Desde cero

134 23 56
                                    

Y con todo el dolor
a pesar de este amor
debo seguir
dejándote ir...





Pasaron solo unos días de la hospitalización, cuando Inuyasha fue dado de alta, los padres de este, tuvieron que convencer al doctor que ese sería sólo un accidente aislado ya que nunca se volvería a repetir, después de una evaluación psiquiátrica, el oji dorado había sido dado de alta, bajo la supervisión de los padres.

Al volver a casa, Inuyasha subió a su cuarto, pero esta vez no se encerró, lo primero que hizo fue abrir las ventanas y dejar que la luz entrara a su cuarto.

Luego los vio, todas esas hojas y lápices, con las cuales había conocido a Kagome, hizo un último dibujo, uno que detalló tanto, a tal grado de parecer foto.

Tomó una caja de madera y guardó cada uno de sus objetos, puso candado a la caja y bajo a comer.

Durante la comida todo había estado muy silencioso, hasta que Inuyasha habló

- papá ¿puedo acompañarte mañana a pescar?-

La pregunta de Inuyasha, hizo que a Inuno se le cayera la cuchara de la mano, Izayoi sonrió feliz y una ligera mueca de alegría se vio en el rostro de Sesshomaru

- claro que si - respondió Inuno - te duermes temprano para que no tengas sueño- dijo simplemente el patriarca de la familia

Después de terminar, Inuyasha ayudó a su madre a lavar los platos

- ¿estás seguro de ir con tu padre, pensé que seguirías pintando?- preguntó Izayoi a su hijo, al momento de estar solos

- si, quiero dejar todo atrás, empezar desde cero, creo que es lo mejor, pero no sé si ahora mi trabajo alcanze para ayudar-

Izayoi abrazó a su hijo

- el dinero nunca importó, lo que importa es tu felicidad, mientras tú seas feliz, no me importa si eres un pescador, siempre hemos vivido unidos y felices y eso es lo indispensable en la vida-


Ser pescador, era duro, esas fueron las palabras que pensó Inuyasha.

El primer día de trabajo, había sido un completo infierno, levantarse tan temprano, llegar al punto de pesca, preparar las carnadas, alistar los anzuelos, tener lista la red, todo era nuevo para Inuyasha, el solo había conocido el aspecto de vender, pero aún así, ver todo el esfuerzo que su padre y hermano hacían por traer el pan a la mesa, hacia apreciarlos más.

Pero conforme pasaban los días, se comenzó a acoplar al ritmo del trabajo.

El oji dorado,había olvidado su sueño de pintar, esos habían muerto en el momento que perdió todo por tratar de forzar las cosas.

Ya había pasado un par de meses desde que había regresado a su casa y su hermano y él, se encontraban en Sapporo, comprando algunas cosas que su madre necesitaba.

- deberíamos separarnos y así terminaremos más rápido- dijo Sesshomaru a su hermano menor

- tienes razón, por cierto, muchas gracias-

- ¿por que me das las gracias?-

- mamá me contó que fuiste tú quien me encontró, sin ti yo...-

- eres mi hermano, sé que no he sido el mejor hermano del mundo, pero también te pido perdón por todo el daño que te hice-

- está bien, yo me lo busqué, debí tener más confianza-

- bueno, dejemos eso atrás, tú ve por las telas y yo por el resto-

Inuyasha se dirigió a buscar los encargos de su madre, cuando vio una cabellera oscura y cuerpo menudo, podría ser...

De inmediato corrió a alcanzarla y al tocar su hombro, la chica volteó, al verla mejor, se dio cuenta de las diferencias, el cabello de la chica era mas liso y no era azabache, ojos rasgados y grises y facciones más serias, no era Kagome

- lo siento yo... la confundí señorita-

- está bien, no se preocupe, mi nombre es Kikio-

- lo siento Kikio, soy Inuyasha-

Ambos se dieron la mano, un apretón que él destinó tenía planeado...







Espero les guste

Los kiere y ama inukagban

Rakel 😘😘😘😘😘😘

Dibujare mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora