Capítulo 14

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JUNGKOOK

Esto iba más tranquilo de lo que él había imaginado. Tenía el negocio de Yoongi. Todos sus bienes. Sólo quedaba una cosa por tomar: su dulce trasero. Él estaría quebrado en menos de veinticuatro horas. Perfecto.

La siguiente parte iba a ser un poco más difícil. No podía forzarlo. Bueno, sí podía, pero no quería. Yoongi no estaría realmente roto hasta que se levantara voluntariamente a pesar de todo. A pesar del dolor. A pesar de la humillación. A pesar de todo. Al final tendría que entregarse.

Jungkook pudo ver el deseo en los ojos de Yoongi. Había visto pruebas de ello en la mancha de semen de su cama. Yoongi podría estar roto. Estaba enojado ahora, profundamente avergonzado. Debería haber sido el peor momento para tratar de tomarlo, y con una persona normal, lo habría sido. Pero Yoongi no era normal.

Yoongi estaba hecho de la misma tela que Jungkook. Yoongi llevaba un collar de cuero y una cadena de perro barata sólo porque Jungkook quería que lo hiciera.

La verga de Jungkook se le clavó en los pantalones. La dominación era deliciosa. No quería que terminara. El plan original había sido tomar a Yoongi, quebrarlo y soltarlo. Ahora Jungkook no estaba tan seguro. Ahora quería más. Mucho más.

Se le ocurrió una idea. Yoongi se había tomado las cadenas muy bien. ¿Qué otra cosa podría tomar bien? ¿Y de qué otra manera podría ser útil?

"¿Has terminado conmigo?" Yoongi preguntó.

"Oh, estoy muy lejos de haber terminado contigo", ronroneo Jungkook. "No creo que termine contigo por mucho tiempo, chico."

"¿Y qué? ¿Vas a mantenerme cautivo?" Yoongi se encogió de hombros con una pequeña sonrisa. "Diablos, viendo que te llevaste todas mis cosas, eso funciona. Ya no tengo un techo sobre mi cabeza. También puedes darme uno".

Jungkook no creyó ni por un segundo que Yoongi estaba dispuesto a aceptar esto, pero su sarcasmo estaba cerca de la realidad. Cuando se conocieron, se propuso tomar a Yoongi bajo su ala, para mantenerlo a salvo. No había sido una oferta real entonces, pero tal vez podría serlo ahora.

La fría y calculadora parte de su mente le dijo que estaba loco. Mantener a Yoongi sería como mantener a un tigre enjaulado, al que había maltratado de una docena de diferentes maneras. Pero había una emoción en mantener un tigre, y Yoongi era más como un cachorro en este momento de todos modos. Sus garras no eran tan peligrosas como lo serían algún día. Tal vez podría quedarse con él. Sólo por un tiempo. Sólo hasta que esas garras aparecieran.

PRESO RAGAZZO - KOOKGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora