Romántico

Friendzone

Cuando Haruno Sakura está en Uchiha Sasuke irse de la aldea, otra vez, (y rechazándola OTRA VEZ), se siente tranquila, mientras la espalda del pelinegro se hacía cada vez más difusa en la distancia, un peso en su corazón iba desapareciendo. Si bien él se estaba yendo, no era como un traidor si no como ninja de Konoha, todo estaba como siembre debió ser. Sintió como el ciclo más caótico de su vida terminaba.

¿Estás bien Sakura? - Le preguntó su maestro con su voz tranquila, mirándola por el rabillo del ojo.

Mejor que nunca Kakashi-sensei- afirmó y le sonrió con una felicidad y brillo que el peliplateado jamás había visto, ella giró sobre sus talones y caminó hacia la aldea.

Un capitulo terminó y otro nuevo empezaba, y sintió que sería el mejor de su vida.

En seis meses Sakura se había vuelto la subdirectora del hospital de Konoha, llevaba a cargo distintos proyectos enfocado en salud mental que eran innovadores y que tenían una excelente recepción, no podía sentirse mejor, cada noche en el silencio y la oscuridad cerraba los ojos con una satisfacción inigualable, Dios, estaba en el mejor momento de su vida.

–Así que aceptaste salir con Yu-kun– le dijo Ino cuando la encontró leyendo unas fichas de pacientes.

–Um .. Sí - le respondió sonrojándose, Ino sabía que a ella le gustaba ese doctor y había sido testigo del coqueteo sutil que había surgido entre ellos.

- Me alegro frentona, aunque no puedo evitar sentirme algo decepcionada, siempre esperé que tu y Sasuke-kun terminasen together - Sakura puso los ojos en blancos con la declaración de su amiga.

–Supéralo cerda - Ino sabía que esa obsesión con su compañero de equipo se había acabado, el cariño que tenía un ex compañero de equipo era sólo eso, cariño.

Sakura disfrutó cada momento de su relación naciente, los nervios de sus primeras citas, su primer abrazo, su primer beso. Pero ambos eran médicos ocupados y el tiempo que pasaban juntos iba siendo cada vez menos, y al final fue eso lo que los separó, luego de tres meses decidieron terminar su incipiente relación, fue algo mutuo y ninguno guardo rencor. No hubo dolor ni lágrimas, si no calmada aceptación.

- ¿Hoy no te acompaña el estúpido de tu novio? - Le preguntó Naruto con los brazos cruzados y el ceño fruncido, cuando la encontró en la verdulería escogiendo manzanas.

–No, terminamos hace una semana –le dijo calmada mientras llenaba su bolsa.

-¡WHAT! - y su grito hizo que todos en la tienda los miraran sorprendido, percatándose de eso agregó mas bajo - me alegra Sakura-chan odiaba a ese tipo, era un tipo estirado y aburrido

Sakura sabía la verdad del rencor de Naruto a su exnovio, él odiaría a cualquier que fuera su pareja si no era Sasuke, se lo había dicho apenas se enteró de su relación. Su amigo era como un niño pequeño que no entendía el divorcio de sus padres.

Casi un mes después Naruto entró en el hospital y la interrumpió en medio de una consulta con un paciente

–Sakura-chan hoy todo el equipo siete se reunirá en Ichiraku, llegó el dobe así que ponte linda - La pelirosa enrojeció cuando sintió la mirada de su paciente recorrerla y sonreír divertido.

–Naruto... –le dijo tratando de contener la ira de su voz - ¡No interrumpas mi trabajo! - y lo golpeó sacándolo de la sala.

Cuando llegaron estaban ya todos reunidos, era la única en llegar tarde, extrañamente.

–¿Evitando el trabajo Hokage-sama? - dijo mientras tomaba asiento al lado de su sensei, - Sasuke-kun es bueno verte de regreso - este asintió con la cabeza en modo de saludo

–Déjame descansar un momento Sakura-chan –le respondió su sensei suspirando cansado y murmurando algo sobre lo viejo que se sintió y cuánto quería retirarse.

Fue una velada tranquila, entre el parloteo de Naruto, los comentarios fuera de lugar de Sai y los monosílabos de Sasuke, supo entre medio que este solo se quedaría un par de días y luego regresaría a sus viajes por el mundo. Sakura no podía parar de sonreír su equipo, en un momento tranquilo y feliz, ojalá hubiera más noches así.

Sasuke no podía parar de observar a su compañera de equipo, había algo en ella intrigante, desprendía un aura de tranquilidad y madurez que le atraía de sobre manera. Había cambiado tanto que por primera vez sintió el peso del tiempo alejado de la aldea. Él también había madurado, los lugares que había visitado y las experiencias que vivido siendo simplemente él, no un vengador sediento de sangre, lo he hecho descubrir quién era y qué era lo que quería en su futuro. En todo ese tiempo el recuerdo de Sakura y lo que significaba ella en su vida lo sorprendía más veces de lo que él podía recordar, cuando pensaba en volver a la aldea solo podía imaginar verla de nuevo y poder llenarse de ella en todas las formas, y la tenía ahí en ese momento a un par de metros, pero no sabía como acercarse a ella,

Cuando llegó la hora de despedirse vio que Sakura se quedó conversando con unas personas en una mesa y decidió esperarla, unos minutos después ella se acercó sonriendo. –¿Sasuke-kun me estabas esperando? - no hubo respuesta más que él comenzando a caminar a su lado. –Nee Sasuke-kun ¿en tus viajes pudiste encontrar lo qué buscabas? - le dijo con su suave voz, él no la miró, y se quedó en silencio durante un largo momento, Sakura casi pensó que no habría respuesta hasta que su voz grave se hizo presente.

–Sí - susurró - me encontré...

Sakura con esa oración dando vuelta en su cabeza, lo miró intrigada con las palabras en la punta de la lengua, pero la puerta de su edificio se dibujó por el rabillo de sus ojos. –Llegamos. - se le escapó en apenas un murmullo, sintiendo en el fondo de su corazón que era una equivocación acabar con esa conversación ahí.

–Sakura –La llamó sobresaltándola, ella funcionó como de su capa sacaba una caja de terciopelo y se lo entregaba, ella aún confundida la abrió viendo dos pulseras de un material plateado. –Es platino– le aclaró.

-¡Oh! Es hermoso... Sasuke-kun... no sé qué decir, gracias, gracias– le dijo atropelladamente –Yo no tengo nada para ti - Sasuke solo la miraba en silencio mientras observaba como ella se las colocaba, las pulseras brillaron en la noche junto con sus ojos. –Gracias Sasuke-kun eres... - tan lindo -... buen amigo– dijo tratando de que no se notara que cambio las palabras a último minuto.

–Yo no soy tu amigo, Sakura– Fue rápido, apenas dijo eso sujetó sus hombros y depositó un beso en sus labios. Ella no pudo reaccionar y se acordó de respirar solo cuando lo fun seguir su camino. Su corazón se hizo un nudo y con las mejillas ardiendo le gritó.

–¡Entonces qué eres Sasuke-kun! - Él detuvo su marcha y el miro por sobre su hombro. –Con un regalo y un beso qué pretendes ser... ¡no he sabido nada de ti en meses! Con un beso y un regalo no pretendas ser nada... - se maldijo porque la ira llenó sus ojos de lágrimas, él se giró por completo con su cara serena - Yo no siento lo mismo de antes por ti– cuando lo dijo su estomago se retorció y le costó respirar, un malestar que atribuyó a su antiguo yo que aceptó el hecho de que lo más sensato era dejarlo ir.

Sasuke con su mirada fija en ella se acercó lento y le dio un toque en la frente con dos dedos. - Sakura, conozcámonos– fue lo que le dijo, le había gustado decir más pero no conocía la manera de llevar lo que sintió a palabras –Después de eso, si quieres que seamos amigos lo aceptaré -

Ella se quedó callada; ¿Conocerse ?, pero luego entendió ambos cambios tanto que realmente no se conocían en absoluto. Pero no pudo responder Sasuke ya se había ido.

–Sakura-sensei - la llamó una enfermera –Otra vez la visita ese extraño halcón en su oficina

La pelirosa sonrío levemente, el halcón de Sasuke cada cierto tiempo irrumpía en su vida para dejarle mensajes, al principio no se hizo ilusión de mantener contacto continuo con el Uchiha pero luego de varios meses de sus visitas, se encontró esperando las cartas que le enviaba , no por lo que se estaban escrito ya que siempre eran pocas palabras. Si no por lo que significaban. Esta vez el ave le había traído un sobre que en su interior tenía una rama con flores de cerezo.

Sakura se sonrojó, no ... ya no podía ver a Sasuke como su amigo.

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