Ángel (The Heirs)

24.Jung Dae-hyun

Fray caminaba por el pasillo de la empresa, ese día la habían necesitado para la firma de distintos papeles de un proyecto que el señor Choi le había dejado, Young Do la iba a recoger para ir a comer, así que la chica caminaba con prisa.

-Señorita Choi- la llamaron, ella dió la vuelta para ver quién le hablaba

-Señor Jung- dijo ella en reconocimiento, Jung Dae-hyun era el hijo de uno de los principales accionistas y el director del marketing, estaba en la empresa aprendiendo lo que algún día sería su trabajo.

-Buenos tardes señorita Choi, vera estaba en mi oficina y la vi pasar...y pensé que tal vez.... cómo es la hora de la comida se dirigía a comer... entonces pensé que tal vez... tal vez, si usted quiere claro está, podemos ir a comer... yo pagaré, no sé ¿Que piensa?- dijo muy nervioso

Fray analizaba, Jung Dae-hyun le había estado mandando regalos a pesar de que ella le había dicho que no tenía ningún interés, demonios incluso le había dicho que estaba casada, pero el hombre creía que ella estaba bromeando, el había sido tan invasivo que había pedido una transferencia de oficina para estar cerca de ella y verla cada que pasaba, había conseguido el número de la castaña y le llenaba la bandeja de mensajes con poemas y chistes, podría haber sido "romántico" para muchas, pero Fray lo veía como acoso y estaba harta del hombre, así que se le ocurrió una idea.

-Claro- dijo ella para sorpresa de Dae-hyun - sólo voy al baño y enseguida vamos a comer

El joven asintió emocionado, Fray camino hacia el baño, una vez dentro marco el número de su esposo.

-¿Dónde estás?- contesto el enseguida- te estoy esperando en el estacionamiento.

-Mi amor~- dijo ella dulcemente

-¿Que hiciste ahora?- pregunto con sospecha Young Do y Fray rio

-¿Te acuerdas que te hable de Jung Dae-hyun?- preguntó

-Si, el bastardo que te mando flores y te llegaron cuando estábamos hablando en la computadora, el que te mando ese estúpido oso que ocupaba la mitad del sillón, el mismo que no cree que yo existo- respondió con seguridad, Young Do no dijo todo pero ya se las tenía contadas a Jung Dae-hyun

-Si, el- confirmo ella

-¿Qué pasa con ese?-parecia que Young Do ya estaba enojado- ¿Te hizo algo? ¿Quieres que suba por ti?

-No- dijo ella rápidamente- verás, acaba de invitarme a comer y se me ocurrió la idea de llevarlo con nosotros.

-no- dijo rotundamente Young Do- no lo quiero con nosotros Fray

-pero bebé~-por la forma en que lo dijo Young Do sabía que Fray estaba haciendo un puchero y sonrio al darse cuenta de cuánto conocía a su esposa- Mira, si lo llevamos te va a conocer, tu lo intimidas un poco, sin llegar a agredirlo claro está, y me va a dejar en paz, además va a saber que tu eres el verdadero heredero de la empresa y así el irá con el chisme a los demás que tambien me dejarán en paz, ya que no van a querer quedar mal contigo.

Young Do analizó y sonrió

-Trae el bastardo- dijo con una sonrisa maliciosa

-sabia que ibas a aceptar amor, te veo enseguida- dijo ella y colgó

Fray se miró en el espejo, acomodo su cabello y se puso un poco de brillo, después de todo quería verse más bonita para su esposo. Ese era un hábito para Fray, si bien siempre está arreglada por qué le gustaba estar bien para ella misma, arreglarse para su esposo y que el la alargará le hacía sonreír, en sí a Young Do le valían dos cacahuates que usará su esposa, para el ella era la criatura más bonita del universo, pero el siempre apreciaba el esfuerzo de ella, amaba que ella se cuidara y se arreglará para el, era como recibir un regalo a diario.