Revelaciones.

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Tenía guardada la daga, pues no sabía a que o a quién se refería.
Lo cierto es que siempre estaba nerviso, esa daga no pudo entrar así como así, la puerta estaba cerrada con seguro ese día y los demás.

Encima la clave que mando su hermana y para empeorar, el veneno que había sido identificado, todo esto no lo dejaba dormir en paz y sentía que todas tenían un propósito igual.

En ese mes él y Magnus habían estado casi siempre juntos, más ahora que Jace tenía una novia dentro de la casa. Últimamente no se miraban y aún así estaba feliz por su amigo, hasta había dejado las peleas constantes con Magnus.

Se había decidido que hoy les contaría todo, quizá no era buena idea, ¿ pero que podía empeorar?, ahi ninguno podía hacer nada. Aun que aún se debatía en decirles sobre la daga.

Estaban sentados en la biblioteca los tres, no quería involucrar a Mark o a Sebastián en esto.

- No se si estoy paranoico.- empezó diciendo.- Pero de todas formas son los más cercanos y ya solo faltan semanas para empezar las pruebas y poder salir de aquí.

- Ya sueltalo, amigo.- pidió Jace. Sonrió en forma de confianza.

- Dinos, Alexander.- Magnus le sonrio y le guiño el ojo.

- Hace un mes, me llegó una nota de mi hermana, advirtiendome que algo no estaba bien, creí que era de aquí adentro pero ya no estoy tan seguro.- dijo mirándolos detenidamente.- Después Michael dijo sobre el veneno infiltrado y poco después... encontré una daga entre un libro, con una nota que me decía que ya sabía que hacer.

- Y....¿ tu crees que es alguien de adentro?- pregunto Jace, con detenimiento. Alec asintió.-¿ Porqué?

- Por que la nota con la daga apareció en mi habitación, cuando yo la había dejado con llave.

- ¿Pero como lograría entrar?- dijo Magnus con curiosidad.

- Eso es lo que no se, pero si se que quien fue tiene las llaves, quizá de toda la casa... no es la primera vez que pasaría eso, a veces me encuentro con mis cosas movidas de lugar donde las deje y un día había comida sobre mi cama.

-¿ Podran ser las sirvientas?- Alec ya había pensando en lo que opinó Jace. Pero no tenía sentido, ¿para que alguien intentaria algo en su contra?.

- No se, pero me siento muy vigilado.

- Tengo que contarte algo, Alec.- dijo Jace, muy nerviso. Fue a cerrar las puertas y las ventanas.

- No creo que eso sea buena idea.- comento Magnus.

- No me importa lo que opines Bane, Alec confío en nosotros ahora yo le dire lo que se.- dijo decidido.- Además es mi amigo.

- Ya díganme- pidio Alec frustrado.- No me dejen intrigado.

- Promete que no diras nada.- Pidió Jace, Alec solo asintió confundido.- Alec, todo esto es una farsa, el ganador esta entre Magnus y tu... nadie más.- Alec quedó impactado.- Desde el inicio lo sabíamos, pero las reglas siempre han sido todas las familias, así que Mark, Sebastián y yo vinimos solo por aparentar...

-¿ Y que se supone que significa eso?- No entendía si todo aquello era una broma.- No tiene sentido, ¿ por que lo harían?

- No lo sabemos.- contestó Magnus.- Solo sabemos eso, por que Jace lo escuchó de su mamá. Pensamos que eso tiene juego con lo que acabas de decir.

-¿¡ Y por que fui el último en enterarme!?, pensé que eramos amigos.

- Tranquilo Alec.- Magnus se levantó y lo agarro de los brazos. Jace solo se quedó al margen.- Tu no fuiste el único, Sebastián y Mark no lo saben... y no pueden saberlo.

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