CAPÍTULO 3: EL NUEVO ASISTENTE

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Esa mañana Choi Minho estaba en su oficina, con un alto de papeles sobre el escritorio, pensando en lo mucho que le hacía falta su asistente. El día anterior se habían presentado las nuevas postulantes para el cargo, y la joven que calificó y que él había citado para esta mañana no se presentó. Y las demás postulantes tenían problemas de incompatibilidad de horarios con sus hijos y otras por alergias estacionarias, por lo que no podían salir a terreno cuando él lo requería y él necesitaba alguien comprometido con su trabajo. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no advirtió que alguien había entrado a su oficina.

-Disculpe, señor Choi- dijo el joven que había entrado, que lo sacó de su ensimismamiento e hizo que se sobresaltara un poco.

Minho levantó lentamente la cabeza al oír aquella voz que le resultaba familiar y reparó en el joven que tenía delante de su escritorio, observó por primera vez con mayor detenimiento su atractivo y angelical rostro, sus suaves facciones y unos ojos color miel cuya mirada era muy dulce. Entrecerró un poco los ojos tratando de recordar donde lo había visto antes y entonces lo reconoció.

-¿Y tú, qué haces aquí?- preguntó de muy mal humor.

-Vengo por el puesto de asistente. Permítame presentarme, me llamo Lee Taemin. Aquí le traigo mi hoja de vida. Y por favor, discúlpeme una vez más por lo que pasó en el parque.

- Yo no acostumbro a trabajar con hombres – cortó Minho.

-Señor, Choi, por favor deme una oportunidad, le aseguro que no se va a arrepentir. Yo admiro mucho su trabajo, y además que necesito trabajar para terminar mis estudios- dijo Taemin tendiéndole el currículum.

Minho lo recibió no muy convencido y le echó una rápida mirada. –Que interesante, aquí dice que estudias entomología.

-Sí, ya estoy en el último año.

Minho pensó un momento y sopesó las posibilidades que tenía de trabajar con un futuro entomólogo con amplios conocimientos en la materia, mientras que las postulantes que se habían presentado anteriormente, si bien tenían conocimientos, eran más limitados y tendría que enseñarles prácticamente todo el funcionamiento de los equipos del laboratorio. Pero por otro lado estaba el hecho de que Taemin era hombre y él, como ya había dicho antes, no estaba acostumbrado a trabajar con hombres porque según su parecer, éstos eran menos responsables que las mujeres. Pero por alguna razón decidió darle esa oportunidad que Taemin le pedía, además que necesitaba un asistente urgente, porque tenía mucho trabajo por delante.

Con un poco de recelo y no muy convencido del todo, Minho citó a Taemin al día siguiente, para su primer día de trabajo. Taemin estaba muy feliz con la oportunidad que le había dado y le volvió a repetir que no se iba a arrepentir.

Al llegar a casa de Kibum, Taemin lo encontró sollozando en el sofá y con una botella de licor frente a él, pero prácticamente no había bebido nada.

-Kibum que haces con esa botella, prometiste que no te ibas a volver a embriagar de nuevo. Dame esa botella.

- Ya no puedo más amigo, todo esto me supera. La enfermedad de mi abuela me tiene mal.

A Taemin se le partía el alma verlo así tan mal, se sentó a su lado en el sofá, le dio unas palmaditas en el hombro y lo animó a que retomara sus clases de baile. Hacía unos meses atrás, Kibum empezó a tomar clases de baile en la academia del reconocido coreógrafo Lee Jinki, el mismo Taemin lo había instado a participar ya que él amaba bailar y así también era una forma de distraerse un poco de su evidente problema con el alcohol, pero al enterarse de la enfermedad de su abuela, Kibum decidió posponer las clases, pero a raíz de esto también aumentaron sus problemas con el alcohol, y cada día que pasaba Taemin lo veía cada vez mas perdido y no sabía cómo ayudarlo.

Mientras iban camino a la academia, Taemin le comentó, para animarlo un poco, que al día siguiente comenzaría a trabajar en lo que él amaba, los insectos, aunque a Kibum no le gustaran, solo era para sacarle una sonrisa a su amigo, para que se alegrara por él, por sus logros.

Jinki estaba en la puerta de la academia recibiendo a sus alumnos y cuando vio a Kibum y Taemin que se acercaban se alegró mucho de que su alumno predilecto decidiera regresar. Jinki tenía un afecto especial por Kibum, porque, a pesar que éste a veces se le pasaban las copas y no iba a las clases, generalmente era puntual, perseverante y perfeccionista y cuando no le salían los pasos a la primera, practicaba una y otra vez hasta que el paso fuera perfecto, porque Kibum amaba bailar. Y ahora mientras practicaba un nuevo giro, Kibum recordó ese primer día de enero cuando llegó un poco tímido a la academia y se acercó a hablar con Jinki y éste lo había recibido muy amistosamente, y eso le dio la suficiente confianza para comenzar a tomar las clases. Taemin también había sido parte importante en esta decisión, ya que él lo había animado e insistido en que debía comenzar a tomar clases de baile. – Pero yo solo te voy a acompañar- le había dicho su amigo- no me obligues también a tomar clases, porque no lo voy a hacer. Y si lo hizo. También se animó con la pegajosa música que sonaba en ese momento, él decía que no tenía dotes para el baile, pero al contrario, bailaba hasta mejor que Kibum, y ahora aprovechaba este último día para distraerse y relajarse un poco, porque desde el día siguiente sería oficialmente el nuevo asistente de Choi Minho, el entomólogo.




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Nuevo capítulo, ojalá les guste y que lo disfruten.

Como ya dije anteriormente es primera vez que escribo este tipo de historias, así es que cualquier crítica no duden en escribirla, (constructiva por supuesto), y así ir mejorando en lo que haga falta.

WAY TO HAPPINESS (2MIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora