El Legado De Briana Cullen [Terminada]

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POV Narradora

Cuando los cinco terminaron de comer volvieron a la sala y se dispusieron a sacar sus cuadernos y la información del ultimo siglo de Nueva Orleans en la laptop de Leyla.

Todo parecía genial hasta que Leyla vio en una de esas paginas que había una foto antigua de su familia, los Mikaelson.

Todos de inmediato miraron a donde había una foto donde estaban Rebekah, Kol y Leyla en una fiesta, esta ultima cerro los ojos y respiro profundo.

- Mejor le seguimos mañana.

Les dijo Leyla mientras se levantaba y caminaba a donde el retrato para bajarlo.

- Si, mañana.

Logro decir Oliver que estaba mas pálido de lo normal.

Los demás de inmediato se levantaron y tomaron sus cosas.

Leyla al escuchar la puerta cerrarse soltó todo el aire contenido.

- ¡Mierda!

Misito y se encamino a la mesita y tomo su laptop y la cerro.

Mientras ella pensaba en como callarles la boca a esos idiotas.

Los cuatro adolescentes ya estaban en la esquina de la cuadra.

- ¿Piensan lo que yo?

Cuestiono Kristel mientras temblaba de miedo.

- No, es imposible, si eso fuera ya nos hubiera matado, ¿no creen?

Dijo Santiago.

- Yo opino que el retrato que vimos es una edición, se supone que los vampiros son fuertes y ella es débil.

Dijo Ethan a modo de burla y así esconder el miedo que siente.

- Como sea, mejor no hay que molestarla mas.

Dijo Oliver seriamente y Ethan río finjidamente.

- Esa estúpida solo nos quiere asustar, yo no le temo y no dejare de molestarla.

Los tres meditaron lo que dijo Ethan y a su ver el rubio tenia razón.

Mientras ellos hablaban Leyla escuchaba su conversación desde la comodidad de su sala.

Los cuatro adolescente se dispusieron a ir a sus hogares, aunque no vivieran casi por el mismo rumbo decidieron separarse al llegar a donde quedaba la escuela.

POV Itzel

Me termine de bañar y me vestí con un vestido negro que tenia algo de encaje.

Unos tacones negros y mi cabello que desde hace algunos años era castaño nuevamente lo deje suelto.

Baje y solo fue cuestión de minutos para que Alfonso llegara.

Tomamos champán y comimos la lasaña junto al delicioso pastel de chocolate que hice esta tarde.

Hablamos de cosas triviales y del trabajo, el hace algunos meses trabajaba junto a mi en una fundación de ayuda a las personas de pocos recursos y por las mañanas era profesor de educación física en algún colegio de la ciudad, nunca le he preguntado bien.

Las cosas se pusieron un poco mas intensas cuando me beso y terminamos en mi cama.

Me comenzó a quitar el vestido y a besar el cuello mientras me acariciaba, creo que ambos tomamos de mas.

Alfonso era muy bueno en la cama, demasiado pero ni así me estaba haciendo sentir lo que Elijah.

POV Narradora

Mientras Itzel y Alfonso estaban en pleno acto sexual, un auto acababa de estacionarse fuera de la mansión Petrova.

De ese auto salio un hombre vestido de traje con un gran ramo de rosas rojas y una caja de chocolates.

Entro a la mansión sin siquiera tocar, quería sorprender a su amada, después de todo había estado fuera de Nueva Orleans por mas de cuatro meses.

Al entrar pudo ver dos copas en la mesita de centro que estaba en la sala.

Fruncio el ceño al escuchar un gemido proveniente de la planta alta.

Dejo el ramo y la caja de chocolates en el sillón y se encamino a paso humano a la planta alta.

Al abrir la puerta no le gusto para nada lo que vio.

Itzel estaba con otro hombre.

Sus manos se cerraron en puño y sintió sus ojos picar.

Salio de la habitación y bajo a paso humano, se sentía traicionado.

Salio de la mansión y subió a su auto, se alejo lo mas rápido que pudo.

— ¡Maldita sea!, ¡tu eres mía!

Gritaba furioso mientras apretaba entre sus manos en volante que crujía por la fuerza impuesta.

— Me voy unos malditos meses y otro idiota ya esta tocandote.

Seguía diciendo furioso y sin darse cuenta llego al lugar que menos quería ir.

Su juicio estaba nublado en ese momento y no le importo.

Se adentro a la mansión Salvatore Petrova sin dificultad alguna, antes ya había estado ahí.

Subió a velocidad vampírica hasta la planta alta y sin previo habido entro a la ducha donde de inmediato la castaña oscuro se giro a ver que había provocado la brisa fría que le erizo la piel.

— Elijah.

Murmuro y rápido tomo una toalla.

— No te cubras, eres hermosa.

Lo único que quería Elijah en esos momentos era olvidar que otro hombre estaba en este mismo instante tocando a Su Mujer, porque Itzel era solo de él.

— ¡Vete!

Espero les guste.

Continuará...