· · 𝐶𝑖𝑛𝑐𝑜 𝑎𝑛̃𝑜𝑠 ❞

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· · Cinco años

Erick balbucea tirando de los cabellos rizados a Joel, suelta un chillido cuando el mayor empieza a jugar con sus tiernos mofletes y hacer caras graciosas. Ambos inician una "carrera" hacia Rex que está durmiendo encima de la escalera alfombrada, ajeno al mundo exterior.

Joel se siente muy orgulloso por haber enseñado a gatear a Erick hace un año atrás. Sabe que de momento se le dificulta el caminar y que su amigo Erick comienza a llorar muy fuerte al caer, no obstante, todos los fines de semana ayuda con más empeño a su tía Astrid.

—¡Gané! —exclama poniéndose de pie, pero al ver que el pequeño ojiverde lo miraba con los ojos llenos de lágrimas y un notable puchero, supo que debió permanecer en silencio o ir más lentamente.

Rex ladra cuando despierta y el llanto del nene incrementa.

—¡No, no! —exclama con tristeza Joel, su intención es acercarse a su amigo para abrazarlo y decirle que en realidad él ganó. Pero Erick se ayuda de sus manitos al intentar colocarse de pie—. ¡Tía Astrid! Erick cami...

Erick tropieza con sus propios pies y cae de bruces al suelo.

—¡Tía Astrid! ¡Erick es torpe!

Se apresura en ir a donde está el menor; abrazándolo y diciendo palabras bonitas. Por el contrario, Erick estira sus brazos y golpea su rostro.

La mujer los encuentra en una extraña posición que simula ser un abrazo, intenta no reír, cosa que resulta imposible porque su hijo está pidiendo ayuda con la mirada para librarse del rizado.

Erick no es muy fan del contacto.

Al menos por ahora.

Pero Joel adora abrazar su pequeño cuerpo y deleitarse con el rico aroma que desprende su cabello, o el perfume a jazmines que baila en su piel.

Los tres se dirigen al patio donde está Isabelle jugando con Luna, una gatita negra que rescataron dos meses atrás.

—¿Papás? —se escucha una vocecita.

—Ya mismo regresan, amor —contesta Astrid, sentándose en la mecedora con Erick en su regazo que agitaba sus manos intentando alcanzar a Joel o mejor dicho al osito que tenía el rizado, olvidando así la caída que tuvo—. ¿En serio caminó, Joey?

—Sí, aunque todavía es muy torpe.

Media hora después llega Patricia, Alexander y Noah, trayendo consigo varias bolsas de tela con los insumos necesarios. Los adultos se encargan de cocinar mientras que los niños juegan en el patio con ambas mascotas. Ya estaban en verano y pronto sería el cumpleaños número seis de Joel; sueña con la colección de cars o un nuevo par de zapatillas con dibujos de Spiderman.

O como su mamá les llama: autos que hablan y hombre trepa paredes.

De postre todos comen una bola helado sabor a fresa con chispas de chocolate y un poquito de crema chantilly.

—¿Erick no tendrá hermanitos como yo? —pregunta Joel, manchando su dedo y posteriormente llevándolo a la mejilla del ojiverde.

Ambas parejas se miran incómodos. El embarazo había sido complicado y demoraron varios años para que puedan concebir a Erick; el estrés acumulado por problemas con sus trabajos dificultaba todo. Sus esperanzas por expandir la familia acabaron al enterarse que Astrid tenía un quiste en uno de sus ovarios. Si bien no era maligno y logró eliminarlo, prefirieron no intentarlo más. Qué Erick haya nacido, fue un milagro.

—No, cariño.

Joel frunce los labios y después sonríe amplio.

—¡Yo seré su hermano! ¡Junto con Isabelle!

Se abalanza sobre el pequeño, pero termina con la cara llena de helado ante su eufórica reacción. Y Erick tira de su cabello, llorando para que su mamá lo pueda cargar y alejar de ese niño.

Agradable día.


╭─────────►N O T A*ૢ✧ᝂ


│𖦹 Soy Erick, me caigo cada 
│    vez que camino.

𖦹 ¿Les gusta el helado? Yo 
│    no puedo vivir sin comer
│    ese delicioso manjar.


𖦹 Espero que les guste.

𖦹 Besos🖇️

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Vírgenes hasta el matrimonio || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora