Al mirar

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Miro por aquí
Miro por aya
y nunca logro
escapar de la realidad...





La vida, sin duda era dura, a veces te pones a pensar, que es lo que hice mal, a veces no necesitas maltratar, ser malo o cometer un crimen, a veces, simplemente cometes un error, que puede costarte tu felicidad.

Esas palabras, pasaban por la mente de Inuyasha, ya habían pasado dos días de la boda de Kagome, y a pesar de saber que ella había escogido su camino, de saber que ella ya no lo quería en su vida, aun asi, no podía dejar de pensar en ella.

Durante esos dos días, su madre le estuvo trayendo la comida y tratando de darle palabras de ánimo, incluso su hermano intento animarlo, pero sentía que nada de eso serviria.

Esa mañana se habia levantado con el alma destrozada, nada tenia sentido, no veía colores ni firmas, para sus ojos dorados, todo era sombras, oscuridad sin sentido, que no llevaría a ningun lugar, con pasos decididos, fue al baño, abrió la gabeta de medicinas y vio un frasco lleno, sin Kagome, que sentido tenía vivir, abrió el frasco y vertió el contenido completo en sus manos, muchas pastillas en la mano, se miró en el espejo y sonrió

"si muero, dejara de doler"

Se dijo a si mismo, terminando por tragar todas las pastillas, al fin dejaría de dolor.

Izayoi llegaba de las compras, acompañada de su esposo e hijo mayor, esa noche prepararía un poco de lasaña, esperando que su hijo menor, lograra comer algo

- Sesshomaru, ve con tu hermano, dile que en un rato estara la cena-

- espero que esta vez baje a cenar- dijo Sesshomaru para subir las escaleras

- creo que debes hablar con él- dijo Izayoi en dirección a Inuno

- esta bien, esta noche...-

-¡MAMA!-

El grito de Sesshomaru, alertó a los adultos, subieron de inmediato e Izayoi casi se desmaya al ver la escena.

Sesshomaru sosteniendo el cuerpo de Inuyasha y un frasco vació en el suelo del baño.

De inmediato, el patriarca de los Taisho, ayudó a su hijo a cargar a Inuyasha y la familia subio al auto y de inmediato fueron al hospital, esperaban llegar a tiempo.

Los ojos dorados se abrían lentamente, volteó a la izquierda y vio a su madre

- hijo, me alegro que estés bien- dijo Izayoi abrazando a su hijo - no debiste hacer eso Inuyasha, sabes lo que pasamos, como pudiste- lloraba Izayoi, en los brazos de Inuyasha

- mamá, lo sien..-

- Izayoi, sal un momento- la reciente voz de Inuno, se escuchó en el cuarto

- Inuno, debemos dejar descansar a Inuyasha- replicó la madre

- sal, debo hablar con él-

La mirada fuerte del Taisho mayor, fue suficiente para hacer salir a Izayoi.
Inuyasha vio a su padre sentarse y verlo directamente a los ojos.

- bien, ahora dime, ¿por qué cometiste esa estupidez?-

- yo, sin Kagome no puedo-

- seguir viviendo, deja esas estupideces Inuyasha, viviste años sin ella y tendras que salir adelante y no seas egoísta, tienes dos amigos que siempre te han apoyado, tu hermano te quiere, tu madre te quiere, yo te quiero, tienes una familia que te ama y estaremos para ti, no le des la satisfacción al dolor, se fuerte y sal adelante-

Las lágrimas comenzaron a correr por las mejillas de Inuyasha, el oji dorado sintió los brazos de su padre rodearlo.

Sus palabras habían sido duras, pero eran verdaderas, debia luchar, luchar por seguir...


Espero les guste

Los kiere y ama inukagban

Rakel 😘😘😘😘😘😘

Dibujare mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora