Kung Fu Panda: Descubriendo el Amor

Capítulo 10: Informes.

Kung Fu Panda: Descubriendo el amor

Historia originalmente escrita por Fharkas, los personajes de Kung fu panda no me pertenecen y esta historia es sin fines de lucro.

Disfruten mi historia.

Capítulo 10: Informes.

-¡Otra vez! –Shifu gritó con gran fervor.

Tigresa dio un gran suspiro, su respiración era agitada. Ella cerró los ojos y se intentó concentrar.

-¡Ahora! –El Maestro Shifu dio la orden.

Ella con gran furia, dio un gran golpe de Tigre a un tronco, un pedazo de este salió disparado, él lo recogió y lo observó.

-¡Mal, mal, todo mal! –Shifu sobó su rostro para intentar mantener la calma.

Tigresa solo bajó las orejas, era su onceavo intento y no lo había logrado.

-¡¿Cómo quieres mejorar el golpe del Tigre si no puedes endurecer tus dedos?! –Shifu tomó el pedazo de madera y lo puso frente a ella. -¿Qué ves ahí?

Tigresa intentaba tranquilizarse. –Un pedazo de madera. –Le respondió temerosa.

Shifu sobó su frente en busca de paciencia. –Son marcas de garras en la madera, piensa Tigresa, ¡sigues sacando las garras, usa los dedos, no puedes fortalecer tus dedos si el golpe lo dan tus garras!

-Mis garras salen solas, no puedo evitarlo. –Tigresa se sentía muy mal consigo misma.

-¡No! Las garras salen cuando sientes peligro, le tienes miedo al dolor. –Le dijo Shifu enojado.

-Me duele mucho. –Ella tomó su mano, para que esta dejase de temblar.

-Siempre que te rompas 1 hueso, recuerda que te quedan 200 más... terminamos por hoy. –Shifu dio media vuelta.

-Maestro, lo siento... lo haré de nuevo. –La voz de Tigresa se escuchaba titubeante.

-¿Y verte fallar por doceava vez? –Dijo Shifu con una voz molesta.

Tigresa bajó la mirada, mientras sobaba un poco donde le dolía.

-Cúrate, mañana seguiremos. –Shifu se retiró de allí.

Ella se quedó con ganas de decirle algo, pero optó por dejarlo tranquilo. Esperando un momento, se cercioro de que Shifu se alejó lo suficiente para volver a intentar el golpe.

Ella salió de sus recuerdos, continuaba corriendo a la par de Po.

-Ahora que lo recuerdo. –Ella pensó. –Ese día jamás llegó, Shifu esperó a que mi mano se curase por completo, ¿sería acaso una manera de preocuparse por mí? –Ella intentaba ver el lado positivo, pero era en vano. –No, solo no quería perder su tiempo, sabía que lo iba a hacer mal.

Po la volteo a ver, ella parecía estar perdida por completo, él no sabía si debía preguntarle o dejarla tranquila y continuar la misión.

Ambos estaban en completa oscuridad, se propusieron a llegar lo más rápido posible, por lo que el viaje seria de 1 día sin descansos, aunque a Po no le gustaba la idea de no comer en todo el día por seguir corriendo, aceptó el trato para tener tiempo de conversar con ella una vez que estuviesen en el Palacio.

Así que ambos se pusieron en marcha, Tigresa corriendo en 4 patas y Po corriendo como podía, cargando su pesada mochila, a pesar de que Tigresa lo esperaba cuando se quedaba atrás, Po no se detenía de avanzar, quería demostrarle cuanto había crecido en su entrenamiento, sin embargo, tenía que aceptar que jamás estaría a la altura de Tigresa.