Kim Young Ok
Doyoung
Taeyong vivía con un montón de comodidades que yo estaba aprovechando al máximo. Nada más al despertar en aquella enorme casa, ponía música animada y bailaba por toda la cama fingiendo que las mullidas almohadas eran guitarras profesionales. ¡GRACIAS, TAEYONG! Sin duda, estaba siendo un tiempo terapéutico. Entonces recibí una llamada y no me fijé en quién sería antes de responderla, pero pude reconocer aquella voz desde que escuché la primera palabra.
—¡Sicheng! ¿cómo estás?
—¿Podríamos empezar con una pregunta menos complicada?
—¿Ocurre algo malo? —Me preocupé.
—Sí, tengo problemas con una sección de mi libro y me vendría muy bien tu ayuda. Sé que estás lejos, pero eres la única persona capaz de ayudarme, ¿puedo enviártelo para que lo revises?
—Bueno... supongo que sí —dije porque no sabía cómo negarme a algo que él pidiera. Podía imaginarlo con su pequeño puchero del otro lado de la línea.
—Eres mi adorado kit de supervivencia, cariño. Dime algo... ¿ya te has puesto aquel bañador azul? ¿el que se ajustaba tan bien a tu trasero?
—¿Cómo es que recuerdas ese bañador?
—Luces increíble en él —Me hizo sonreír.
—El otro día recordé la noche en la que...
—Ay, lo siento —me interrumpió—, tengo que colgar. —Escuché la voz de su prometida llamarlo y colgué solamente para apagar la alegre música con la que había despertado y volver a la cama.
Una sola llamada bastaba para que mi ánimo se precipitara al piso. Aún seguía doliéndome que para Sicheng yo fuera solo un instrumento que usar a su antojo, su cariño jamás podría compararse a mi amor.
Por la tarde me animé a salir, necesitaba comprar algunos abarrotes y echar gasolina al auto. Entonces encontré en medio de la calle a la adulta mayor que solía pasear una enfermera frente a casa. Pensé que se había perdido ya que nadie más la acompañaba, ella avanzaba ayudada de un bordón, aunque lucía agotada, lo cual me preocupó tanto que me detuve.
—Hola —me bajé del auto intentando lucir amistoso—, ¿le gustaría que la lleve hasta su casa?
—¿Por qué? ¿Sabe dónde vivo?
—Creo que sí.
—Bien, al menos uno de los dos lo sabe —respondió haciéndome reír.
Su casa era hermosa, incluso más grande que la de Taeyong. Ella dijo que tenía 47 años viviendo allí, me habló de todos los cambios por los que había visto pasar al barrio, dijo que eso la confundía a veces y me enternecí. Después de años de ser pocas casas, de repente, habían construido un montón de cosas alrededor y su comunidad ya no parecía ser la misma. El avance llegó aplastante y sin piedad. Me preguntó de qué parte de Inglaterra era y cuando le dije mencionó conocer a alguien famoso de allá, lo cual me sorprendió muchísimo. La persona que tenía en frente había conocido a alguien famoso de mi país que yo solo había leído en los libros de la universidad.
—Gracias, este ha sido un encuentro muy bonito —dijo feliz mientras la ayudaba a bajar del auto y acomodarse para que caminara con la ayuda de su fiel bordón—. Como en los doramas, digamos que hay dos personas que necesitan ropa para dormir, así que van a la misma sección de pijamas. Uno le dice al vendedor que solo necesita la parte de abajo y, el otro, indica que solo necesita la de arriba. En ese momento sus miradas se cruzan y ese es el encuentro.
—¡Ya entiendo! ¿Se dedica al mundo de la actuación?
—Antes... Era actriz. Estuve en varios doramas hasta que los años afectaron mi memoria tanto como a mis piernas—Una vez en la puerta de su casa la vi luchar contra sus temblores intentando encajar la llave, así que la ayudé también con ello. Me bastó un rápido vistazo dentro para descubrir una pared llena de fotografías con figuras famosas del mundo del drama coreano, premios abarrotados en los estantes y escritorios llenos de papeles. Aquello me parecía fascinante. Luego, volteé a verla, sola en medio de aquella enorme casa, intentando quitarse su abrigo, con el peso cruel de los años encorvando su espalda y me pregunté cómo una persona tan capaz había acabado tan sola.
—Espero que no le parezca extraño —le dije—, pero acabo de mudarme aquí y no conozco a nadie, ¿le gustaría acompañarme a cenar esta noche? Lo pregunto sin afán de comprometerla. ¿Estará ocupada?
—¿Ocupada? Cariño, no he estado ocupada desde el 2001.
Su nombre era Kim Young Ok y esa noche mientras cenábamos en un lujoso restaurante de la ciudad mi mente parecía querer explotar con todas sus historias. Había estado involucrada con los primeros doramas famosos de la industria y luego, con muchísimos más. Incluso participó con actores muy populares que en su tiempo vi junto a mis padres y hermano. Parecía irreal estar conversando con ella, ahí, así que aproveché para hacerle un montón de preguntas de la industria, de su labor, de los actores y actrices que había conocido. Sinceramente, la estaba pasando genial.
—Doyoung —me interrumpió a mitad de la velada—, ¿por qué un joven atractivo y vivaz como tú está pasando solo las navidades en casa de un completo extraño?
—Oooh, eso... supongo que... busco alejarme de la gente que veo a menudo. Bueno... no de toda la gente... solo de uno... Un hombre —dije intentando advertir si la homosexualidad era un tema seguro, pero después de recordar los actores con los que se había codeado Young Ok, supuse que ya esa no era ninguna novedad para ella.
—Comprendo lo que quieres decirme —respondió compasiva. Entonces sentí la confianza para continuar.
—Se comprometió con una mujer sin advertirme después de... —no pude evitar romper a llorar como un idiota—. Lo siento.
—Es una pieza de mierda.
—De hecho, lo es. ¿Cómo lo sabes?
—Te dejó escapar, puedo verlo. Doyoung, en los doramas está el protagonista y el toallero, ese que siempre hace todo por la chica, pero jamás es el elegido. Tú no debes ser el toallero sino el protagonista. ¿Por qué te comportas como el paño de lágrimas?
—¡Cuánta razón tiene! Eso fue brillante... brutal, pero brillante. Gracias —acabé con un hilillo de voz.
Doyoung
¿Cuál es dorama favorito de Kim Young Ok? El mío: Respond 1998
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El intercambio [Fanfiction NCT- JaeYong/JohnDo]
FanfictionLee Taeyong, un joven surcoreano residente en la isla Jeju, posee una próspera agencia de publicidad especializada en trailers de películas, acaba de romper con su novio Ten. Por su parte, Kim Doyoung, el surcoreano redactor de la popular columna de...