa, ella podía sentir como una mano tocaba su brazo de manera confortable y a la vez de una forma tímida.
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• Acosador • {Rosekook }
FanficRoseanne Park, es una chica bastante dulce y real, lamentablemente, vivió toda su niñez con su padre, el cual era muy violento y solo buscaba venderla. Ella se crió sin una figura maternal, Rosé, al ser conocida como Idol, tratará de esconder su p...