Out Of Vegas

Capítulo 1

A/N (Notas de Autora):

* Ella (madre de Christian) está viva y bien, por lo tanto, Christian nunca fue adoptado.

* Los apellidos de los Grey (Carrick, Grace, Elliot, etc.) serán Davis, para no crear confusión.

* Completamente AU (Universo Alternativo) y OOC (out of character - fuera de carácter) ya que la vida de cada persona tomó un camino diferente.

* Esta historia se actualizará con frecuencia.

Advertencia: contenido sexual fuerte (sin BDSM) y lenguaje breve.

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1. "Introducción"

Las Vegas, Nevada.

El sol brillaba a través de las cortinas doradas y blancas cuando una brisa fresca entraba suavemente por la ventana entreabierta. Ana podía oír el débil canto de los pájaros y saborear el fuerte alcohol, todavía amargo en su lengua. Se despertó con los músculos sorprendentemente adoloridos mientras se movía y se hundió de nuevo en la suave cama. Olía a vainilla y almizcle. Bostezó mientras volvía la cabeza para mirar el reloj que iluminaba las 11:05 am en rojo brillante. Rápidamente se sentó, sintiendo un terrible dolor de cabeza esparcirse por su frente. Ella juró en silencio que nunca volvería a beber tanto. Gimiendo, se frotó las sienes y miró vagamente alrededor de la habitación. Era enorme; desordenada, pero enorme. La ropa estaba tirada, las joyas colgaban de los aparadores, las sábanas estaban arrugadas en la esquina, los platos del servicio de habitaciones estaban en el piso y algunas botellas vacías de vino muy caro estaban en un bote de basura... Eso también se volcó. Antes de que el huracán humano golpeara esta habitación, era hermosa. Espejos adornados en oro, perillas de tocador con bordados de cristal, una cama king size, cortinas de seda y un balcón que definitivamente conduce a una hermosa vista. Soy el huracán humano, pensó Ana mientras los acontecimientos de anoche volvían rápidamente hacia ella. Somos el huracán, se corrigió horrorizada mientras levantaba lentamente la mano izquierda para ver el enorme anillo de diamantes en su dedo. Se tapó la boca con la otra mano para sofocar un grito ahogado.

"No lo hiciste", coreó en voz baja, volviendo gradualmente la cabeza para ver a un hombre dormido a su lado. Ella permitió que su mirada se moviera hacia los hombros anchos, la espalda masculina y solo una fina sábana blanca que mantenía su modestia. Lo hiciste. Se dio cuenta de que también estaba desnuda y se sonrojó profusamente mientras se devanaba los sesos para recordar su nombre. "No, Tristian no..." murmuró. "¡Christian!" dijo con orgullo, arrepintiéndose inmediatamente de lo ruidosa que era. Él se dio la vuelta y ella se quedó lo más quieta posible. No tenían exactamente el matrimonio más convencional, por lo que quería irse tan rápido y sin que la vieran. Sin embargo, no se despertó, simplemente se recostó en un sueño tranquilo. Sus rizos caían sueltos sobre su frente y tenía la sombra de una sonrisa en su rostro. Ana imaginó que estaba teniendo un gran sueño. Quizás sobre ella... O su esposa. Ana frunció el ceño y se preguntó por qué su mente se hacía esto a sí misma. Probablemente estaba soltero. Pero no importaba, por supuesto, ella no se iba a quedar de todos modos. Con cuidado, se levantó de la cama para no despertar al extraño que yacía a su lado y buscó su ropa interior. Encontró sus prendas en una silla y se las puso rápidamente. Vio su sostén en el suelo, pero estaba en el lado de la habitación de Christian, así que decidió no recogerlo. No quería que se despertara, ni quería explicarle por qué fue el peor error de su vida. No vio su ropa por ningún lado y se sonrojó de vergüenza. Esperando contra toda esperanza, se acercó de puntillas a la cómoda y abrió un cajón. Por desgracia, el sorteo tenía dos camisas blancas lisas con botones y pantalones negros. No es su estilo, pero tendría que bastar. Estuvo a punto de meter la mano, pero se detuvo cuando los brazos se envolvieron perezosamente alrededor de su cintura.