Amor, Dinero, Odio y Pasión (Gigi Hadid Y Tú)

Capítulo 11

Gigi pov.

«Scarlett Johansson»

Ese nombre no había salido de mi mente en toda la noche, me carcome por dentro el solo pensar que ella fuera más importante en la vida de ______ que yo. Sé muy bien que la conoció antes que a mí eso es algo que tengo muy claro pero el que nunca me contara de ella están frustrante.

—¿Qué haces? — mire a bella que me veía como si tuviera dos cabezas.

—Tratando de dejar de pensar en la mujer llamada Scarlett Johansson que supuestamente fue importante en la vida de mi esposa — muevo mis dedos nerviosamente.

—No creo que eso sea bueno para tu embarazo y menos a esta hora — mira el reloj en la pared. —Son las 3:00 am, qué no has dormido nada? — pregunta y niego.

—No he podido ni pegar el ojo por qué nada más los cierro y se me viene a la mente el nombre de esa mujer — ella acaricia mi muslo.

—Deberías intentarlo otra vez, si tanto quieres saber sobre esa mujer porque no le preguntas a algunos de tus cuñados — me dí una cachetada mental por no haber pensado en eso.

—Pero no a se a cual de los tres, Grace me odia y no creo que me quiera cerca, Amaia dudo que me diga algo luego de que me golpeé otra vez, eso solo nos lleva a Bruno...— sonrió sabiendo que él podría decirme todo.

—Muy bien ya hablaras mañana con él, por ahora tienes que descansar, estás embarazada y debes de cuidarte el doble, así que vamos — me acuesta en la cama y me arropa como si fuera mi mamá.

—Gracias, gracias por todo que haces por mí hermanita — ella solo besa mi frente y sale de la habitación.

Lentamente se fueron cerrando mis ojos hasta que quede profundamente dormida.

**Momentos más tardes**

Ya había citado a Bruno pero por mi embarazo era mejor que no saliera y me quedara descansando en mi habitación, así que él había aceptado venir hasta mi casa y le agradecía ese bonito gesto.

—¡Gigi, Bruno ya está aquí! — escuché el grito de Bella.

Últimamente le gustaba gritar por todo, parecía que ella sufría las hormonas del embarazo y no yo.

—¡Dile que suba! — grite de vuelta. Luego de unos minutos se escuchaban pasos afuera de mi habitación.

—¡Hola querida! — saluda feliz, me da un beso en la mejilla y se acomoda a un lado de la cama justo donde le señale palmeando el suave colchón.

—Hola guapo — sonrió y le doy un pequeño abrazo. —Pensé que tú también estarías enojado conmigo por lo que le hice a la bebé de la familia — nos separamos del abrazo.

—Se que debería estarlo pero por alguna razón no puedo enojarme contigo, no te conozco muy bien pero eres una hermana más para mí — acaricia con cariño mi cara. —Así que no pienses que estoy enojado contigo por haberle roto el corazón a mi hermana menor — revuelve mi cabello y sonreímos.

—Te preguntarás por qué te llamé e hice que vinieras hasta aquí — asiente. —Bueno, hace unos días descubrí algo y tengo algunas dudas, pensé que tú podías ayudarme a resolverlas — le sonrió como niña buena y tome una de sus manos.