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POV Elijah

— ¡Mueve el trasero Elijah!

Respire profundo aunque no lo necesitaba.

Salí y la vi recargada en el auto.

— ¿Y Hanna y Harry?

Pregunto y suspire.

— Leah se los llevo hace unos minutos, creo que se cansaron de esperarte.

Dije y ella puso los ojos en blanco.

— Idiota.

Me dijo y yo le sonreí.

No podía creer que esa mocosa solo tuviera tres años de vida y aparentara 12.

— Sube que mas tarde tengo una cita.

Le dije y ella alzo una ceja.

Aunque para la sita faltaran como siete horas tenia que arreglarme, no podía dar mal impresión.

— No sabia que alguien se fijaría en ti, eres tan... ¿como decirlo?... aburrido.

Puse los ojos en blanco y subí, ella no tardo en hacer lo mismo.

— Para tu información me veré con Itzel, hablaremos un poco y ya veremos que pasa.

Le dije y ella hizo una mueca.

— Pues Itzel esta tarada, eres sexy, se nota que sabes hacerlo en la cama y aparte quien no quería consigo a un hombre que viste de traje todo el tiempo.

Era obvio que se burlaba, como una mocosa de su edad podía ser tan detestable.

— Callate Leyla.

Le dije y ella río por lo bajo.

— Obligame.

Dijo y frene el auto, me miro retadora.

— ¿Porque te encanta fregar?

Ella se encogió de hombros.

— Mira Elijah, no me agradas, eres muy aburrido y sobreprotector, yo diría que te hace falta una buena orgía.

Si tuviera la capacidad de sonrojarme ya estaría mas rojo que la sangre.

— ¡Leyla!

Le reproche.

— ¿Si?

Ella me miro y sonrió inocente.

— Mira la hora, ya no te dejaran entrar.

Le dije mientras miraba el reloj, luego de ver que el portón de la escuela que estaba a dos cuadras estaba ya cerrado.

— Si no te hubieras ido a no se donde y si no hubieras frenado en auto hubiéramos llegado a tiempo, a mi ni me eches la culpa que aquí el adulto responsable eres tu.

Si no fuera mi hermana y nieta de la mujer que amo probablemente ya la estaría ahorcando.

— Y si tu te levantadas mas temprano, te bañaras en las noches y solo en la mañana te cambiarás no perderías tanto tiempo y llegaríamos a tiempo.

Le dije y ella negó.

— No me culpes a mi por tu falta de responsabilidad, aquí quien es el adulto eres tu.

Apreté el volante y me obligue a recordarme que era mi hermana y que todos me odiarían si le hago algo.

— ¿Podemos ir por helado?

Suspire y le asenti.

Puse el auto en marcha y no tardamos micho en llegar a la heladería.

Bajamos y ella pidió su helado de vainilla con fresa y me pidió uno para mi de fresa y chocolate.

Pague y salimos del local.

— Ten, sirve y te haces un poco mas dulce.

La fulmine con la mirada.

Tome el helado y vi como se comía el suyo muy cómodamente.

— Se derretirá y las manos se te pondrán pegajosas.

Dijo.

Suspire y comencé a comer el helado.

Espero les guste.

Continuará...

El Legado De Briana Cullen [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora