Capitulo 5

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Tsukishima salía de su trabajo, en su auto, conduciendo tranquilo escuchando música clásica y llegando hasta su edificio de apartamentos, pausando la música, saliendo del auto y mirando al chico de las pecas sentado en el suelo

Tsukishima: ¿tarde mucho? Se que son las diez y treinta pero-
Yamaguchi: no sucede nada

Levantó su rostro, lastimado y en el peor estado posible

Yamaguchi: ¿entramos ya?

Subiendo hasta llegar al apartamento del rubio, este notó el cuerpo ajeno temblando con ligereza

Así abrió la puerta y una vez está estaba cerrada, miró a Yamaguchi sentarse en el sofá aún temblando

Tsukishima: ¿quien fue?
Yamaguchi: ah-
Tsukishima: tu rostro está golpeado, tu ropa está sucia, y tú nariz sangra, repetiré la pregunta, ¿quien fue?

Yamaguchi suspiró al ver la seriedad del rubio, su nariz dolía, en si todo su cuerpo dolía, se había metido en un problema con otra banda aparte de la de Tendou, una banda liderada por alguien de bastante dinero, Tooru Oikawa, ¿quien te había golpeado? Solo un perro loco y estúpido

Yamaguchi: no lo conoces

Dijo después de recapitular un poco de lo que había pasado, Tsukishima dejó su saco colgando perchero al lado de la puerta

Tsukishima: no soy bueno haciendo café, puedo hacer té, si eso logra hacerte sentir mejor

Yamaguchi asintió, Tsukishima puso a calentar el agua en un disco de la cocina, miró a Yamaguchi de reojo y después de pensarlo dejó su trabajo en la cocina un momento, buscando debajo de la cama (una cama individual) una caja blanca, cargándola hasta sentarse al lado de Yamaguchi en el sofá

Seguido abrió la caja, y Yamaguchi le observó humedecer un algodón con alcohol, para luego intentar ponerlo sobre su rostro

Yamaguchi: ¡no no! No estamos haciendo esto

Se alejó impidiéndole a Tsukishima llegar a si quiera tocar su rostro

Tsukishima: no fue un golpe, fue una patada ¿no?
Yamaguchi: s-si...algo así

Se relajó y dejó que Tsukishima comenzara a limpiar el golpe en la mejilla, habían raspones cerca del ojo, había sido alto bastante peligroso, y al tacto del alcohol, los raspones ardían, pero a pesar de arder, el cuerpo de Yamaguchi comenzaba a dejar de temblar, cuando su mejilla estuvo limpia, Tsukishima dejó el algodón a un lado y le dio un pañuelo de cuadros color beige y blanco

Tsukishima: límpiate la sangre de la nariz
Yamaguchi: l-lo haré con papel higiénico, el pañuelo es demasiado
Tsukishima: el papel se va a deshacer con el agua, y la sangre ya está seca como para limpiarlo en seco, ve al baño, y no laves el pañuelo, de eso me encargaré luego

Se levantó, le miró de vuelta y le señaló una puerta al lado de donde iniciaba la pequeña cocina, el rubio volvió a esta al ver el agua terminar de hervir, y con pena, Yamaguchi entró al baño cerrando la puerta, así observó lo pequeño del baño, claro, solo vivía una persona allí, estaba bien, se miró en el espejo, humedeció el pañuelo y lamentándolo, comenzó a limpiar la sangre seca

Yamaguchi: el pañuelo es suave, es demasiado...debe ser demasiado caro

Masculló mientras limpiaba, hasta terminar, no dejaba de mascullar cosas, molesto por el detalle del pañuelo, dejándolo doblado al lado del lava manos

Salió y Tsukishima ya lo esperaba en el sofá, le miró, se levantó y le ofreció la taza con té

Tsukishima: olvide preguntar si no podías consumir lactosa

Yamaguchi tomó la taza con miedo a romperla pues era ligera y delgada, mirando el té claro en su interior

Tsukishima: es té de chai en leche, espero te guste

Volvió a sentarse en el sofá, Yamaguchi miró de nuevo al té para luego sentarse al lado del rubio

Yamaguchi: huele...huele muy bien
Tsukishima: debiste haber probado el de mi madre, es mucho mejor
Yamaguchi: ¿donde vive tu madre?

Tsukishima dió un sorbo al té y pensó un poco antes de responder

Tsukishima: vive con mi hermano mayor

Por fin dijo, Yamaguchi sonrió, probablemente debía ser una madre excelente, así sopló con cuidado el té, y luego lo probó

Yamaguchi: está realmente bueno

Dijo dándole una sonrisa, Tsukishima le miró, era solo té, pero el contrario parecía estar fascinado

Yamaguchi: gracias
Tsukishima: solo es té
Yamaguchi: n-no por el té, bueno...si, pero también por preocuparte

Tsukishima acabo el té, dejando la taza en el suelo y por unos segundos evitando mirar a Yamaguchi

Tsukishima: no es nada, ademas, cambiando de tema, sabía que te verías mejor si dejabas de cubrir tus pecas

Yamaguchi tocó su rostro ante el comentario, su piel aún era suave sin el maquillaje simple que solía usar

Yamaguchi: jamás creí que alguien lo notaría

Bebió el té y dejó la taza a un lado, Tsukishima evitó responder al reciente comentario y se levantó, nuevamente buscando cerca de su cama y entregando una pijama de botones al Yamaguchi

Yamaguchi: y-yo...hoy has echo mucho por mi, solo iré a casa y-
Tsukishima: mañana no tengo trabajo, y dudo que tengas que madrugar, aún si necesitas hacerlo puedes usar mi reloj despertador

Obligó a Yamaguchi a tomar la pijama, el cual la sostuvo con sus manos temblorosas

Tsukishima: tu ropa está sucia, no sé qué tan lejos es tu casa, pero repetiré que mañana no tengo trabajo, puedes dormir en el sofá

Lo ofreció y Yamaguchi continuamente dejaba de temblar gradualmente, inclinándose aún sentado, en forma de agradecimiento, volviendo a dirigirse al baño y cambiándose, saliendo de este con la pijama azul liso de botones, se le veía bastante grande, Tsukishima fue el siguiente a entrar al baño

Al Yamaguchi pensar que sería mejor ir a dormir antes de dar más problemas, se acercó al sofá, aunque, sin embargo, sobre este ya había una almohada y una cobija

Yamaguchi: enserio...es demasiado

Suspiró acostándose, poniendo la cobija sobre si, arrinconándose, y con su rostro "mirando" al respaldar del sofá, olía a limpio, era la pijama, la cobija, la almohada e increíblemente el sofá también

Tsukishima salió del baño, mirando qué Yamaguchi dormía dándole la espalda, lo cual le hizo dar una risa ligera –hoy te vez...como si realmente ocupases dejar de hacer tu "trabajo"– pensó acercándose a Yamaguchi, pensando que estaba dormido Tsukishima le observó, y le acomodó la cobija hasta sobre los hombros, Yamaguchi seguía en su teatro de fingir estar dormido para no hacer una escena incómoda, aunque lo acelerado de su corazón se lo hacía difícil, por fin Tsukishima le dejó, y apagó la luz, sin embargo Yamaguchi no creía poder dormir en eAs circunstancias

Yamaguchi: gracias...

Susurró de forma inaudible

Continuará...

Opuestos - Tsukiyama (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora