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Anubis se encontraba descansando, sus brazos cruzados le hacian sentirse cómodo dentro de su ataúd, pero ese dia algo iba a cambiar, alguien interrumpió su descanso.

Algo habia golpeado muy fuerte el ataúd dónde descansaba, algo como un ladrillo o block, seguido de algunos gritos rasposos y cansados de una mujer.

Anubis abrió los ojos, tenía la sensación de que algo extraño sucedia en su casa.

Recuperaste la conciencia, habías sufrido un golpe que te dejó un poco inconsciente y ahora Te arrastrabras en la arena de las trincheras arenosas donde habías caído mientras tratabas de huir de esos maleantes, lo cual causó que te lastimaras tu pierna derecha, golpeándose.

De pronto sentiste que uno de esos dos criminales tapó tu boca y puso el filo de la navaja en tu mejilla mientras el compañero de éste, desabrochaba el short de mezclilla que tenias puesto.

Sudabas y temblabas de miedo y ellos pensaban que disfrutarian el rato, hasta que oyeron una voz haciéndo eco en las paredes de esa especie de laberinto pequeño.

- Aléjense de esa mujer.

- Quién eres?

- Sal, ven a ayudarla si eres tan hombre.

Ambos dijeron levantándose del suelo.

Aprovechaste la distracción de estos para levantarte y correr pero uno de ellos te golpeó en el estómago haciendo que cayeses al suelo gimiendo de dolor.

- Van a pagar caro lo que han estado haciendo.

- que vas a hacer? Ven, denunciame cabrón!

- Es imposible que haya alguien aquí, no pueden haber vigilantes en este hoyo. - susurró el compañero de éste

Ambos seguian sin poder ver algo, aunque el cielo comenzaba a oscurecer, aun seguía habiendo sol, pues eran las 6:00 pm.

Ambos seguian mirando al frente hasta que la voz dejó de oirse.

- tu, zorra, vienes con nosotros. - uno te levanto de su brazo izquierdo y el otro del derecho, cuando detrás de ellos estaba Anubis.

- No merecen vida. - les susurró a ambos.

Para cuando volteron, lo último que vieron fue el rostro de un Chacal, un perro o lobo enfadado y serio con ojos totalmente blancos brillando y un bastón en sus brazos arrancondoles la vida sin tocarlos.

Simplemente apuntó a sus corazones con su dedo índice;
Murieron de un ataque al corazón.

Mientras eras soltada por estos hombres que cayeron al suelo sin vida, fuiste sujetada por Anubis.

Tu corazón aceleraba casi a nanosegundos, pues tus ojos estaban totalmente abiertos al mirar a un dios tomando tu brazo, y era él, tu Dios egipcio favorito, el dios de la muerte, el embalsamador.

"... Anubis.." - pensaste mirando sus ojos, sus ojos amarillos y su delgado y fino ocico.

- ¿Estás bien, joven?

Apesar del temeroso parecido que tenia ese dios, su voz a pesar de ser muy grave, era una voz caballerosa, sonó bastante tranquilo al preguntarte eso, parecía como si se hubiese preocupado.

- mu... Mu- Muchísimas gracias, gran dios Anubis. - le murmurasté y era cierto, estabas tan agradecida de que alguien te escuchó pedir ayuda, antes de vivir un infierno.

Anubis se sentía un poco confundido

En unos segundos trataste de ponerte de pie.

Anubis te soltó.

Anubis Y Su Humana (Lectora X Anubis) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora