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|T2| - 17: Mi mejor amigo sigue enamorado de mi

El rubio ceniza se encontraba patrullando, esta vez estaba solo ya que Best Jeanist le había dado esa tarea, el rubio de ojos claros tenía bastante trabajo y confiaba en que su novato sea capaz de patrullar en solitario.

Apenas habían crímenes en ese día, pero el ultimo que había ocurrido estaba siendo atendido por el mismo rubio ceniza, quien se encontraba persiguiendo por el aire a unos ladrones que se habían escapado de un centro comercial. Adelanto su paso y se puso frente al auto con tal que los delincuentes se detengan, pero aun estando a pocos centímetros de el no lo hicieron. Al ver eso Bakugo, se encorvó un poco, juntando sus manos con tal de formar una explosión, sin embargo, sus intensiones fueron interrumpidas cuando el auto paró debido a que alguien había generado hielo en sus ruedas.

-Ahg, bastardo, deja de meterte en mis asuntos-. Expresó el más bajo con el ceño fruncido.

-Estaba apunto de chocarte-. Dijo el mitad pelirrojo con tono neutral.

El mayor se acercó al auto, abriendo la puerta de este y tomando a los ladrones de sus camisetas para luego tirarlos al piso. Los policías habían llegado hace segundos y simplemente se llevaron a los dos tipos, agradeciéndoles a Bakugo y Todoroki por su trabajo.

El rubio ceniza chasqueó su lengua, alejándose poco a poco del lugar con intensión de continuar patrullando.

-Bakugo-. Llamó su atención el heterocromático

-¿Qué quieres?-. Preguntó el ojirubí, con el ceño fruncido y sin voltearse ni detenerse.

-¿Podemos vernos?-. Preguntó tomando su brazo para que pare de caminar.- Hoy a la noche-. Propuso.

-Estoy ocupado-. Mintió el más bajo.

Su labor de patrullar siempre terminaba maso menos a la tarde, luego tenia, en su mayoría, el tiempo libre.

-¿A la noche? ¿Haciendo qué?-. Cuestionó el mayor.

-Eso.. no te incumbe-. Se excusó.

-Entonces, ven a verme-. Insistió con tono serio.

El corazón del rubio ceniza comenzaba a acelerarse, sin embargo, no quería que el mitad albino lo note, así que hizo un gran esfuerzo para que su rostro no cambiará.

-Voy a... salir con.. alguien-. Mintió nuevamente.

-¿En serio? ¿Lo conozco?-. Preguntó el mayor inclinando la cabeza.

-No.. bueno, de hecho es...-. Se puso a pensar en un nombre, y no podía creer lo que su boca soltó en ese momento.- Kiri..sima-. Desvió su mirada, murmurando el nombre de su mejor amigo.

-¿Kirishima? ¿Aun sigue enamorado de ti?-.

-¿Qué? ¡No!-. El menor se soltó del agarre de su contrario, exaltándose ante esa pregunta.- Ahg, y aunque sea verdad, no es algo que tenga que interesarte-. Agregó.

-Creme que es algo que me interesa, y más tratándose de el-. Expresó el mitad albino.

-Ahg, me da igual, haz tu maldito trabajo y déjame en paz-. Dijo el más bajo, finalmente alejándose de el.

¿Estaba celoso? Si, por supuesto. Cuando se dio cuenta de sus sentimientos por Bakugo en la secundaria, siempre lo observaba, y en cada descanso, ya sea de clases o del entrenamiento, el rubio ceniza estaba acompañado del pelirrojo. Kirishima siempre le sonreía, y se notaba como el ojirubí la pasaba bien con el ya que, de vez en cuando, también se reía de los chistes de su amigo.

Sus celos aumentaron aun más cuando el de pelo puntiagudo se le declaró a su en ese momento actual novio.

Actualmente no había mucho que pudiera hacer, no tenía ni siquiera una relación de amistad con el rubio ceniza, no tenía ningún tipo de derecho para impedirle salir con su amigo.

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-¿Aun sigue enamorado de ti?-. Bakugo recordó en las palabras del mitad albino.

Ahg, ¿y qué si fuera así? Bastardo-. Pensó Bakugo.

Kirishima siempre fue el único que le cayó bien de toda su clase. Creyó que los sentimientos del pelirrojo habían desaparecido con el pasó de los años, pero ¿Y si no era así?

De cualquier manera, el ojirubí nunca se dio cuenta de los sentimientos de su amigo, y aunque haga su mayor esfuerzo, tampoco sería capaz de hacerlo a pesar de conocerlo desde hace tanto.

Podría probar suerte y simplemente invitarlo a cenar, por supuesto sin intensiones románticas. Además, quizás sería una buena oportunidad para que Todoroki lo deje en paz de una vez.

Tomó su celular y le mandó un mensaje.

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Oye, pelos parados.
✔✔

¡Bakubro! ¿Qué sucede?

Vamos a cenar.
✔✔

¿Eh? ¿En serio?

No me hagas arrepentirme, ¿quieres o no?
✔✔

¡Claro que sí! Te iré a buscar en un rato.

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"Bakubro" ese no era el apodo que alguien le diría a su amigo del que esta enamorado.

¿Estaría disimulando?

Creo que estoy pensando de más-. Pensó Bakugo.

Pasaron unos minutos y escuchó como alguien tocaba la puerta. Fue con un paso ligero a abrirla, no sabía quien podría ser ya que pensaba que su amigo llegaría más tarde.

-¿Eh? ¿Tan temprano viniste?-. Preguntó al ver a su amigo con una sonrisa.

-Claro, te dije que vendría en un rato-. Respondió el pelirrojo, mirándolo de arriba a abajo.- Veo que no te cambiaste-.

-Ahg, pues claro que no, idiota-. Se apartó de la puerta.- Pasa, me voy a cambiar en un segundo-.

Su amigo le hizo caso, seguido de eso Bakugo le dijo que se siente donde quiera mientras el se iba a su habitación a buscar ropa. Kirishima se tiró en el sillón cómodamente y con confianza, el rubio ceniza simplemente se fue a su habitación, comenzando por quitarse su remera.

Pasaron unos minutos y el dueño del departamento todavía no había salido de su habitación.

-¿Bakubro?-. Apoyo su mano contra la puerta de la habitación de su amigo.- ¿Todo bien?-. Tomó el picaporte, abriendo finalmente la puerta.

Se encontró con su amigo semidesnudo, su abdomen estaba completamente al descubierto mientras a su vez dejaba ver sus abdominales completamente marcados y pectorales que parecían estar bastante firmes.

-¡Lo.. siento!-. Se disculpó el pelirrojo sin poder dejar de ver el abdomen de su amigo, poniéndose algo rojo.- Es que... estabas... tardando demasiado-. Agregó, su cuerpo se movió solo, pasando a la habitación sin permiso.

-¿Acaso no tienes paciencia?-. Preguntó el rubio ceniza viendo a su contrario.- Deja que me camb-. Fue interrumpido por su amigo, quien se abalanzó sobre el, tarándolo a la cama y quedando encima suyo.- ¿¡Qué haces!?-.

-Lo siento, yo.. no se lo que hago-. Soltó una pequeña sonrisa dejando ver sus afilados dientes.

-Como sea, salte de encima-. Comenzó a mover sus muñecas, intentando forcejear.

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CONTINUARÁ...

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