Naruto the Breeder Demon

Capítulo 8: ¡El Bosque de la Muerte!

Capítulo VIII: ¡El Bosque de la Muerte!

Al día siguiente.

“Muy bien, mocosos, ¡escuchen!”. —Anko llamó desde lo alto de la cerca— “Bienvenidos al Campo de Entrenamiento 44; o como a la mayoría de los shinobis les gusta llamarlo: ¡El Bosque de la Muerte!”. —ella gritó— “¡Aquí es donde se enfrentarán entre sí para obtener estos dos pergaminos!”. —Sacó los pergaminos del bolsillo de una gabardina y los levantó para que los vieran los genins.

El bosque frente a ellos ciertamente parecía digno de tal descripción, sus enormes árboles emitían una impresión imponente junto con el malévolo olor.

Bueno, solo Naruto y Hana podían oler realmente lo peligroso que era, pero aún así era una señal de alerta.

“Antes de explicarte las reglas del exámen, necesito darte estos papeles”. —Anko dijo, sacando los papeles de su gabardina.

“¿Que son esos?”. —Neji dijo con sospecha.

“Formularios de Consentimiento”. —Anko explicó— “Ustedes pueden morir y lo más probable es que mueran en esta prueba, estos papeles están aquí, así que si eso sucede, no seré responsable. Después de esto, su equipo obtendrá un pergamino e irá a una de las entradas elegidas al azar para tener una batalla por los pergaminos”.

Luego sacó dos pergaminos, uno con la etiqueta “Tierra” y el otro “Cielo”— “Cada equipo recibirá un pergamino del cielo o de la tierra, tu objetivo es obtener el otro tipo de pergamino y luego llegar a la Torre Central en 5 días. Serás descalificado si pierdes a un compañero de equipo, abre el pergamino antes de llegar a la Torre Central, o se quedará sin tiempo”.

“¡Espera! ¿Qué hay de la comida?”. —Choji gritó.

“Tendrás que cazar tu propia comida”. —Anko dijo con una sonrisa sádica— “Eso es todo sobre la prueba. ¡Espero que vivan, gusanos!”

Unos minutos más tarde.

Naruto y sus compañeras de equipo caminaban por el bosque.

“Me pregunto ¿A quién debemos tomar primero?”. —Se preguntó Satsuki— “Hay 11 opciones para elegir”.

“El Equipo del Sonido parecía demasiado confiado”, —reflexionó Naruto— “Ponerlos a prueba sería bastante fácil”.

“O podríamos usar tus clones para rastrear el área”. —Sugirió Sakura— “Y atacar al equipo que está más debilitado”.

“Eso es bastante aburrido, pero también es muy práctico”. —Respondió Naruto— “Lo intentaré; no estaría de más”.

Naruto hace unas pocas docenas de clones y los dispersa por el bosque, algunos disfrazados de sus compañeras de equipo.

“¿Cuánto tiempo antes de que encuentres a alguien?”. —Pregunta Satsuki.

“No mucho”. —Musitó Naruto— “Soy bastante rápido y también lo son mis clones”.

Los diversos clones se dirigen por todas partes, dividiéndose en equipos de 2.

Un grupo de clones se detuvo y escuchó un grito de muerte acompañado de un rugido.

“Parece que un equipo ya está siendo masacrado”. —Los clones reflexionaron, corriendo hacia ellos para obtener un pergamino gratis.

Cuando llegó a donde están los sonidos, se encontró con una vista interesante.

Dos ninjas de la Hierba muertos, destrozados y aplastados horriblemente, una buena parte de su torso completamente desaparecida.

“Maldición”. —Pensó el clon— “Apesta ser ellos”.