7. Confíe En Ti

56 11 5
                                    

Suecia era del tipo de persona que podría guardar con el más rígido celo sus sentimientos y pensamientos, así ser muy redundante al repasar cada una de sus ideas más de una vez.

Así que cuando le quedaban preguntas o inquietudes, estas no abandonaban su línea de reflexión, sino, más bien, volvían más tarde para molestarlo de nueva cuenta. Probablemente, Berwald concluyó, tenía que ver con lo difícil que le era decir el más mínimo atisbo de lo que habitaba en su mente, mucho menos en su corazón.

Quizás, por eso siempre volvía en esas noches donde le era difícil conciliar el sueño, o seguía trabajando hasta tarde en la soledad de su casa, las palabras de Finlandia en aquellos días tan duros de la Guerra de invierno y el conflicto de continuación.

Tino le dijo con amargura, sin poder controlar sus palabras: confíe en ti. Y aún así aceptaste dejarme sin apoyo.

SÍ rey le había ordenado retirar todo el apoyo de su nación a Finlandia en su batalla contra Rusia. Ellos podían haber vivido una larga amistad con su vecino, pero en el fondo temían profundamente a los soviéticos.

—Confíe en ti. De verdad —negó Tino contrariado—. Solo vete de una vez, tengo mucho que preparar para seguir mi guerra.

Las palabras de Finlandia fueron tan dolorosas, que Suecia no quiso explicar su posición, o cuáles eran sus deseos: se retiró en silencio, y presionó sus dedos contra sus párpados con fuerza hasta doler; tragó el impulso de llorar.

Por supuesto, cuando tofofs alcanzaron un nivel de paz e independencia, al menos la mayoría, al término de la Unión Soviética, muchos sentimientos y relaciones cambiaron. Tal como la floreciente buena relación de Alemania y Polonia, tras la disculpa internacional.

Algunas otras perecieron, y el recuerdo de fieros imperios, se convirtió no más que run fantasma cruento, del que algunos hablarían en murmullos queriendo olvidar; otros vivirían con sus fantasmas, siendo juzgados por un tiempo indeterminado por eso mismo.

Algunos hablarían de sus memorias con una sonrisa, tal como solía hacer Tino; quién explicaría apenado sus palabras de ese entonces.

—No, por supuesto que yo no te odio, u odiaba. Estaba enojado, e hice lo que lo debía hacer, desquitar mi frustración contigo —explicó Finlandia revolviendo sus cabellos, avergonzado—. Entendí, con más calma, que seguimos órdenes y tenías una posición que mantener. Pero... Fue muy difícil estar sin ti.

Suecia dudaría un poco de la declaración, no teniendo mucha confianza en que alguien como Finlandia le quisiera tanto, no cuando el era todo lo contrario a ese hombre alegre. A veces era difícil sentirse cómodo con su imagen, pot más que Sealand fuera un chiquillo que ningún miedo le mostrará, y apareciera orgulloso de poder llamarlo papá.

—Supongo que es difícil de creer. Lo repetiré cuanto haga falta —aseguró Finlandia, dejando que la dulzura llenará sus palabras, y el firme abrazo en que lo envolvió.

Suecia negó con suavidad. Pensó con cuidado sus palabras, decidiendo cómo expresados sus pensamientos.

—Creo en lo que dices. Tal como tu confías en mí —correspondió el abrazo con una sonrisa—, yo confío en ti.

Ambos cuidaría sus palabras en adelante, procurando que sus obligaciones no manchada su relación con diferencias que no dependían de ellos. A veces no podrían evitar pelear un poco con diferencias, pero la confianza, tenía fe, se mantendría.

Ellos eran humanos susceptibles a sentir y tener miedo, or más inmortales que fueran, eso también era propio de ellos. Podían errar, pero se mantendrían al lado del otro.

Podrían, sin duda, vivir tiempos amargos donde tuvieran que alejarse, y de igual forma, cuidaran sus promesas.

____________________________________________________________

N/A: último oneshot. Reto cumplido :3

Gracias por leer uwu

Seven Storms | SuFin [Hetalia oneshots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora