Maestro Shiota [Nagisa y tú] [Pausada]

7. Verte como mujer

Una disculpa por regresar demasiado tarde, no tengo excusas, tuve una decaída emocional, abandoné la escuela (aunque ahora estoy estudiando en otra y me va mejor), olvidé por un momento el dibujar y escribir y me sentí la peor escoria del mundo, lloré, estuve en una relación no sana, y ahora es cuando finalmente me pude levantar y me anime a escribir esto, espero lo puedan disfrutar mucho ;w;

Spoiler del próximo capítulo: Karma
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Capítulo 7
— Esto es malo, acusaron al sensei. — Dijo el chico que se sentaba a su lado.

— ¿Crees que nos dé clases?.— Comentó el amigo del antes mencionado.

  Esto no se lo podía creer, era malo, no sabía que hacer, él no haría eso, todo ese tiempo estuvo con ella, ¿En qué momento pasó? Digo, después de lo de las chicas que la molestaban pasó algunos momentos en el descanso o dentro del edificio educativo después de las clases platicando con el azulado, él le explicaba varias cosas de la tareas que dejaba, así era su conversación con él, llegaban a sacar temas que no eran de las materias muy rara vez.

  Cuando tocaron el timbre todavía la mayoría se quedaron ahí asombrados, sin poder pasar a la ligera el asunto, incluso ella seguía ahí hasta que la maestra de inglés los fue a espantar cuál moscas a lo que se largaron cada quien a su salón, tardaron minutos hasta ver qué el azulado entraba con una sonrisa un poco incómoda, se le veía lo preocupado, sacó el gis y empezó a escribir. Hubo un silencio demasiado pesado para todos, tanto así que nadie dijo nada más que el profesor y solo un: "copien esto, por favor", cuando fue el descanso, los alumnos salieron corriendo porque no podían con esa incomodidad, (T/N) fue la única que se quedó con él.

— Por favor, márchate, no quiero que ninguno piense que estás involucrado en esto y te metan en este asunto. — Iba a hablar pero antes de eso siguió. — Hazlo, eres una excelente alumna y creo que deberías seguir con tus estudios en vez de involucrarte en esto.

  La sonrisa amable que le dedicó estaba llena de tristeza, quería abrazarlo y decirle que iba hacer algo pero dudaba que la dejaría. Obedeció y se largó, solo que está vez observó la puerta para ver si alguien se metía, no sucedió nada, solo que él se fuera al otro salón.

  No podía cargar con ese peso de saber la verdad que no había echo nada malo pero que nadie lo creería, se encerró en el baño con el sentimiento de no poder hacer nada, la tenía agobiada, que horrible sentimiento. Prefirió esconderse en una de aquellas paredes de metal, al fondo del cuarto alejándose de la puerta del sitio, se sentía estúpida por estar ahí adentro sin hacer sus necesidades, quizás podía sacar unas cuantas gotitas de pis, cuando ya estaba por bajarse la falda oyó unas voces femeninas, por instinto se subió al retrete asustada, que ridículo, pero el tono en el que hablaban traían un mal augurio, son de esas veces en que confundes una persona con la otra creyendo que era ese alguien pero solo lo confundiste por el tono en que hablaban y su comportamiento.

— ¿Crees que nos subirán la calificación cuando sea expulsado?. — Soltó una risa cínica una de las chicas.

— ¡Cállate!. — Lo decía de burla una de ellas volviendo a reírse.

  Siguió escuchando la conversación, si tan solo hubiera traído su celular, estaba en su mochila dentro del salón, como odiaba no haberlo traído de casualidad o que fuera una de las cosas que metió en el suéter del uniforme por accidente, cuando finalmente se fueron, decidió salir del lugar, estaba tan enojada, la secundaria donde estaban era conocida por no ser las mejores, en algunos salones había diciplina, en otros no, la A era conocida por no tener respeto pero cuando se acercaban los exámenes sacaban las mejores notas, los B no tenían esa suerte ya que cargaban con la presión por las consecuencias del anterior grupo mencionado, el C eran medianamente portados, había peleas pero no era como antes en el D, (T/N) recordaba que cada que pasaba a lado de ese salón sin haberse transferido ahí en ese momento, podía ver peleas, cada tanto tenías que alejarte de las puertas ya que alguien salía volando de ahí, incluso oía rumores que el salón tenía pequeños grupos de "delincuentes" pero cuando llegaba un profesor básicamente había una tregua solo para molestar al otro hasta que renunciará y seguir con lo suyo.