—Mira, mamá, lo que me he encontrado —le digo ilusionado.
—¿A ver? —comenta asomándose a donde estoy.
Da un grito aterrador y se pone la mano en el pecho. Yo sigo sonriendo.
—¿A que es el muñeco más feo y aterrador que has visto nunca?
Asiente lentamente con la cabeza. Sigue mirándolo de forma muy fija.
—¿Me lo puedo quedar? —pregunto de nuevo, asemejándome más a un psicópata que a una persona normal, como mi madre, que huiría de algo así.
—¿Qué? ¡NO!
—Jo —me lamento.
Me encojo de hombros, y lo dejo donde lo encontré. Lo mismo viene otro y sí que se lo lleva a su casa, donde el muñeco podrá poseerlo a gusto, y podrá hacer sus cosas de muñeco maldito.
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Mis micros
RandomTan solo mis vómitos verbales aquí plasmados. Si entras no esperes nada, no vayas con ninguna expectativa, porque son pequeñas dosis de mi rara mente. Pero quién sabe, lo mismo incluso te gustan. Historias con todos los derechos reservados. Pero t...