Capítulo 16

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JUNGKOOK

No era sólo follar con Yoongi. Se le metió en el cuerpo. Su carne era un punto de ignición para una maldita conexión casi cósmica. Pasando sus manos por el pelo de Yoongi, arrastró a su chico hacia arriba y hacia atrás, levantando la cabeza del escritorio, así que arqueó la espalda con elegancia, con el culo al aire.

Esto era una belleza. Cruda, una verdadera belleza. Del tipo que sólo se da una vez en la vida. La rareza que sólo podía florecer entre dos almas que comprendían las profundidades de la oscuridad.

Impulsando sus caderas hacia adelante y hacia atrás, Jungkook dejó que su placer bajara en espiral por su columna vertebral, sacando energía de cada parte de su cuerpo. Su orgasmo no provenía de su verga. Venía de sus dedos, de sus pies, de su pelo. Estaba siendo succionado por cada centímetro de su carne, la energía se condensaba en la base de su espalda para estallar en una brillante supernova que desencadenó la explosión volcánica de su semen en lo profundo de las entrañas de Yoongi.

Escuchó a Yoongi gritar, sintió el culo del chico apretado mientras empezaba a temblar incontrolablemente, los músculos de sus brazos y sus piernas se movían como si le hubieran dado otro disparo con la pistola eléctrica. Gruñó y gimió, con el culo encorvado como un animal obsceno mientras intentaba llevar la polla de Jungkook lo más profundo posible, chupando su semen hasta el interior.

Los temblores continuaron por un tiempo. Jungkook se mantuvo inestablemente erguido y pasó su mano a lo largo de la espalda expuesta de Yoongi, asentándose y calmando a su chico. Ahora era la verdadera prueba. ¿Sería vencido por el odio? ¿Lloraría? ¿Se quebraría por completo de la realidad? Todo era posible.

"Háblame, chico".

Yoongi hizo un sonido apagado, no muy coherente. No estaba del todo de acuerdo con eso. Todavía no. Jungkook sacó su verga del agujero que ahora poseía, sacó a Yoongi del escritorio y lo llevó a un sillón en un rincón de la habitación. Dejó a Yoongi en su regazo y juntos se repusieron.

Yoongi apoyó su cabeza oscura contra el hombro de Jungkook, su pecho se elevaba y caía profundamente. Jungkook esperó, paciente. La respuesta llegaría. No había necesidad de apresurarse.

"Maldición", Yoongi respiró finalmente. "Eso fue increíble".

Jungkook sonrió. Perfecto.

PRESO RAGAZZO - KOOKGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora