CAPÍTULO 03: DESEOS

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JongIn

Unos pocos minutos de trabajo con un par de tijeras y una camiseta vieja, y JongIn tenían algo que no iba a ganar ningún concurso de belleza pero que serviría lo suficientemente bien como una máscara para cubrirse la boca y la nariz, mientras se ataba detrás de la cabeza. Añadió un par de guantes de trabajo resistentes que sacó de la misma caja que la remera y estuvo listo para hacerle frente a la mata de menta.

Era curioso que nunca hubiera pensado en hacerlo antes, solamente arrugaba la nariz cada vez que tenía que trabajar cerca y lo hacía lo más rápido que podía. Pero esa mañana, mientras que escuchaba a KyungSoo hacer ruidos mientras daba vueltas en la cocina, había vislumbrado la caja en su visión periférica y se le ocurrió hacerlo.

No es que tuviera nada que ver con KyungSoo. Había dormido bien, eso era todo, y el descanso rejuvenece la mente.

JongIn volvió a mirar a la cabaña. No podía ver a KyungSoo, que todavía estaba vestido con su vieja bata lo cual este afirmó que era demasiado cómoda como para sacársela, podía oírlo a través de su ventana abierta. Cantaba algunos éxitos en la radio.

Una particular nota discordante provocó una mueca de dolor en JongIn, y luego una leve sonrisa. Aún no sabía nada del líder de la manada. Y tampoco de ninguno de los ejecutores que habían venido anoche por lo que debía estar agradecido.

KyungSoo se iría muy pronto y el pensarlo le hizo doler el estómago, pero él negó con la cabeza obstinadamente e hizo un nudo doble en su máscara. Lo que había sucedido entre él y el Omega la noche anterior había sido increíble y no podía negar que les había hecho bien a los dos. KyungSoo había dormido al menos tan profundamente como JongIn, y todavía estaba dormitando cuando se despertó al amanecer. Tampoco podía negar que su casa se sentía más acogedora con el Omega en ella. Pero KyungSoo no era su Omega. El líder de la manada tendría otros planes, y ¿quería la molestia de todos modos?

No lo hacía. Nop. No más de lo que quería esta menta. JongIn se puso lentamente en cuclillas para hacer frente a las raíces, y les dio un buen tirón. Salieron con bastante facilidad, aunque algunas se rompieron antes de salir de la tierra.

Mientras le fruncía el ceño a las raíces irregulares, JongIn recordó repentina y vívidamente un lobo de más edad que se lamentaba por que la menta había infestado su patio trasero.

Dentro de la casa de JongIn, KyungSoo comenzó a hacer algo que resonó y la hizo temblar. JongIn levantó la cabeza y entrecerró los ojos en la ventana. Trató pero no pudo distinguir ningún detalle. El ángulo era el incorrecto para ver. Sonaba como que estaba sacando ollas y sartenes de las cajas.

Bueno... eso no era demasiado malo ¿no? Había comenzado él mismo a desembalar esta mañana. KyungSoo le estaba ahorrando tiempo y esfuerzo como pago por la protección.

Y si tú te crees eso, hijo, tengo un puente para venderte. JongIn se burló de sí mismo y se inclinó de nuevo para continuar con su tarea.

Había eliminado la mitad del primer matorral, arrojando todo a un lado en una pila para quemar más tarde, una llamada lejana de un lobo le hizo agudizar sus oídos. Escuchando con atención, identificó tres lobos separados moviéndose en formación triangular. Parecían más viejos que los cachorros que habían estado en en alboroto el dia de ayer, con la edad suficiente para ser dignos de ser escuchados.

Buscando, uno aulló. Buscando al pariente del Alfa. ¿Dónde? ¿Dónde?

JongIn se frotó pensativamente el pecho. No creía que KyungSoo lo hubiera oído. El Omega no había parado de cantar alegremente.

Safe and Sound - KaiSoo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora