El sol estaba en su punto más alto, marcando el medio día. Nuestro querido pelirrojo caminaba por un sendero marcado con pequeñas rocas de diversos tamaños y formas, mientras pensaba en todas las maneras posibles para no a los pobres caballeros de bronce (que le tocase) tan rápido como abrieran la boca.
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Viviendas, almacén
Pronto llego a su destino, un gran almacén con paredes de piedra y techo de madera, con grandes espacios. Este almacén se divide en tres secciones: la primera y más grande era donde guardan toda la clase de alimentos ya sean sacos de azúcar, sal, pan, botellas de leche, cartones de huevo, agua, entre otros; en el segundo espacio se almacenaban diversas cosas de uso cotidiano como sabanas, almohadas, algunos colchones, ropas de entrenamiento (ya sea de mujer o de hombre), etc. y por último el tercer y más pequeño sector se resguardaban algunas vendas, plantas medicinales y escasas medicinas.
El de ojos bicolor se posiciono enfrente de la puerta principal, al parecer no había nadie más que el en ese lugar ya que los de bronce que tenían que acompañarlo no estaban por ningún lado; viendo esta situación Surinder decidió entrar y esperarlos ahí, aunque al entrar se topó con una pequeña sorpresa.
- ¡Te atrapé! -gritó una voz masculina algo chillona para el gusto del pobre de Surinder, al cual aparte de destrozarle el tímpano había intentado inmovilizar abrazándolo por detrás; era solo un juego, pero claramente Surinder no lo entiendo y en vez de reaccionar como una persona NORMAL, decidió liberarse de una forma demasiado brusca, tomo al pobre chico y tiro al suelo pegando así su cara a este, mientras que casi al mismo tiempo inmovilizaba su mano poniéndola en su espalda y sosteniéndola ahí, y por si era poco apenas el contrario toco el piso nuestro pelirrojo se sentó sobre este asiendo casi imposible que el otro se levantase o intentara algo
- ¿Quién eres? y ¿qué haces aquí? -cuestiono más que enojado el de ojos bicolor
-Mi-mi nombre es Lionel santo de león menor y estamos esperando al caballero de Lira-explico al darse cuenta de que obviamente el que tenía encima suyo no era su querido maestro
- ¿Estamos? -pregunto resaltando el plural
-Genial ya nos delato- dice un chico pelirrojo con anteojos saliendo de su escondite junto con una pequeña rubia
-Esto es muy extraño no puedo sentir el cosmos de ninguno-pensó Virgo- ¿Quiénes son ustedes? -les pregunto- Preséntense-ordeno
-Mi nombre es Leo de Retsu (constelación de lince) - se presentó- y ella es Aitana de Camaleón-presentó a su compañera
-Ya veo supongo que a los tres los han mandado por las provisiones
-Así es señor
-Leo, ¿por qué lo llamas tan formal? no creo que ni siquiera sea santo-dijo Lionel con aires de grandeza al parecer no se había dado cuenta que era EL al que estaban siendo sometido de una forma bastante vergonzosa. Por otro lado, la chica que había sido nombrada Aitana por su compañero comenzó a hacer un montón de señas que el Virgo no entendió era como si quisiera decir algo, pero si era así ¿Por qué simplemente no hablaba? en vez de hacer tantos gestos con las manos -Aitana sabes que no te entiendo-la chica le puso mala cara, rodo los ojos cruzándose de brazos
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La nieta del Patriarca (Tu en The Lost Canvas)
Fanfic(Terminada, segunda parte:Princesa guerrera) Alguna vez has querido ser un personaje de los caballeros del zodiaco, ayudar a tus personajes favoritos en batalla o por lo menos servirles de algo, pues en este libro tu serás un personaje en esa fabulo...