Naruto the Breeder Demon

Capítulo 14: La Segunda Ronda

Capítulo XIV: La Segunda Ronda

Naruto se rió entre dientes al despertar. Era el momento de las finales y estaba emocionado.

Rápidamente hizo su régimen matutino mientras reflexionaba sobre el mes que tuvo lugar.

Había entrenado su trasero durante todo el mes con el sabio Jiraiya y se notaba. Sus ya impresionantes reservas y control han aumentado bajo la tutela del hombre y su repertorio de jutsu también ha mejorado. Su jutsu inicial también se hizo más eficiente, la cantidad de Clones de Sombras que puede hacer casi se triplica con respecto al mes pasado.

El entrenamiento de Haku y Hana también ayudó, su fuerza base, velocidad y especialmente su sigilo han mejorado enormemente. Todos los trucos que obtuvo de sus aventuras sexuales también fueron entrenados; aunque sus habilidades de genjutsu aún no estaban listas para la batalla, especialmente contra un Hyūga. Aún así, estaba bastante seguro de que ninguno de sus compañeros de clase podría enfrentarse a él ahora.

La invasión, por otro lado, podría necesitar a su demonio. Muchos ninjas habilidosos estaban listos para acabar con Konoha y todos los que estaban en él, la mayoría de los cuales sin duda eran del nivel Jounin o superior. Luchar contra tantos enemigos poderosos, y justo después de las peleas contra Neji y Lee o Satsuki sin duda, sería simplemente demasiado difícil sin el Kyūbi. Afortunadamente, sus poderes demoníacos también han mejorado, aunque no por entrenamiento, sino a través del Sello Maldito que asimiló el Kyūbi. Todavía no estaba seguro de qué efectos tenía el sello en su forma de demonio, pero cualquier efecto negativo debería ser insignificante, si no inexistente, mientras que los beneficios...

“¡Oye!”. —El Kyūbi espetó mientras Naruto entraba a la cocina— “Ya basta”.

“¿Ya basta?”. —Preguntó Naruto.

“Deja de pensar tanto. Me estás dando dolor de cabeza”. —Dijo el Kyūbi— “Pensaste todo en lo que respecta a la formación y la planificación. Ahora confía en tu propio trabajo y demuestra tu superioridad”.

Naruto se burló— “Lamento decírtelo, pero nuestra especie se las arregla porque pensamos mucho. No todos podemos disparar bolas gigantes de la muerte de nuestras bocas a nuestra conveniencia”.

“Pequeño bastardo inteligente”.

“¡Amo!”. —Gritó una voz. Naruto se volvió hacia ella para ver a Tsubaki, llevando una bandeja hacia la mesa.— “Aquí está su desayuno”.

Naruto sonrió.— “¿Qué es?”

“Ramen y Tocino, Amo Naruto”. —Tsubaki hizo una reverencia.— “Ramen para carbohidratos, el tocino es proteína grasa para más adelante”.

Naruto sonrió.— “Debiste haber hecho de Mizuki un novio feliz”.

Tsubaki se quedó inmóvil.— “No tan feliz como yo te haré”.

“Demuéstralo”, —ordenó Naruto, sentándose— “Arrodíllate y chúpamela mientras desayuno”.

“Si Amo”. —Moviéndose para obedecer, sus rodillas se doblan, tirándola al suelo mientras le desabrocha los pantalones. Mientras tanto, Naruto mastica.

Rápidamente comienza a tragarlo, sus mejillas se hinchan por el tamaño. Se balancea hacia arriba y hacia abajo sobre la pija como muchas otras veces. Sin embargo, a pesar del claro placer en su rostro, Tsubaki no pudo evitar notar que no estaba muy emocionado. El rubio todavía está desayunando, y apenas recibe más que un gruñido cada pocas embestidas de él mientras ella lo chupa. Si bien esto es más el ramen que llama su atención que cualquier incompetencia de su parte, esto todavía la irritaba.