JongInLos aullidos de los lobos se escucharon en la noche, tan fuerte que hicieron resonar el aire, y que casi le cuesta a JongIn su pierna derecha. Se las arregló apenas para hacer oscilar el hacha ampliamente y desviar la hoja en el costado de su granero astillándolo con el golpe. El golpe resonó a través de su antebrazo e hizo hormiguear su piel.
JongIn fulminó con la mirada primero el hacha y luego a la fuente del alboroto. Los que causaban tanto revuelo tenían que ser los ejecutores de la manada del Lago Moon.
¡Ejecutores, ja! Un nombre muy bueno y elegante para un grupo de matones que aplicaban la ley como mejor les convenía. Ellos no eran tan malos cuando sólo había uno o dos, pero con tres o más actuaban como mafiosos dementes.
De vez en cuando trataban de reclutar a JongIn. A ellos les gustaba su tamaño, su estado alfa, y su fuerza. Hubiera sido mejor que se ahorraran el aliento. No quería tener nada que ver con ellos. Ni con cualquier lobo, y por buenas razones. Vivía en el mismo borde de los límites de la manada, y se mantenía aislado. Sus problemas no eran de su incumbencia.
Aún así, a menos que se metiera algodón en las orejas no podía dejar de oír a los lobos aullar y ladrar, y aunque no estaba en forma de lobo podia entender su mensaje.
¡Cazar! ¡Oler! ¿Oler aquí? ¿Oler allí? Ningún olor aquí. Lo queremos, lo queremos. ¿Por el sendero del lago? Debe encontrarlo, debe encontrarlo. Huele bien, ¡Lo quiero, lo quiero, si! Atrápenlo.
JongIn rodó los ojos. Por lo tanto pensaban acoplarse, y tenían un Omega en su punto de mira. Demasiado malo para el Omega, pero quien quiera que fuese, parecía lo suficientemente inteligente como para conducir a los ejecutores en una persecución difícil.
Buena suerte.
Se encogió de hombros, sabiendo que pasarían a través de su tierra y se alejarían pronto. Frunció el seño mirando el hacha hundida en el muro de su granja. Tirando, liberarla fue relativamente fácil, pero el agujero que dejó atrás sería una mierda repararlo. Miró las astillas con una burla sombría, preguntándose si el Alfa oiría una demanda de restitución. Era un hombre joven, el nuevo Alfa de la manada, y por lo que decían que era justo.
Tal vez era así. Pero lo creería cuando lo viera.
Dejó caer su hacha en el tajo para dejarla fuera del camino de forma segura. Él no había construido ni la cabaña ni el granero. Se los había comprado a un Alfa que se fue hacia el norte para unirse a una manada de Donghae. Debe haber estado bien en su momento. Bien cuidada.
Lamentablemente. Él no era un hombre o lobo que pudiera cuidar nada. ¿Cómo podría, cuando su corazón había muerto el día que su compañero y su cría lo hicieron?
Podría ser mejor derribar el granero y construirla de nuevo, decidió después de frotarse reflexivamente por un momento el mentón. De todos modos no tenía necesidad de un hogar grande, ya que no tenía cabras o vacas, y si se deshacía del establo podría fácilmente derribar las hierbas que crecían densamente alrededor. Alguien alguna vez debía haber puesto una gran cantidad de atención en ese jardín, aunque su elección de siembra siempre lo desconcertaba. Lavanda, albahaca, limón, romero y menta, que asfixia a todo lo demás hasta la muerte.
Le dio una patada descuidada a la menta que libero una nube de olor hacia su nariz, luego, se detuvo en seco por la sorpresa.
Él no habría sido sorprendido por cualquier cosa que echara raíces allí, pero la última vez que había comprobado no había tenido ningún Omega creciendo en su jardín.
JongIn miró de nuevo, pero sus ojos no le habían engañado. Un Omega estaba escondido en el corazón de la maraña de menta, agazapado y listo para saltar en una fracción de segundo.
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Safe and Sound - KaiSoo
FanfictionKyungSoo, primo Omega del líder de la manada, se había encerrado dentro de sí mismo. Abandonado y solo, el cachorro que llevaba necesitaba protección. No hay mucho que el Alfa SiWon pudiera hacer acerca de la situación de KyungSoo, salvo reventarle...