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Cap 2

Después del pequeño incidente de la pintura, todos habían quedado salpicados, maravilloso, mi supuesta broma no había salido nada bien y el director Steve dio por hecho una expulsión.

-____ no permitiré que sigas comportándote así-dijo mi padre severamente-siempre dices que será la última vez y vuelves a lo mismo.

-no puedo evitarlo, esa escuela es muy aburrida- me defendí

-eran los últimos malditos días, ¿No pudiste dejar tus fregadas un rato? ¡Esto ya me tiene harto de tu estupida actitud inmadura!-gritaba molesto.

No me gusta madurar, extraño ser una niña, ninguna preocupación

-¡tal vez necesito una madre que me ayude a madurar!-gruñí alterada, mi padre no podía creer lo que había dicho, mi mamá había muerto hace mucho, las lagrimas me escurrían por las mejillas, apenas y lo note me las quite de golpe.

-ya esta, eso es todo-mi padre alzo sus brazos y los dejo caer sobre la mesa- te meteré a otra escuela, a una aun mas aburrida para que te enseñen a olvidar tu actitud de niña caprichosa

No creía que mi propio papá se hubiera atrevido a hacerme eso, pero lo había hecho, fui corriendo a mi habitación, cerré de un portazo y escabullí mi rostro en la almohada, necesitaba a mi mamá pero no estaba, no quería pensar en Amber y Jason, no los volvería a ver nunca mas, y los recuerdos que me alegraban el día una vez ahora seria la vía más rápida para deprimirme.

Al día siguiente sucedió exactamente lo que mi padre había prometido, estaba vistiéndome para ir a la nueva escuela, a la estupida nueva escuela, sin Jason ni Amber. Me puse unos converse negros, unos pantalones de mezclilla pegados, una blusa roja que decía bitches en el centro, un suéter amarrado a mi cadera y una coleta.

Mi padre me llevo a la nueva escuela, todo el camino fuimos en silencio, por suerte, yo fingía escuchar música con mis audífonos, pero el rompió el  silencio.

-perdón por lo que dije ayer, pero es por tu bien-le ignore -solo falta un detalle, este es como un internado, no puedes regresar a casa mas que en fines de semana...

-¿Qué?-exalte-no me puedes hacer esto

-mañana mandare toda tu ropa y cosas favoritas, algunos libros para que leas...

-¡no papá no! Esto es mas de lo que puedo tolerarte-no estaba enojada, si no harta.

Baje del auto y vi la nueva escuela, tan horrible como me la había imaginado, todos platicaban en silencio, cuando llegue me voltearon a ver, nadie vestía como yo lo hacia, nadie se atrevía a ser diferente como yo lo hacia.
Hize una mirada panorámica y seguí caminando, cruce el campo, hasta llegar a la puerta principal.

-buenos días, usted debe ser la Srta ____, yo tendré el honor de presentarle las instalaciones ...-después de eso todo lo que escuche fue bla bla bla-y finalmente el lugar donde esperamos usted no tenga la necesidad de visitar algún día, el salón de castigos

¿Será que ya habrá hablado con mi papá? Abrió la puerta de ese salón y parecía casi desierto, y lo hubiera estado de no ser por un chico que estaba ahí, el único.

-como vera hay solo uno aquí, los demás tienen un perfecto comportamiento, pero el nos cuesta un poco-el chico me volteo a ver de pies a cabeza y se limitó a sonreír de manera pervertida

-¿Quién es?-me atreví a preguntar

-su nombre es Cameron Dallas-el volteo de nuevo al escuchar su nombre, hermoso, ahora el sabia que pregunte por el.
La señora me llevo con el y le hizo seña de que se parara a lo que el se paró, pude sentir como me ruborizaba.

-sus modales Sr Dallas, preséntese-el se metió la mano en uno de sus bolsillos y me dio la otra yo le di la mía

-soy cameron, y con quien tengo el gusto? -sonrió

- soy ____ parker.

-bien ____ parker, fue en verdad un placer conocerte-tomo mi mano y la beso.

Yo estaba segura de que en ese momento había dado el inicio de algo infinito.