" Engaño"

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Habían llegado al pueblo más cercano, se robaron los caballos y ahora iban a todo galope hacia su casa.
El problema es que solo habían cuatro caballos, por lo que Alec tuvo que irse con Magnus, él detrás, y Clary con Jace, tampoco es como si ambos se quejaran, aun que si era incomodo el echo de que era la primera vez que tenían tanto contacto físico.

- Ya esta oscureciendo.- comentó Mark- Tenemos una ventaja y desventaja.

-¿ Porqué desventaja?- preguntó Sebastián. El era quién iba al frentr de todos los caballos , debido a que era quien mejor miraba de lejos.- Aun está lo suficientemente claro para ver.

- Si, pero viene una fuerte lluvia.- apunto para atras.

- Tengo mucho frío.- dijo Alec bajito.

Magnus, sin que nadie lo escuchara, le susurró.- Abrazate a mi.

- Pero eso no....- Magnus no lo dejo terminar, como pudo, agarró las manos de Alec y se las puso alrededor de su cuerpo, obligándolo a acercarse.- Gracias.

Alec se fue abrazado a Magnus un buen rato, sentía que desprendía un fuerte calor y no pudo evitar posar su mejilla en la espalda de Magnus, sintiendo más caliente. Después de minutos tan cálidos, Alec comenzaba a dormirse, y de verdad le hacía falta, estaba muy cansado y adolorido.

- No te duermas, guapo.- dijo Magnus bajito.

- ¿ Porqué no?- Alec se removió sin abrir los ojos.- Eres cómodo y estas calientito.- frotó su mejilla en la espalda de Magnus y agarró más fuerte su cuerpo.

- Se que tienes frío y que estas muy cansando, pero si te duermes puedes caerte y eso sería mucho peor.- se volvió un poco hacía Alec para sonreír cuando no se despegó de él.- No te duermas Garbancito.
.....

Cuando estaban por entrar a la ciudad, de la casa de Alec , se encontraron con que en la entrada habían muchos guardias revisando quien entraba, pero no quienes salían. Al parecer habían llegado más antes.

- Mierda.- maldijo Jace.-¿ Como llegaron tan rápido?, se supone que veníamos lo más rápido posible.

- ¿ Quizá tomaron un atajo?- dijo Alec.- Y por eso estan tan rápido aquí.

Estaban detenidos a unos metros de distancia, donde aun no notaban sus presencias.
Magnus se bajó del caballo y luego tendio una mano para que Alec también lo hiciera, luego lo hizo ver para el frente.

-Alec,¿ esos no son guardiad de tu casa?- le preguntó cerca. Alec entre cerro los ojos para luego abrirlos rápidamente.

- Si, lo son.- se pasó la mano por la cabeza, con desesperación.- Eso quiere decir que mi papá no me quiere cerca... carajo, por eso hizo que fuera al estupido torneo. Él sabía perfectamente que yo podía impedirlo, por eso me alejo y ahora no me deja entrar a la ciudad... maldicion.

- Alec.- reprendió Jace.- Dijiste tres malas palabras en una sola oración, no lo hagas por que en ti es extraño.

- Si, lo lamento.- respiró profundo, no era de decir malas palabras.- Es que ver lo tonto que fui me pone enojado, odio ser engañado.

- Tranquilo.- Magnus se había acercado y lo tenía de las manos.- Yo te dije que te cuidaría, también pienso ayudarte. Pero, Alexander, tu eres quien conoce aquí, así que debes pensar en alguna entrada que no haya tantos guardias.

Alec pensó un momento hasta que se acordó del lugar donde les gustaba jugar con su hermana.- Hay un lugar, donde solía ir con Isabel, pero no se si ya habrían puesto más hombres.

- Chicos, hagamos algo.- Magnus se había vuelto hacia los demás.- Ustedes saben que no tiene por que acompañarnos, ni siquera es guerra entre sus ciudades, así que si quieren, se pueden ir para sus casas...

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