PRESO RAGAZZO - KOOKGI

Capítulo 9

YOONGI

Joder. Jungkook lo llamaba por las cosas más humillantes, pero no eran mentiras. Yoongi tenía hambre, su apetito por la carne masculina era una faceta oculta de su personalidad. No se hacía un nombre en la calle dándole por el culo. Se había guardado sus preferencias para sí mismo en su mayor parte. Era más seguro de esa manera.

Con Jungkook, no tenía elección. No hubo resistencia, así que no lo hizo. Le chupó la polla a Jungkook con la misma avidez, como si hubiera estado chupando pollas toda su vida. La carne dura y palpitante dejó un sabor salado en su boca, los rastros de la excitación de Jungkook cubriendo su lengua con cada empujón.

"Amas esta verga, ¿verdad, muchacho?"

Jungkook sacó su polla por completo, dejando la boca de Yoongi vacía.

"No amo nada".

Anticipó el castigo por esa declaración rebelde, pero Jungkook sólo asintió con la cabeza. "Acerca de la respuesta más honesta que podrías haber dado. Buen chico."

Jungkook le metió la verga de nuevo con un fuerte empujón, amordazando a Yoongi al instante. Con su mano enroscada en el pelo de Yoongi, se folló la boca fuerte y rápido, trabajando hacia un clímax que Yoongi podía sentir venir cuando la verga de Jungkook se hinchó en su boca, el sabor salado aumentó hasta que el hombre más grande se agitó y explotó su carga, gruesos chorros de semen cubriendo la lengua de Yoongi.

Nunca antes había probado el semen. Tenía un calor viscoso y un sabor picante que llenaba sus sentidos. No se lo habría tragado si hubiera tenido la oportunidad, pero no la tuvo. Jungkook empujó su verga a la parte de atrás de la lengua de Yoongi y le hizo tomar absolutamente cada gota.

Tragándose todo, su nariz presionó contra los rizos de la base de la verga de Jungkook, Yoongi estaba amordazado y lleno y tan jodidamente duro que no podía soportarlo.

A Jungkook no le importaba lo que deseaba, o lo caliente que estaba. Empujó su verga hacia adelante, casi haciendo que Yoongi se atragantara, luego la sacó, su carne brillante y limpia.

"Buen chupavergas", elogió, frotando la cabeza de Yoongi como si fuera un perro. "Así está mejor".

¿Mejor para quién? No para Yoongi, que ahora luchaba contra el dolor, la humillación y una brutal erección que empezaba a doler.