Naruto the Breeder Demon

Capítulo 17: Las Secuelas

Capítulo XVII: Las Secuelas

Naruto miró hacia el cielo y vio nubes oscuras sobrevolando. Probablemente estaba a punto de llover hoy.

“Que apropiado”. —Naruto pensó amargamente mientras se paraba en las filas militares con su equipo frente a la Torre Hokage, vestido con la pesada ropa negra de luto. Pensar, había estado en la cima del maldito mundo ayer; había cogido y reclamado a Saara, su primera Jinchuriki y la segunda hija del Kazekage, y estaba siendo presentada como prisionera de guerra con la primera.

Y no pudo encontrar ningún placer en todo eso. No con Sarutobi muerto y enterrado.

La invasión cayó a través de algo feroz sin el elemento sorpresa. La mayoría de los Suna fueron atendidos unas pocas horas después de la pelea. Especialmente una vez que se corrió la voz de que el Cuarto Kazekage fue atacado por el mismo Orochimaru. El ninja del Sonido también fue tratado con bastante facilidad. A pesar de que los hombres de Orochimaru causaron algunos daños en la aldea, la ventaja numérica era demasiado grande para superarla, y Konoha ganó casi ilesa.

La palabra clave es “principalmente”.

Naruto miró las fotografías enmarcadas que estaban en la mesa. Naruto vio que Sarutobi estaba en un lugar de honor en el centro, apenas registrando las otras imágenes que adornaban la mesa.

“Estamos reunidos aquí para recordar y honrar no solo al Tercer Hokage”, —comenzó Homura Mitokado, de pie a la cabeza de las filas shinobis con la otra anciana, Koharu Utatane— “Pero todos aquellos que se sacrificaron en esta batalla para que nuestra Aldea sobreviviera”.

Por primera vez en mucho tiempo, Naruto sintió que las lágrimas luchaban por soltarse; los ojos le escocían y le picaban mientras de alguna manera se las arreglaba para contenerlas. No había llorado en casi una eternidad. Estaba convencido de que se lo habían quitado a golpes años atrás. No es el mejor momento para demostrar que está equivocado.

El Kyūbi estaba irritado por el dolor de su inquilino, los sentimientos también hacían eco en él. Aun así, se quedó callado y se abstuvo de hablar de ello; bastante consciente del dolor de perder una figura “paterna”, —incluso durante milenios habían mitigado un poco ese dolor.

Naruto pudo escuchar a un niño que sabía que era el nieto de Sarutobi llorar al mismo tiempo que la lluvia comenzaba a caer. Iruka lo tomó a su lado, rompiendo el decoro para tratar de consolar a su alumno. Miró hacia las nubes, tratando de lavarse las lágrimas de la cara. Un rápido movimiento de cabeza hizo que el agua se fuera rápidamente.

Sakura le puso una mano dura en el hombro, esperando consolar a su Amo de alguna manera— “¿Estás bien, Naruto-kun?”

Naruto le devolvió el gesto, algo agradecido por el cariño. Incluso si fue obligada a obedecer, sentir la amabilidad de su primer enamoramiento ayudó a su estado de ánimo inmensamente, por más mal que suene.

“... y aunque hemos sufrido una pérdida, hemos sobrevivido”. —Koharu continuó— “Vamos a seguir sobreviviendo. Nuestra “Voluntad de Fuego” arda y seguirá ardiendo durante el tiempo que mantenemos la lucha...”

“Ya sabes”, —añadió Satsuki— “Si quieres, puedo ayudarte a matar esa Serpiente para vengar al anciano, si quieres”.

Naruto parpadeó. Él era consciente de que él y Satsuki se habían estado acercando últimamente, pero ella se había encariñado con él más de lo que esperaba.

“Gra-Gracias”, —respondió Naruto, el nudo en su garganta encogiéndose un poco.

“Chicos”, —Kakashi frunció el ceño— “Orochimaru es un ninja increíblemente peligroso, y ya los tiene a ustedes dos en la mira. No hay forma de que deje que los persigan”.