Punto y final.

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Ella era el punto y final

de cualquier historia

que deciden terminar.

En este caso, era el supuesto

cuento

de hadas

que de pequeña le narraban.

Ella era el punto y final,

que quedaba sostenido por la soledad,

de aquel que decide plasmarlo

para dar algo por finalizado.

En este caso, era ella pendiendo

de su mano

ante aquel abismo

que la estaba acechando.

Ella era el punto y final

que quisiera poner en su vida

para acabar con esas ruinas

que se le clavaban como agujas.

En este caso, ya no era

una obra maestra ante

los ojos de aquel que la hizo creer

que Roma se escondía tras ella.

Ella era el punto y final

que ahora plasmo

en este folio

con el fin de que, su punto,

se una con el mío

y, juntos, rompan la soledad

que su vida aprisiona.

Ella.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora