In Your Blood

𝟎𝟒.𝕰𝖝𝖙𝖗𝖆𝖓̃𝖔𝖘 𝖁𝖊𝖈𝖎𝖓𝖔𝖘

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-¿Qué estamos esperando?- Preguntó Sarah cansada, dejando caer su cabeza contra el casillero contiguo al de Charly, mientras ella se dedicaba a sacar unos libros y le sonreía adorable.

-Debemos esperar a Morgan ¿Lo olvidaste?

Cerró su casillero lentamente.

-No es una parte importante en mi vida como para recordarla- Contestó amarga con una sonrisa sin ningún tipo de gracia.

-Deberías darle una oportunidad, es adorable cuando la conoces en realidad.

-Es demasiado irritante-Dejó salir un suspiro fastidiado alargando las últimas palabras y haciendo un gesto pesado con las manos- Además, no confío en ella.

-Sigo insistiendo en que deberías darle una oportunidad, nunca sabrás si puedes confiar en ella si no la conoces.

Sarah hizo rodar los ojos en forma de burla poniendo una cara tonta por lo adorable y amigable que podía llegar a ser Charly. La empujó chistosa y rió. Sus risas rebotaron contra las paredes de los pasillos vacíos, si alguien las encontraba allí todo terminaría mal y aun peor si su madre se enteraba. Caminaron juntas por los largos pasillos despreocupadamente sin importar que estuvieran llegando tarde a la clase de Literatura.

Escuchó el sonoro repiqueteo de las botas chocar contra el suelo, cuando se dio la vuelta para observar a Morgan correr por los pasillos hacia ambas.

Sarah sonrió por su aspecto algo desaliñado a comparación de lo fina y delicada que siempre era.

Morgan las observó sonriente despeinada y se puso derecha a lo lejos, arregló su bolso al hombro y comenzó a caminar nuevamente hacia ellas exageradamente, como si los pasillos fueran su pasarela y las muchachas los espectadores.

Charly comenzó a reír y aplaudió desaforada.

Una sonrisa se formó en los labios de Sarah y el pensamiento de que ambas estaban completamente locas le recorrió la mente.

La pelirroja llegó hasta ellas con la barbilla en alto inundada en su pequeña actuación del día.

-Gracias, gracias- Pronunció con una postura altanera mientras dejaba salir una última sonrisa mientras Charly la aplaudía y ahuecaba sus manos alrededor de su boca para gritar y vociferar por la caminata de su amiga.

Fue tarde cuando los zapatos puntiagudos acompañados de un fino traje color azul marino se hicieron visibles detrás de Morgan.

El rector las observaba severo mientras cruzaba los brazos sobre su pecho y golpeaba repetidas veces uno de sus pies sobre el suelo, esperando a que le prestaran atención.

El rostro de Charly cambió de un minuto al otro al igual que el de Sarah, la pelirroja sin comprender se dio la vuelta para quedar cara a cara con él, mientras se volvía a acomodar su bolso al hombro nerviosa.

-Señoritas- Su voz gruesa sonó en los pasillos mientras mantenía una sonrisa falsa en sus labios y caminaba hasta ellas.

Olía a castigo, Clarissa iba a matarla.

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𝔏as risas de ambas muchachas sentadas delante de ella la desconcentraron de sus pensamientos.

Un fuerte olor a perro mojado sintonizaba con el cielo que comenzaba a cubrirse de nubes grises y que en cualquier momento dejaría caer una tormenta.

La nueva profesora de Literatura avanzada se encontraba frente a la clase sonriente mientras se despojaba de su bufanda y calentaba sus manos refregándolas entre sí.