Mi cyberamiga | h.s

Capítulo 11: Te digo, yo soy Harry Styles.

NIKKY 
NI ES TU HARRY NI NADA. No supe que contestar, solo sentí un dolor horrible en mi corazón, ese idiota puso el dedo en la llaga, tenía razón, Harry ni siquiera sabía que yo existía. Así que solo le conteste que ya lo sabía y me desconecté. 

Más tarde recibí un mail del estúpido ese, seguramente para seguirse burlando de mí y lo único que pensé, fue que el idiota estaba loco de remate si pensaba que yo le contestaría su mail, lo borre sin leerlo siquiera. 

-¡Idiota!, ¡Tarado!, ¡Imbécil!- y quien sabe que tantas otras cosas más me quedé pensando, me hervía la sangre del coraje que sentía, más porque sabía que el menso ese tenía toda la razón del mundo.
Sonó el teléfono y contesté.
-¡¿Qué paso?! -Me grito Alex, te saliste de repente, le hubieras dicho unas cuantas cosas al tipo ese.
-Sí, -le conteste, seguía furiosa,–. Y todavía se atrevió a mandarme un mail, seguramente para seguirme insultando, ni lo leí, lo borre.
-Deberías bloquearlo– me sugirió Alex, pero le dije que no, que si me lo volvía a encontrar entonces si le diría hasta de lo que se iba a morir–. Él también se salió rápido, ya no escribió nada más. Conéctate de nuevo, la discusión sigue bien buena.   

-No, mejor no, -le conteste–. Me voy a poner a hacer la tarea. Al rato o mañana me volveré a conectar. Adiós amiga.

-Adiós, -me dijo Alex, -. No estudies mucho o me voy a sentir acomplejada.

-Jajajajajajajaa Alex, ¿acaso hay algo que te acompleje?

-Jajajajaja claro que no amiga, solo tu coeficiente intelectual- Esa Alex, como le encantaba burlarse de mí.

Me dedique a los deberes con mucho ahínco, más para olvidar el incidente que por cumplir con la tarea. Ya no me volví a conectar, porque Tony me habló por teléfono y estuvimos platicando un ratote. Tuve muchas pesadillas, y al día siguiente estaba desveladisima, mi papá se dio cuenta y me regaño horrible, por si fuera poco. Por la tarde Tony pasó por mí, para ir al cine. Vimos una película para chicos, yo hubiera preferido otra, pero él ya había comprado los boletos. Soporte hora y media de choques y sesos saliéndose por los oídos. Me invito una hamburguesa al salir, yo ni hambre tenía, pero de cualquier manera me la comí, para que no me estuviera molestando. No disfrute nada de nada, solo podía pensar en el estúpido chico del internet y su estúpida conversación: “No es tu Harry ni nada, ni siquiera te conoce”, por más que intentaba olvidarme de eso, en realidad solo quería acurrucarme bajo mi edredón y ponerme a llorar.
Por fin, Tony me llevo a mi casa.
-¿Ya te decidiste Nikky?– Me pregunto entre beso y beso. Me tocaba las piernas y yo solo quería salir de su auto–. Ya me canse de esperarte, ya llevamos mucho tiempo, no me salgas con la idiotez de que te da miedo.
-Es que yo… no se... no estoy lista para tener sexo.
-Me lleva la fregada Nikky. A mí se me hace que estas enamorada de otro, ¿Es eso? ¿Me estas engañando? Te juro que si es eso…–Levanto su mano y me asuste, pensé que me iba a pegar…
-¡No, no! Entiéndeme, soy virgen. Me da miedo, solo es eso. Te lo juro.
-Perdóname bebe, no te asustes, es que ya me canse de esperar, si no te decides, voy a pensar que no me amas. ¿Es eso? No me amas verdad–Puso una cara de perro apaleado y se le humedecieron los ojos. Me sentí culpable, él se había portado tan bien conmigo y me había tenido tanta paciencia y yo solo seguía diciéndole que no–. ¿Ya no me quieres verdad?–Me pregunto con tono lastimero, hasta le temblaba la voz. –. Si me quisieras desde cuando ya lo hubiéramos hecho.
-No mi amor, yo te amo, no pienses eso. Te prometo que ya me decidí, si hare el amor contigo, pero solo espérame un ratito más ¿Si? Es que me da mucha pena.
-Okey bebita, pero no te tardes mucho ¿eh? Me tienes loco, me excitas, eres tan inocente, que me muero nada más de pensar el día que seas mía, como lo voy a disfrutar– Me empezó a besar e introdujo su mano bajo mi blusa tocando mis senos. No me excite nada de nada, solo me sentía muy incómoda y quería que ya dejara de hacer eso. ¿Pues qué estaba mal conmigo?
-¿Te gusta?– Me pregunto Tony respirando todo agitado en mi oído.
-La verdad es que no mucho- Le contesté intentando ser honesta, no le hubiera dicho eso.
-¿No serás frígida Nikky? ¿Por eso es que no quieres sexo conmigo? ¿O será que eres lesbiana? Todas las mujeres con las que he estado, mueren porque se los haga. Y tú ni te excitas. Deberías pensar en buscar ayuda psicológica, ya en serio. Piénsalo. Y ahora, metete ya a tu casa antes de que piense otras cosas peores.