Kim Doyoung
Durante la fiesta navideña de una pequeña empresa editorial en Londres
He descubierto que casi todo lo que se ha escrito sobre el amor es real. Shakespeare dijo «los viajes terminan cuando los amantes se encuentran». ¡Ah! Qué extraordinario pensamiento. En lo personal, no he experimentado algo remotamente parecido, pero estoy dispuesto a creer que Shakespeare sí. Supongo que pienso en el amor más de lo que debería. Me sorprende su poder para alterar y definir nuestras vidas. Shakespeare también dijo «el amor es ciego» y eso, amigos, es algo que sé con certeza.
Para unos, inexplicablemente, el amor se desvanece; para otros, se pierde. Aunque, claro, el amor también se puede encontrar, aunque sea solo para una noche. Y luego, hay otra clase de amor... el más cruel, el que casi mata a sus víctimas, se llama «amor no correspondido», ¡en ese soy experto! Casi todas las historias de amor son de personas que se enamoran entre sí, pero ¿qué hay del resto de nosotros? ¿Qué pasa con las historias de los que nos enamoramos en soledad? Somos las víctimas de un idilio no correspondido, los amados maldecidos, los no amados, los heridos que deambulan, los discapacitados que no tienen la ventaja de un buen estacionamiento. Sí, están leyendo a uno de esos que, para más inri, la naturaleza premió con una orientación sexual fuera de la normatividad y soy, a todas luces, un hombre gay.
Yo, Kim Doyoung, he amado durante más de tres miserables años a mi compañero de trabajo, Sicheng. Debo decir que han sido los peores de mi vida: horribles navidades y cumpleaños, fines de año lagrimeando inflado de Valium, las épocas más difíciles de mi existencia. Todo por estar condenado a amar a un hombre que no me ama ni lo hará jamás. Pero, ¡oh, dios!, solo al verlo se me acelera el corazón, la garganta se me cierra y apenas logro tragar saliva, soy víctima de todos esos horribles síntomas...
Durante aquel año en una fiesta laboral, sentía mi corazón encogerse cuando Sicheng, alto y elegante, vestido formal y con el peinado perfecto, abrazaba a Irene. Era apuesto como una treta del mismo demonio, ni siquiera estando triste o enojado con él logré verlo un poco menos atractivo. Sin pensarlo me acerqué a mi compañera Wendy y le arrebaté su copa de champagne intentando darme valor con el alcohol.
—Cariño —me dijo al notar que mi mirada recaía en Sicheng—, ¿estás bien?
—Pff, claro —respondí deprisa—, solamente porque lo amaba y me acostaba con él antes de descubrirlo con Irene no significa que tenga el corazón destrozado ahora mismo. —Tomé un respiro profundo—. Mejor ya no hablemos de esto, estamos en la fiesta de la oficina después de todo.
—Pero no entiendo... ¿se supone que ustedes dejaron de salir juntos? Porque siempre los veo cerca. ¿Cómo puedes seguir siendo amigo de alguien que te engañó?
—Como todos aquí saben... estaba enamoradísimo —se me rompió la voz.
—No llores, Doyoung —Wendy me apartó un poco donde nadie pudiese escucharnos—. ¿Alguna vez Sicheng te dijo que te amaba?
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El intercambio [Fanfiction NCT- JaeYong/JohnDo]
FanfictionLee Taeyong, un joven surcoreano residente en la isla Jeju, posee una próspera agencia de publicidad especializada en trailers de películas, acaba de romper con su novio Ten. Por su parte, Kim Doyoung, el surcoreano redactor de la popular columna de...