16. Liar

192 12 2
                                    

"Te he extrañado. Te he amado. Te he odiado. Pero me he odiado más a mi mismo por no poder dejar de amarte"

Ryan

-¡NO QUIERO VOLVER A VERTE OTRA VEZ! -La miraba con tanta rabia, que sentí que el corazón se saldría de mi pecho, las horas que había pasado esperando por ella, me habían dejado agotado, pero aún tenía fuerza para hacer que saliera de mi vida.- ¡NO PUEDO CREER QUE TE ACOSTARAS CON MI MEJOR AMIGO! ¡CHRIS ES COMO MI HERMANO!

Su mirada estaba fija en el suelo, no decía ni hacia nada, y eso me estaba comiendo vivo.

-Si fuera tu hermano, no me habría propuesto estar con él. -Sus palabras me volvieron loco, no entendía cuánto me había lastimado ya.

-No vuelvas a decir algo como eso. -Al fin me miro.

-¿Qué? ¿La verdad? Él no es tan bueno como tú crees...

-¿Y tú? ¿Eres aquella chica que conocí en aquella cafetería? La chica tímida e inocente. -Las palabras salían amargas de mi boca, recordarla siendo la chica de la que me enamoré, me estaba partiendo el alma.

-No lo soy, pero eso ya tú lo sabías, que no hayas querido aceptarlo antes, no es mi problema.

Caminó hasta la puerta de aquel que había sido nuestro departamento, y quise ir a detenerla, gritarle por una explicación, pero mis pies no se despegaron del suelo.

Se detuvo y antes de salir, me miro con lastima, como si no le importara ya que yo me estuviera haciendo pedazos.

-Ryan, debes aprender a no amar a quién no sentirá lo mismo por ti, no te amé, el amor que conozco, es solo para mí, y en cuanto a Chris, debes elegir mejor a quién llamas amigo.

Eso me destrozo, jamás había querido entregar nada si este iba a ser el resultado, si esto me iba a matar.

-Eres una mentirosa. -Eso hizo que se detuviera y caminara de nuevo hacía mí. -Parece que te acostaste con mi amigo para evitar amarme. -Veo una sonrisa sarcástica en su cara, y me mira enojada.

-Sigues siendo un ingenuo, cariño. Después de un año, y no puedes superar que no te haya amado.

-Y tú, sigues odiando el que yo haya sido quién tú necesitabas, quién te amo a pesar de todo, y este que sigue yendo detrás de ti cada vez que decides volver a mi vida.

-Ese es tu problema, no mío.

Ella tenía razón, en cuanto supe que estaba aquí, que regresaría no dude en correr a su encuentro.

-Es mi problema, y siempre fue el amarte demasiado.

Nos miramos por un buen rato, cada quien en su lado, ella a punto de irse de nuevo, y yo esperando a que se quede.

Mi impulso de hombre enamorado no pudo resistir más, y corrió a sus brazos de nuevo, tome su cara entre mis manos, y sin ninguna oposición de su parte, la bese como la primera vez, la reclame como mía, y eso basto para saber que esta jodida relación, había vuelto a revivir.


Motionless In White |One Shots|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora