4. Resistencia

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Bakugō no comprendía por qué cada vez que ambos estaban juntos sucedían cosas absurdas.

De alguna u otra forma se terminaba relacionando aún más con el bastardo mitad-mitad.

-¿Acaso ya no puedes más mitad-mitad?

Habló con sorna el rubio, que se hallaba sentado actualmente en la fuerte espalda del bicolor.

Pasaba lentamente la página de un manga que le había prestado el pelo pincho. Este último lo molestó para que lo leyera y aquí se hallaba, leyendo el bendito manga de mierda.

No mal interpreten.

Todoroki fue el que insistió en hacer una plancha de brazos extendidos con el rubio encima. Por parte de Katsuki, este solo quería ver al de ojos con heterocromía fracasar en este absurdo desafío.

-Aún...

Se detuvo en medio de la frase, pues podía sentir su cuerpo tiritar levemente.
El sudor recorría la frente hasta la nariz, cayendo sobre el piso.

La habitación volvió al silencio de antes, solo se escuchaba la errática respiración del albino junto al pasar de las hojas.
El rubio mantuvo su expresión neutral, sinceramente le había atrapado un poco la historia del manga, no era tan mala como se lo esperó.

-Oye, ya ríndete bastardo.

Le dijo al heterocromático, mientras cerraba el manga.

En su opinión, hacer esto era simplemente una pérdida de tiempo y de paso Todoroki se terminaría lastimando. No es que le preocupara ni nada, solo que le echarían la culpa por no detenerlo.

-Me voy.

Sentenció para después ponerse de pie, dejando al albino caer al suelo rendido.

Había resistido más de una hora cargando a Bakugō en su espalda, no podía negar que al tenerlo encima de si, le inspiraba a continuar.
Siendo más sincero, lo que lo motivaba era sentir aquella parte  redonda, grande y blanda del cenizo en su espalda. Tiene que comentar que el trasero del rubio era bastante bonito.

Su respiración era irregular, mientras posaba la mejilla en el suelo, se sentía algo cansado pero no estaba dispuesto a admitirlo. Eso le daría la razón a Katsuki.

Aunque no se notara, tanto Todoroki Shōto como Bakugō Katsuki eran personas con mucho orgullo. Solo que a Todoroki no se le notaba mucho.

-Espera, yo aún...

Intentando levantarse para detener al rubio, Todoroki terminó cayendo de bruces contra el suelo, su cuerpo aún no había estado en condiciones para pararse. Y de paso, se golpeó la nariz con gran fuerza, dejándolo aturdido en el suelo.

Katsuki quien presencio la patética escena del bicolor, no pudo evitar soltar una risa de completa burla. No se apresuró a ayudar al idiota, estaba disfrutando de un gran espectáculo, cosa que ya había previsto desde el inicio.

-¿No te lo dije imbécil? al final tenía razón.

Con eso dicho, levantó a Todoroki del suelo.
Se preguntaba internamente que comía el maldito para pesar tanto.

¿Si quiera cuidaba su dieta?

-Bakugō cállate.

El bicolor no se sentía del mejor de los humores como para soportar la burla de su compañero. Acababa de golpearse la nariz y el dolor le era horrible.

-¡Nadie me viene a callar maldita perra!

Si pensaba que el rubio obedecería a lo que dijera, claramente tiene que repasar quien era Bakugō Katsuki. Él no se dejaría dominar ni por villanos, por algo tenía de meta ser el héroe número Uno.

-Duele.

Se quejó el mitad albino. Bakugō, por su parte, ignoró el sollozo de su compañero y procedió a hacer el procedimiento adecuado para tratar su nariz golpeada.

-¡No te la toques mierda!

Le dio un manotazo a las manos del albino mientras lo sentaba en el suelo, lo inclinó un poco hacia adelante para evitar que la sangre baje por la parte posterior.
De la nariz del bicolor salía un fino chorro de sangre.

-Intenta calmarte un poco idiota.

El con heterocromía, algo aturdido por el golpe, miró los ojos rojos del contrario.

Lentamente fue calmando su respiración mientras era sostenido por aquel cenizo, tenía que decir que su tacto era cálido y le relajaba.

Por parte de Bakugō, el por qué ayudaba a su compañero, no era tan maldito, obviamente aunque no lo mostraba siempre estaba atento a sus compañeros, además ayudar a los demás es algo que hace un héroe.

-Iré a buscar hielo y no toques tu maldita nariz bastardo.

En el estado en el que estaba Todoroki no sería capaz de controlar su quirk para enfriar su nariz, además no era conveniente. Aparte de agotar su resistencia con la plancha, ahora se había hecho un fuerte golpe en la nariz, el cual se notaba rojo y algo hinchado, quizás estaba fracturada, dudaba que pudiera hacer algo en aquel estado de estupidez.

-Quédate así y no cambies de postura mitad-mitad.

Sus palabras eran graves y serias, lo que provocaba que el Todoroki le tomara atención.

En eso, el rubio sale de la habitación y unos pocos minutos después llega con una bolsa de hielo.
El bicolor solo pudo mirar como el cenizo se le acercaba y ponía con delicadeza la bolsa de hielo en su nariz. Evitaba presionar de manera fuerte para no empeorar la herida. En este punto la sangre dejó de brotar.

-Realmente eres un inútil Todoroki .

Ante la pronunciación de su apellido, el bicolor fijo su vista en los orbes alegres del cenizo.
El rubio llevaba una sonrisa engreída como si le dijera "lo vez, tenía razón". Frunció el ceño por aquel claro gesto, le molestaba que se burlara de él, pero a la vez, estaba feliz de escuchar que Katsuki no lo llamaba por sus típicos apodos que le puso.

Era un sentimiento único.

-Tks.

Solo chisto la lengua mientras desviaba la mirada de aquellos orbes rojos.

Después de haber bajado la hinchazón, Bakugō procedió a escoltar al inútil del Todoroki a la enfermería, claro que sin evitar burlarse del albino.

Ese día a Todoroki Shōto se le había visto ir con un parche en su nariz y de un estado de humor algo irritado.

Lágrimas De Sol [TodoBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora