Nunca se sintió cómoda en el pueblito donde vivía, aunque había mucha gente con la que congeniaba, algo en su interior no le permitía ver a esas personas como amigos, el nudo en su pecho se lo impedía, tenía la sensación de que ella simplemente no pertenecía allí. Lo único que tenía claro era que Tokio era su destino, desde niña sintió que algo la llamaba desde esa ciudad, allá estaba la pieza que le faltaba a su vida, sabía con seguridad eso. Siempre que iba en sus vacaciones a la capital a visitar a su abuela Tsunade se sintió ansiosa y feliz, y al final del verano no quería volver; se aferraba a las piernas de su abuela mientras su madre la trataba de llevar al auto, no sabía como hacerles entender que ella no pertenecía al pueblo en la montaña donde sus vivían sus padres, ella era de la capital.
En algún punto de su niñez pudo tener una idea de lo que debía encontrar en Tokio; cuando en sueños pudo ver a un chico con pelo negro y piel nívea, él estaba de espaldas. "se esta por ir" pensó desesperada, debería detenerlo de algún modo, pero no podía hacer nada. Mientras observaba el desarrollo de la escena frente a sus ojos, su corazón se llenaba de desesperación y la frustración le hacían querer gritar, no podía reaccionar, su cuerpo no le respondía, simplemente era incapaz de hacer que se quedara.
"gracias" escuchó del que pudo discernir era el amor de su vida, y entonces despertó empapada en llanto y sin poder seguir durmiendo. Cada vez que tenía ese sueño los días que le seguían no podía sonreír, tenía la sensación de que ese sueño era parte de la realidad y aunque era muy pequeña, entendía que ella amaba profundamente a ese chico y que su ida le provocaba un inmenso dolor .
"Así que ... ¿tu obsesión por Tokio proviene de la creencia de que el chico de tus sueños vive ahí?" le había dicho su tía Shizune cuando le confesó sus razones, como supuso su tía se lo tomó con seriedad "sabes que ese chico simplemente puede ser una creación de tu subconsciente ¿verdad?"
Sakura asintió, pero le dijo con certeza de que ese chico existía, estaba segura y debía encontrarlo.
Pero no era al único que quería hallar en la gran ciudad; también en sus sueños había una chica con olor a flores y un chico con la sonrisa de un sol, debería encontrarlos, su lugar estaba con ellos; Aunque no podía ver sus rostros, ni muchos menos saber los nombres de esas personas, ella los encontraría, su instinto le gritaba que cuando los viera los reconocería de inmediato.La oportunidad de escapar de su pueblo llegó cuando debió asistir a la preparatoria; para seguir su sueño de ser médico, debería asistir a una escuela que la capacitara para ingresar a la mejor universidad y donde vivía, si bien la educación no era mala, necesitaba una educación mas exigente, además que en Tokio podía asistir a clases en Gakushū Juku (1) para prepararse, esa oportunidad la perdería si se quedase. Si bien, se sintió culpable por lo fácil que le fue despedirse de sus padres y de su vida, no podía estar más feliz, al fin iba a vivir donde siempre quiso.
La noche anterior a su primer día de clases no pudo dormir, con la ansiedad removiéndole las tripas sin compasión, apenas pudo pegar ojo, lo que la llevó a levantarse más tarde de lo que quería y correr vertiginosamente a la escuela. Estaba tan enfocada en llegar a su destino que se le olvidó prestar atención a su entorno, hasta que escuchó que la llamaban, se detuvo de golpe, esa era la voz de sus sueños, sin respirar dirigió su vista a quién había gritado su nombre; se fijó inmediatamente en el contraste de su piel blanca con pelo oscuro.
"Sasuke-kun" susurró, el nombre se le escapó por la garganta sin haber sido proceso por su cerebro antes. El mundo desapareció en segundos, se acercaron tanto que sus alientos se mezclaban, sus cuerpos se atraían como imanes opuestos. Para ellos no había nada extraño en ese encuentro, ambos se conocían desde antes de nacer en esa realidad y lo sabían. Estaban unidos, eran parte del mismo todo y al fin, después de años, se podía tocar.
Como efecto dominó, luego de encontrar a Uchiha Sasuke, pudo hallarlos a todos: Naruto, Hinata, Ino... al fin se sintió en casa. Finalmente encontró donde pertenecía.
Esa tarde ambos hablaron de sus sueños; de cómo sus almas no estaban tranquilas hasta que se encontraron. A la pelirosa le asombró lo cómodos que estaban juntos; era como si estuviesen continuando una conversación que se había mantenido pausada, como si nunca hubieran estado separados. Desde entonces siempre se les veía juntos, nadie entendía como llegaron a ser novios pero eran la pareja más sólida del instituto.
"Perdóname Sakura" Le había dicho una vez el pelinegro luego de un largo silencio, ella no entendió hasta que le descripción. Ella pudo ver en sus oscuros ojos el arrepentimiento y el dolor al recordar las veces que la había lastimado.
"Ya lo hice... hace una vida atrás" le dijo mientras le daba un casto beso en los labios. "pero no vuelvas a atravesarme con esa técnica eléctrica" se burló tratando de quitar la tensión del ambiente.
"Jamás" le prometió y antes de que ella pudiese decir algo, Sasuke agregó "y jamás te volveré a alejar de mi lado" Sakura no pudo evitar que pequeñas lágrimas de felicidad se escaparan de las esquinas de sus ojos. Maldición, eso se sintió muy bien.
Cuando conoció a su suegra esta le sonrió y le dijo lo encantada que estaba de por fin conocer a la chica de los sueños de su hijo, Sakura soltó una risita observando como la cara de su novio enrojecía levemente.
Sí, esa es ella.
"No te avergüences Sasuke-kun, tu también eres el chico de mis sueños"
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Romántico
Romance¿Cómo Sakura podía estar enamorada del frío Sasuke Uchiha? Bueno es porque solo ella conocía lo romántico que podía ser su marido, a su manera única, particular y por sobre todo íntima. Serie de one-shot SasuSaku donde queda en evidencia lo amoroso...